¡Venga, tuno!, ¡da la nota!

Si el pasado viernes andaban por el Casco Viejo de Pamplona y vieron una legión de tunos, algunos sufrirían paros cardiacos, otras recordarían aquellos tiempos en los que las rondaban y unos cuantos pensarían que faltan en Iruña fuentes con mucha agua donde sumergir a la gente. Pero aquello tenía su motivo. Se celebraba en la capital navarra el XXI Certamen Nacional de Tunas de Medicina, en el que participaban 10 grupos provenientes de las universidades de Salamanca, Barcelona, Valencia, Badajoz, la Autónoma de Madrid, Málaga, Sevilla, Córdoba, Granada y Pamplona. Lo organizaba la Tuna de Medicina de la Universidad de Navarra, y allí estuvimos también, cómo no.

Por SORAYA PÉREZ
Dándole a la pandereta

No sabes qué es realmente una Tuna hasta que no te adentras en ella y en este caso no ha sido solo una, sino 9. Vamos, un total de 200 hombres, grosso modo, vestidos de negro y amarillo son los que han llenado estos días las calles de la ciudad. Y es que este fin de semana, tras la resaca de las Fiestas del Pilar, se ha celebrado en Pamplona el XXI Certamen de Tunas de Medicina de España. Desde el pasacalles que comenzó el viernes a las 17:30h en la Plaza del Ayuntamiento hasta una magnifica exhibición en el Civivox el sábado, también a las 17:30h.

Con un repertorio clásico y otros no tanto, se presentaron las tunas de Córdoba, Badajoz, Madrid, Barcelona, Salamanca, Valencia, Málaga y Pamplona, esta última sin entrar en concurso por ser la Tuna anfitriona.

Se repartieron premios al Mejor Solista que fue a parar a la Tuna de Salamanca, hubo incluso premio a la Tuna más Simpática para Valencia, el premio a la Tuna más Tuna también fue para Salamanca, Mejor baile de Bandera para Valencia, Mejor baile de Capa para Badajoz, y Mejor baile de Pandereta para Sevilla.

El premio al Mejor Tema instrumental fue para Madrid, el Mejor Pasacalles para Salamanca y la Mejor Ronda para Badajoz. Finalmente los 1º, 2º y 3º premios a la Mejor Tuna fueron para Madrid, Salamanca y Córdoba respectivamente.

Todos iguales y a la vez diferentes. Daba igual que el negro riguroso y las becas de color amarillo confundieran a la multitud navarra, porque tras un fin de semana rodeada de tanto tuno, al final acabas sabiendo de dónde es cada uno (y encima rima). Aquellos que en la actuación cantaron una versión renovada y muy moderna del clásico “Clavelitos” con un par de gafas de sol cada uno, estaba claro que serían los malagueños, la Tuna más joven del certamen. Y si te fijabas un poquito en las capas, que tanto les resguardaron del frío pamplonés, diferenciaríais quiénes eran o no los de Barcelona, porque los escudos llenaban por completo sus tradicionales trajes de tuno.

Y entre tanto cántico ha dado tiempo para la diversión y el Pacharán ha sido el protagonista de muchos de los momentos de ese fin de semana. Un Pacharán que estuvo presente en la noche del viernes, en la comida del sábado y en ciertos de los bautizos que se realizaron ese mismo día por la noche en algunos de los pequeños rincones de la vuelta del Castillo. La única condición, que hubiera una fuente. Esta claro que para un Bautizo, agua tiene que haber... cómo y para qué la utilizaron, es otro “cantar”. No voy a delatar a nadie.

Algunos terminaron la noche estrenando su nueva Beca de veterano, otros no con tanta suerte, tendrán que esperar a otra ocasión y algunos menos afortunados, como los novatos, seguirán con su bata de medico hasta nueva orden. Las novatadas seguirán para ellos, pero lo que está claro es que el laúd, la bandurria y las guitarras no dejarán de sonar para ninguno de los casi 200 hombres y sus 18 madrinas, los cuales se concentraron en Pamplona para este importante XXI Certamen de Tunas de Medicina de España.

“Esa tuna como mola, se merece una ola. UEEEEEEEE” (Remember del speaker de la Tuna de Valencia, con razón se llevaron el premio a la más simpática)

P.D. para todos aquellos que no les guste la Tuna: todos se merecen una segunda oportunidad (risas).