Familia que opera unida permanece unida

La noticia que le envía a Eloy Rabo uno de sus contactos le hace reflexionar sobre por qué algunos delinquen. La supervivencia es uno de los motivos que a él se le ocurren. Y, hablando de supervivencia, acaba hablando (qué cosas) de política. Resulta que hay historias que pueden repetirse en ámbitos tan distintos como el tráfico de drogas y el funcionamiento interno de algunos partidos políticos.

Un artículo de ELOY RABO

Pesimista bien informado

Estimado amigo proponente (dos puntos):

Tenía pensado, antes de recibir tu correo electrónico, escribir sobre los resultados del Navarrómetro. Ya sabes, la encuesta de intención de voto que encarga el Parlamento medio año antes de las elecciones y que cada uno utiliza luego como quiere. Pero, a tenor de lo visto en el sondeo (que, por cierto, tenía que fijarse en 5 partidos, como quien dice, y no cuenta con la coalición que uno de ellos, IU, va a tener con Batzarre... ya me dirás de qué sirve entonces la dichosa encuesta), el artículo que me iba a salir sobre él sería un chiste. Y malo. Así que mira: tu noticia me ha venido bien.

La noticia que me enviabas decía:

"Detenidos hijo, madre y abuela por vender droga. Tres personas de una misma familia han sido detenidas por la Policía Nacional por vender 'speedball' (heroína con cocaína) en su domicilio de Pamplona. Se trata de una mujer de 40 años, con numerosos antecedentes policiales; su hijo, de 20 años, que le ayudaba a vender la droga, y la abuela de éste, de 72 años, que guardaba parte de la droga en su domicilio. [...] La detenida, identificada como L.E.H., vendía dosis de 'speedball' a clientes habituales con los que quedaba diariamente. Asimismo, se desplazaba a diferentes lugares de Pamplona a llevar la droga "a domicilio", previo pago de una cantidad convenida. Su hijo, identificado como T.H., también con antecedentes, llevaba dosis a lugares previamente acordados y cercanos al domicilio. Mientras, la abuela, F.H.M., ayudaba a mantener la actividad criminal guardando parte de la droga en su vivienda, en un portal aledaño al de su hija y nieto".

La familia que delinque unida permanece unida. Es lo primero que me vino a la cabeza. Y empecé a pensar que qué mala es la droga (que lo es), y qué malos son los que la venden (que lo son). Que qué daño hacen a la sociedad (qué lo hacen). Pero, después del primer discurso políticamente correcto y socialmente responsable, me surgieron otras reflexiones. Por ejemplo, que la vida está muy mal, y que cada cual hace lo que puede para sobrevivir. Que les han detenido, y bien detenidos están, porque quien se arriesga a veces pierde. Pero que cada cual se apaña como puede para asegurarse el sustento.

Así que, con esa idea de que cada uno se busca los garbanzos como puede, le he dado la vuelta al asunto. Y, pensando en posibilidades similares, me he imaginado otra noticia. Porque lo de las sagas no es habitual en la droga, o al menos no es normal que pillen a todos a la vez; pero, sin embargo, eso de la herencia es más corriente en otras facetas de la vida. Así pues, imaginemos, imaginemos... que la noticia fuera de otra cosa. Y estuviera redactada así.

"Detenidos hijo, madre y abuela por hacerse con el dominio de un partido político. Tres personas de una misma familia han sido detenidas por la Junta Electoral Central por utilizar diferentes artimañas para hacerse con el control de un partido político de Pamplona. Se trata de una mujer de 40 años, con numerosos antecedentes en cargos públicos y candidaturas en Congresos; su hijo, de 20 años, que le ayudaba a conseguir votos para sus propósitos, y la abuela de éste, de 72 años, que guardaba material político en su domicilio. [...] La detenida, identificada como X.X.X., ofrecía diferentes puestos políticos y de trabajo a militantes con los que quedaba diariamente. Asimismo, se desplazaba a diferentes lugares de Pamplona a hacer entrega de las prebendas acordadas, previo pago del voto en los órganos del partido. Su hijo, identificado como X.X., también con antecedentes dentro del partido, hacía labores de proselitismo en lugares previamente acordados y cercanos al domicilio. Mientras, la abuela, X.X.X., ayudaba a mantener la actividad política guardando papeles comprometedores para adversarios políticos en su vivienda, en un portal aledaño al de su hija y nieto".

El problema es que esta historia no nos parece ni tan extraña ni tan ajena. Al menos, no a los que algo sabemos de la vida política navarra.