Cada vez que uno conecta Canal 6 Dos y se encuentra con la señal institucional que se envía de los plenos y las comisiones del Parlamento de Navarra, recuerda aquella frase de que cada país tiene los políticos que se merece. Oigan, qué malos debemos de ser los navarros para merecernos esto. Lo vimos ayer, en la sesión del último pleno de la legislatura.No extraña que la gente se pirre por Belén Esteban, tanto en la tele como en la política, si la alternativa es ésta.
Telespectadores legislativos
Que no queríamos, pero caimos en las garras de la televisión del Parlamento de Navarra. Nada que objetar, claro está, a que haya un canal que nos permita seguir los plenos y las comisiones. Al revés. Preferimos saber a qué nos enfrentamos en las urnas el próximo 22 de mayo, ¿o no? Pues eso. Haciendo zapping nos encontramos, otra vez, con la emisión en directo del pleno. Y no vimos nada que nos gustara. Nada.
Discursos planos, preguntas poco sustanciosas, réplicas timoratas y tirando del papel... La retórica brilla por su ausencia en el hemiciclo navarro. Ayer, además, faltaba una buena parte de "sus señorías". Tal vez alguno alargó la comida de despedida de su grupo parlamentario, quizá otros tenían cosas más importantes que hacer (a un conocido representante socialista, abogado de profesion, se le vio ayer trabajando en dos juicios, mientras sus compañeros de grupo andaban por el Parlamento). Pero lo cierto es que, para lo poco y escasamente bueno que vimos, tampoco hacía falta quorum.
Y, encima, muchos de ellos parecieron prestar poca o ninguna atención a las palabras que, desde sus puestos, pronunciaban los portavoces de los grupos. Que si miro el correo en el ordenador, que si mando mensajitos, que si me río cómplice con mi compañero de fila (el gesto entre Maiorga Ramírez y Ioseba Eceolaza cuando éste le pregunta a la consejera García Malo fue impagable). Atender, poco. A éstos, en clase de Latín, seguro que les llamaban la atención.
Lo más divertido de la tarde fue el momento del aún Consejero de Interior, Javier Caballero, peleándose con un paluego. ¿Que qué es un paluego?, se preguntarán algunos lectores. Pues un paluego es eso que se te queda entre los dientes después de comer y que, como su propio nombre indica, se te queda pa' luego.
Lo dicho: para ver gente pasota peleándose por tonterías mientras el resto ríen, es mejor ver Gran Hermano que los plenos del Parlamento Foral. Porque a los de Gran Hermano les paga una productora, pero a los parlamentarios les pagamos entre todos.
2 comentarios: on "Visto en TV, otro espectáculo parlam...entable"
Amén.
Ya no quedan más cojones Escorbuto a las elecciones
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