La paternidad y la maternidad responsable no entienden de género. Lo demuestra la búsqueda que hace una mujer pamplonesa con la que La Txistorra Digital se ha puesto en contacto. Ella es lesbiana, quiere ser madre y tiene muy claro cómo hacerlo. Por eso, brinda una oportunidad a un hombre que quiera ser padre y, por su condición sexual, también lo tenga difícil.
Por JAVIER DOMÍNGUEZ
Periodista
Si eres gay, tienes en torno a 35 años, y quieres ser padre, podrías responder al hipotético anuncio que pusiera la protagonista de esta historia. La llamaremos Lucía. Tiene 35 años, bien llevados, y trabajo estable. No tiene pareja, y es lesbiana. Vive en Pamplona, y desea con todas sus fuerzas ser madre. El instinto maternal, dice, siempre ha estado con ella. Tras mucho tiempo pensándolo, lo ha decidido: busca a un hombre, homosexual, para tener hijos con él.
Así planteada, su búsqueda llama la atención. Explicada por ella, sin embargo, cobra sentido. La primera duda que le surge a su interlocutor es: ¿por qué no adoptas? "Podría hacerlo como soltera, eso está claro; pero tengo trabajo y... ¿cuándo se ponga malo el bebé o cuando tenga imprevistos del trabajo? Sola, sé que es posible, que las mujeres podemos y que yo puedo, pero con pareja siempre es mejor y como no la hay...". No lo descarta, asegura, si no puede tener hijos de manera biológica, o incluso teniéndolos.
Ideas claras
En la conversación, lo que parece extraño a primera vista resulta no ser una idea exclusiva de Lucía. "No es un tema lejano entre mis amistades. Compartir la paternidad-maternidad siempre ha sido una posibilidad cuando hablas de ser madre. Si estoy con una chica, comentas: "Adoptaremos, o buscamos un gay y me quedo embarazada yo, o te quedas tú..." Pero, ¿por qué un padre gay? A Lucía no le costaría, probablemente, encontrar un chico heterosexual dispuesto al "paso previo" a la paternidad, pero ese concepto es mucho más amplio que el que, coloquialmente, conocemos como "dejar la semillita". Si buscara el hijo con un hombre heterosexual, piensa Lucía, "después ese chico, se echará mujer y querrá tener hijos..., y yo, lo que no quiero es que mis hijos tengan hermanos y hermanas repartidos por ahi".
Por eso, Lucía lo plantea rotundamente: "Busco un gay que quiera tener uno o varios hijos conmigo". No es discriminación, asegura: "A mí me da igual la condición de las personas, el color que tengan, lo que tengan entre las piernas o si necesitan sujetador o no. No quiero que si es hetero surjan dudas sobre mi lesbo o bisexualidad. Y creo más probable no tener problemas con un gay que con un hetero".
Ha empezado su búsqueda en su entorno de amigos y conocidos, pero de momento no ha tenido suerte. "A los pocos gays que conozco no les gusta la idea de ser padres; y aquí estoy, buscando". Lógicamente, le preguntamos por los requisitos que pondría a un candidato. No son muchos: "alguien con sentimiento paternal es lo primero y más importante que se me ocurre". El físico no es importante, aunque reconoce que "ir de cualquier manera" no le vale. "Que le guste cuidarse "supone" que será alguien que sepa cuidar". Y el resto de cosas, como ella dice, tendrán que ser como si padre y madre fueran pareja real. Y un aviso a navegantes: el hombre que aspire a la paternidad compartida con Lucía tiene que estar "fuera del armario". "Ser la tapadera de nadie no está entre mis planes".
Queda claro lo que pide. ¿Qué ofrece? "Pido lo mismo que ofrezco para todos los aspectos: económicos, afectivos, etc. Soy solvente económicamente y pido lo mismo. La custodia podría llegar a ser compartida después de pasar los primeros años en los que es un bebé. Pero bueno, todo se puede hablar. Lo digo porque si es muy pequeñín... tenerlo de aquí para allí...todavía no lo tengo y ya me da penita (ríe). No sería un problema, seguro. No vamos a ser pareja, y menos ex-pareja con cosas que echarse a la cara. En estos momentos no tengo pareja, asi que sólo exixtirá un padre y una madre para decidir". Pero esa situación dibujada por Lucía en una primera reflexión puede ser idílica y no cumplirse. ¿Qué ocurre si el padre no quiere o no puede asumir la custodia compartida? "Todo es hablarlo. Si por el trabajo no puede, y quiere los fines de semana y vacaciones... de acuerdo. Igualito que los heteros, ¡vaya! Aqui todo es igual", resume, imaginándose en la tesitura.
Queda claro lo que pide. ¿Qué ofrece? "Pido lo mismo que ofrezco para todos los aspectos: económicos, afectivos, etc. Soy solvente económicamente y pido lo mismo. La custodia podría llegar a ser compartida después de pasar los primeros años en los que es un bebé. Pero bueno, todo se puede hablar. Lo digo porque si es muy pequeñín... tenerlo de aquí para allí...todavía no lo tengo y ya me da penita (ríe). No sería un problema, seguro. No vamos a ser pareja, y menos ex-pareja con cosas que echarse a la cara. En estos momentos no tengo pareja, asi que sólo exixtirá un padre y una madre para decidir". Pero esa situación dibujada por Lucía en una primera reflexión puede ser idílica y no cumplirse. ¿Qué ocurre si el padre no quiere o no puede asumir la custodia compartida? "Todo es hablarlo. Si por el trabajo no puede, y quiere los fines de semana y vacaciones... de acuerdo. Igualito que los heteros, ¡vaya! Aqui todo es igual", resume, imaginándose en la tesitura.
Dificultades y críticas
Para que ese momento llegue, la búsqueda ha de dar resultados. Ha abierto una cuenta de correo electrónico, y sigue pidiendo a un amigo gay que haga circular su petición por el ambiente de Pamplona. Si llegan los candidatos, cosa que Lucía desea con fuerzas, tendrán que conocerse. Primero, por escrito. Después, lo que más miedo le da, aunque lo considere "ineludible": la cita en persona. "Creo que nos lo notaremos, habrá química para saber que queremos ser padres juntos", imagina. "Quizá sea una romántica, pero lo creo así. Primero confiaré en mi intuición, y luego... ya veremos. Necesito que me trasmita algo, porque buscar un físico para un padre no me parece bien".
Para que ese momento llegue, la búsqueda ha de dar resultados. Ha abierto una cuenta de correo electrónico, y sigue pidiendo a un amigo gay que haga circular su petición por el ambiente de Pamplona. Si llegan los candidatos, cosa que Lucía desea con fuerzas, tendrán que conocerse. Primero, por escrito. Después, lo que más miedo le da, aunque lo considere "ineludible": la cita en persona. "Creo que nos lo notaremos, habrá química para saber que queremos ser padres juntos", imagina. "Quizá sea una romántica, pero lo creo así. Primero confiaré en mi intuición, y luego... ya veremos. Necesito que me trasmita algo, porque buscar un físico para un padre no me parece bien".
Ella tiene tan claro lo que quiere como el hecho de que una búsqueda como la suya pueda suscitar críticas. "Siento que los carcas piensen que son dueños y señores de cómo tenemos que vestir, hablar y con quién parir las mujeres. Yo tengo claro que, como humano, soy dueño de mi cuerpo; que como mujer, tengo el privilegio de poder ser madre; y que, como persona siento y haré lo que crea que esté bien. Sólo busco el bien de la personita que venga". Al final, lo que importa es el círculo cercano de familia y amigos, y ellos la van a apoyar. "Así que, el resto, que opine lo que quiera; porque si yo opinara de todo lo que pasa en esta comunidad..."
Si cumples los requisitos pedidos por Lucía, y quieres ponerte en contacto con ella, tienes a tu disposición un correo electrónico: buscandofuturopapa@hotmail.com. Suerte para ti... y suerte para Lucía.
5 comentarios: on "Mujer blanca soltera y lesbiana busca"
La presión social afecta, eh?.Lo primero de todo es que el "instinto maternal" no existe. Es algo muy social. Es algo que se presupone a la mujer en edad fértil porque DEBERÍA tener hijos y así se le machaca todo el día con el coñazo eterno de quienes le rodean.
¿Y qué sucede si Pilar o el padre tienen pareja y entran en el tema más personas?, ¿y si no comparten las bases de la educación?. Yo creo que hay que conocerse un poco antes de compartir la paternidad (no el hecho de la fecundación, me refiero a todo lo que viene después). Lo veo más complicado de lo que parece. Yo optaría por una inseminación o una adopción y a tirar de la familia si se puede en caso de apuro. Es difícil, pero mucha gente lo hace.
Suerte con lo que decidas.
Me quedo con esto: "Así que, el resto, que opine lo que quiera; porque si yo opinara de todo lo que pasa en esta comunidad..."
Suerte a Lucía y, de momento, enhorabuena al redactor... a ella espero poder dársela en unos meses.
Mucha suerte a Lucia.
Verdaderamente es mas fácil una inseminación pues aportas igualmente tus óvulos pero el espermatozoide es de origen desconocido. Pueden existir "hermanos" de padre.
Si optas por una pareja gay, en su momento también le puede apetecer tener un hijo para compartir con su pareja y no contigo, con lo cual también habría hermanos de padre a no ser que el encargado de " poner los espermatozoides" fuera la pareja del padre de tu hijo.
Mucha suerte
Respeto tu decisión pero me parece que exiges demasiado a la otra parte. Claro que siempre podrias cortarsela despues de rematar la faena. Suerte y mis bendiciones.
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