Los analistas y medios de comunicación de alta cuna y rancio abolengo pronostican que la campaña electoral se dilucidará a través de las redes sociales, especialmente por medio de Twitter. Y los políticos se lo han creído y hacen la pelota a los twitteros a manos llenas. De golpe y porrazo, en cuestión de un mes, me siguen en mi twitter políticos de todos los pelajes. Unos se apuntan y nunca más se supo y otros, con buen criterio, se dedican a adobar a sus seguidos/seguidores. Aunque no siempre con el tino necesario.
Recientemente, se ha publicado una micro encuesta en la red social del pajarito, - que en realidad no es más que un gallinero revuelto con cuatro gallitos y dos cluecas locas-, en la que uno de los candidatos se lleva de calle el tema de seguimiento y atención a sus contactos virtuales.
Cierto es que dicho político está a las duras y a las maduras. Responde tanto a halagos como a críticas y discusiones, siempre con atención y educación. Eso sí, tiene un equipo de asesores que en su nombre gestiona una cuenta promocional de su partido –no diré cuál, pero me evoca a cierta canción de Perales- que le va a hundir la campaña. Entre que escriben el nombre del jefe con faltas de ortografía -que para mí que cambiaron la uve por la be con intención de eukaldunizarlo y captar el voto abertzale indeciso- y que twittean frases de 300 caracteres que siempre quedan inclonclusas, dan ganas de unfollowearle. Al equipo, no al jefe.
De otro partido potente en Navarra, - será una rosa, será un clavel será…- el jefe twittea mas que parco, rácanamente. Y sin mucho gracejo, la verdad. Para eso acaba de decidir uno de sus acólitos-candidatos, que va a contestar a todos de buen rollete, cuando hasta ahora le preguntabas cualquier cosa –ni que fuera por la salud de su retoño- y pasaba de una como si fuera transparente.
Y a mí se me nota y mucho que estoy, que opino y que digo lo que me parece en cada momento. Si desconcierto al personal, problema suyo. Mis creencias y mi conciencia bien, gracias. Que cacareo día y noche. Otra cosa es que no tengan claro de qué voy. Pues hala, a darme jabón, a ver si rascan algún votillo. Y por favor, háganme la pelota que me encanta. Yo no votaré en Navarra porque vivo en la diáspora, pero cuerdas muevo y con destreza.
Del tercer partido en discordia – y me refiero al primero de los navarros- la cosa está siesa. Algún concejal que responde con mucha corrección, algún fiel seguidor que sin presentarse a listas les saca las castañas del fuego, y una futura presidentesa que no teclea 140 caracteres ni loca por si se le descascarilla la manicura francesa. O porque ve el sillón tan adherido a sus posaderas que para qué molestarse en hacer campaña.
Y los partidos minoriatarios abren cuentas pero su actividad es inapreciable y los que se activan se ponen monotemáticos y aburridos. Incluso plastas.
Así que, señores y señoras candidatos. Lo que necesitan ustedes es que alguien les diga con criterio y objetividad cómo tratar a los twitteros, como refrenar a sus seguidores exaltados y en ocasiones maleducados que les restarán votos, sin duda alguna, y cómo ganarse a los que todavía nadan entre dos aguas.
Necesitan un agitador de masas, un reconductor de temas, un guionista que les eleve si popularidad hasta el “joé, pues parece majo, igual hasta le votaría”.
Busquen, busquen, que haberlos haylos. Y por favor, háganme la pelota que me encanta. Adúlenme, adúlenme.
1 comentarios: on "Adúlenme en 140 caracteres"
Plas Plas Plas! Muy buen post, Uxue!
Yo me apunto a agitador pero no para trabajar a sueldo de esos cierrabares, sino para darles caña desde aquí, desde Twitter, desde Facebook y desde el portal de su casa si hubiere ocasión.
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