María Kutz passssa de su propio decreto

A menos de tres meses para las elecciones, no está mal inaugurar. Cansa un poco, vale, pero los políticos tienen derecho a cortar la cinta en puentes, rotondas, aceras, ascensores, pasarelas o unidades médicas. Según su ramo, vaya. Pero lo que no parece tan lógico es que se inauguren jefes y cargos de libre designación (o sea, de los de "a dedo"). Más que nada, porque tú nombras a dedo según tu criterio... y luego dejas el marrón a quien venga detrás, y que arree. En la Consejería de Salud tienen de estas movidas.

Por LA TXISTORRA DIGITAL

Que alguien nos enchufe... al oxígeno

El pasado martes, 22 de febrero, la Consejera de Salud, María Kutz, hizo de anfitriona en el Palacio de Navarra en la presentación del nuevo Área de Cirugía del Complejo Hospitalario de Navarra, así como de los respectivos jefes de las unidades creadas. La unificación del Hospital de Navarra y el Hospital Virgen del Camino parecía avanzar a buena velocidad. Tal vez, y eso pensaron algunos, a demasiada velocidad.

Porque resulta que en el Decreto Foral 19/2010, de 12 de abril, el Decreto creador del nuevo Complejo Hospitalario, se establecían unas maneras de trabajar y decidir cómo organizar el centro que parecían muy democráticas, muy de participación, muy profesionales. Leamos la disposición adicional quinta del Decreto:

"La unificación de los Servicios y Secciones médicos y su integración en Áreas y Unidades Clínicas se efectuará [...] previa creación, mediante Resolución del Gerente del Complejo Hospitalario de Navarra, de Grupos Técnicos de Trabajo representativos del respectivo ámbito”.

Dichos grupos técnicos...

“...tendrán como objetivo elaborar una propuesta de organización de los actuales Servicios asistenciales implicados, que unifique las unidades actualmente existentes con criterios de calidad, eficacia y eficiencia de los recursos”.

Y ¿qué habrá pasado? ¿Lo adivinan? En efecto, inteligentes lectores: los grupos técnicos de trabajo son como el Elefante Blanco del 23-F. Ni están ni se les espera. Se miraban los currelas de Osasunbidea unos a otros como recelosos, preguntándose si al otro le habrían llamado para ejercer de asesor o, al menos, tener derecho a opinar... y resulta que nadie se había reunido con nadie. Las maneras tan democráticas, tan participativas, tan profesionales... habían quedado en papel mojado.

¿Demasiada "libre designación"?

De todas maneras, y para dejarlo claro: tampoco es ilegal lo que han hecho. Entendemos, vaya, que de leyes sabemos lo justo. Pero en la disposición transitoria segunda (menos mal que no es la cuarta) del Decreto se establecía lo siguiente:

“Mientras no se desarrolle reglamentariamente el procedimiento para su provisión, los Jefes de las Unidades Clínicas serán nombrados y cesados libremente por el Director Gerente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, a propuesta del Gerente del Complejo Hospitalario de Navarra, pudiendo ser designado cualquiera de los facultativos de plantilla de la respectiva especialidad, conforme a criterios de capacitación y prestigio profesional”.

O sea que, "mientras no se desarrolle" etc., etc., se puede hacer y deshacer al libre antojo. Estas cosas provisionales tienden a convertirse en perpetuas; y no parece demasiado transparente ni honesto permitir a perpetuidad el dedazo (eso sí, "conforme a criterios de capacitación y prestigio profesional" que nadie más que el que tome la decisión va a poder juzgar). Y, en este caso, ¿de quién dependería la decisión? Del Director Gerente del CHN (cargo de libre designación, o sea, "a dedo", dependiente de la Consejera). Y entendemos que, aunque sea en plan deferencia, algo dirá también el director del Área ("nombrado y cesado libremente", según el decreto, por el director gerente). De dedo a dedo, y nombro porque me toca.

El Partido Socialista de Navarra ha denunciado que en el proceso hay "falta de transparencia" y "oscurantismo". ¿Oscurantismo? ¿A oscuras? No, hombre, no: los flashes de las fotografías, que son lo que importa, brillaban con fuertes destellos. Añadían también los socialistas, por boca de su portavoz en temas de Salud, María Chivite, que su tocaya la Kutz "parece tener cierta prisa por nombrar cargos y jefaturas antes de las elecciones". Quizá sea que la buena señora presiente que no tiene nada que hacer como consejera después del 22-M, gane o no UPN. Y, con toda probabilidad, no le faltará razón.

La duda reside ahora en saber si, tal y como ocurrió con la polémica sobre la exclusión de la UPNA del Instituto de Investigación, la presidenta de UPN, Yolanda Barcina, llamará a capítulo a María Kutz y le hará rectificar. Porque una cosa es que la actual Consejera aproveche lo poco que le queda en el convento, y otra bien distinta es que, a la presidenciable, le deje un marrón de difícil digestión. Un marrón que, además, y según parece, está soliviantando demasiado dentro de Osasunbidea.