Por un Año de la Ciencia, la Tecnología y la I+D+i

Navarra celebra hasta el próximo día 21 las Semanas de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Con un programa formado por un centenar de actividades, esta iniciativa quiere acercar e involucrar a los navarros en el cometido que realizan los más de cincuenta agentes de la Comunidad foral relacionados con el I+D+i. Me parece bien, pero ¿por qué solo unos días? ¿El resto del año no se innova o, al menos, no se puede comunicar y hacernos partícipes de esa Innovación?

Un artículo de ER JIMI
Apasionado de la txistorra de Arbizu

Por mi labor profesional, llevo más de un lustro oyendo perorar sobre Navarra e I+D+i. Como si fueran las Tablas de la Ley escritas sobre piedra, tengo grabado en mis oidos y en mi memoria el sonsonete de la necesidad de atraer el talento, de creer en las personas, de apoyar la FP y la especialización, de generar un tejido empresarial diversificado y más competitivo...

Supongo que, de tanto oirlo, yo me lo creo. Ahora, no puedo evitar la siguiente reflexión. Aquí, se han sucedido Planes Tecnológicos, se han creado iniciativas como Moderna, contamos con infraestructuras y centros tecnológicos muy vistosos e, incluso, se crean nuevas fundaciones, pero en el fondo, ¿en qué hemos cambiado? ¿Cuál es el resultado de la Innovación made in Navarra? ¿Qué nos diferencia?

Sin caer en la fácil demagogia de los últimos datos de la EPA, lo cierto es que los gestores y directivos de nuestra región se quejan casi de lo mismo de lo que se lamentan sus correligionarios del resto de España. Peor aún, la fuga de gente con talento se mantiene y, si hablamos del día a día de la pyme local, ¿por qué se mantiene ese desapego por la I+D+i de una gran mayoría de sus gerentes? ¿Por qué no se reconoce, más allá de la mera subvención al uso, a las empresas como Dicoa, Reciclauto o Sanae (entre otras muchas más) que realizan Innovación en Navarra, jugándosela con su patrimonio y que son perfectas desconocidas?

A mi me parece que en el tema de la I+D+i también hemos caido en una falsa autocomplacencia (como en otras muchas cosas) cuando todavía queda mucho por hacer. Seguro que somos de los que más cerca estamos del Tratado de Lisboa de destinar el tres por ciento de nuestro PIB a esta partida, vale, pero sería bueno que dejáramos de pensar que todo en este mundo se arregla con dinero.

También es necesaria una estrategia definida a largo plazo, objetivos claros, fijos y medibles, actitudes de responsabilidad, de compromiso, no distraernos con fuegos de artificio y, sobre todo, saber comunicarlo para que todo ese esfuerzo atraiga la atención y ese talento que tanto añoramos. Por eso, seamos pioneros y dediquemos no unas semanas (eso ya lo hacen todos) sino todo un año a la Ciencia, la Tecnología y la I+D, ¿nos atrevemos?