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El análisis y comentario político, de cuestiones navarras y del resto del mundo, nos lo da sin tapujos el politólogo y escritor Juan José Domínguez

Juan José Domínguez

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Economía

domingo, 14 de marzo de 2010

¿Demasiados premios?

Apasionado de la txistorra de Arbizu


El pasado jueves, mi "otra" labor profesional me llevó a cubrir, informativamente hablando, la entrega de unos premios empresariales. Otra más... La Asociación de Jóvenes Empresarios, AJE Navarra, celebraba la séptima edición de sus premios al Joven Empresario, al Relevo Generacional y a la Iniciativa Empresarial. Los afortunados este año son Ana Pérez, de GB Mobiliario; David Yárnoz, del restaurante El Molino de Urdániz; y David Luquin, de Médicis.

Mi felicitación a todos ellos y una aclaración necesaria: lo que aquí se va a comentar es una opinión personal y constructiva que nada tiene que ver con ellos ni con sus méritos para ser reconocidos ni tampoco con "la organizadora" del evento del jueves. Porque lo que me gustaría trasladaros es una doble reflexión sobre la figura general que atiende al nombre de "premios empresariales", así en general.

Reflexión 1. El número de "premios empresariales" es, en mi opinión, excesivo. Cuando no puedes recordar quiénes fueron los ganadores del pasado año y, no digamos los del año anterior, es que la función principal de dichos galardones no se cumple. ¿Cuál es ese objetivo? El reconocimiento PÚBLICO de los premiados. No lo hay si no hay recuerdo. También es cierto que la responsabilidad en el fallo es compartida en numerosas ocasiones con los premiados. "Muchos" reciben el galardón y "si te he visto no me acuerdo", pero ése es otro tema...

Reflexión 2. Que los "premios" sirvan como ejercicio de catarsis de los asociados me preocupa porque:

A. ¿Es que en España sólo se pueden hacer procesos de convergencia de ideas o intereses si sólo hay un plato delante de la mesa? ¿No existe otra fórmula?

B. ¿Me estás diciendo que "la Asociación X" o quien organiza y promociona "los premios Y" no tiene los medios y el interés suficientes para conocer y aglutinar las opiniones y puntos de vista de sus asociados, al margen de la cena anual de "buena voluntad"? O, peor todavía, ¿que los asociados no se juntan y se expresan y participan y dicen y cuentan y comparten y critican y denuncian y se enfadan y presionan, ..., si no hay un plato delante?

Entonces, siento ser duro pero, ¿para qué queremos asociaciones empresariales? ¿Qué función deben y no deben cumplir? ¿Cuál es su estrategia? ¿Y su "visión"? ¿Son "grupos de presión"? ¿Lo intentan? ¿Quieren serlo?

4 comentarios: on "¿Demasiados premios?"

Unknown dijo...

Bueno, bueno, un día tendré que pedirle a la redacción que me presente a Er Jimi...
Creo que hay cosas más preocupantes que los premios, como por ejemplo que una organización como la AJE admita a cualquier mindungui y lo ponga de vicepresidente, o que estos mismos vividores se eternicen en los cargos (Ayesa, Taberna, ...)
Desde mi perspectiva los miembros de la AJE son una cuadrilla con el síndrome de Peter Pan, que emplean la juventud como excusa para tener un nicho de poder. Oiga, una empresa compite en el mercado independientemente de los años que tenga, ¿qué sentido tiene entonces una asociación de jóvenes empresarios? = Ansias de poder, y de ser alguien, y si no que se lo pregunten al vicepresidente de la AJE.
Respecto a las asociaciones o entidades relacionadas con el mundo empresararial, también hay que decir que son muy similares a los sindicatos. Normalmente en la Cámara de comercio, la CEN, o ese tipo de instituciones suelen mandar a trabajar al más tonto de la familia, para que si causa destrozos, no los haga en casa.
Sin embargo también creo que existen asociaciones que funcionan bien sin dar premios ni pichorradas de ese estilo, como pueden ser los empresarios de la Sakana, los del Valle de Aranguren, o los del club financiero navarra. De todos modos sí que es cierto que en cuanto una organización de estas empieza a crecer, empiezan a surgir puestos administrativos que se cubren rápidamente por sobrinos, primos, cuñados y demás parientes cercanos al empresariado o al politiqueo.
Y una respuesta a: "¿Para qué queremos asociaciones empresariales?" La pregunta está mal planteada, debería ser ¿se deben subvencionar estas asociaciones? porque que yo sepa todo el mundo se puede asociar, otra cosa es que ese asociacionismo esté patrocinado con fondos públicos.
Los demás planteamientos deben ser cuestiones internas de esas asociaciones.

zorri dijo...

Este blog ha entrado en una fase de decadencia total.
Por mí os la puede picar un pollo.
Ababoles

Unknown dijo...

Hola, muy buenas El Filibustero

Primero de todo, Zorri. Encantado de conocerte y que te vaya bonito, majo

Segundo. Para El Filibustero. Cuando quieras concretamos ese encuentro y nos "desvirtualizamos" como se dice en estos últimos tiempos.

En cuanto a tu comentario, lo ratifico en muchos de sus aspectos y es que yo entiendo que una organización empresarial que no se organice como un lobby no tiene sentido. "Asín" de claro y nuestras organizaciones no tienen por el momento ese deseo dado que gran parte de su "cuenta de resultados" depende de las Administraciones Públicas. ¿Te vas a poner en contra de quien te da de comer? Quita, quita y por eso pasa lo que pasa.

En ese sentido, yo estoy de acuerdo en que habría que eliminar el tema de las subvenciones, sobre todo las que se reciben de forma encubierta (ya sabes, tú haces un trabajo y yo te lo pago, etc...) que hay y muchas

Por lo demás, cuando quieras.

Saludos