Un artículo de Syldavo de Syldavia que, en la línea tradicional de
"qué hay de lo mío", asegura haberse ganado a pulso que
Caja Navarra le regale un peluco de esos que dan a los mandamases.
Quiere su reloj, y nos da que nadie va a bajarle del burro.
Cliente cívico (de momento sin Rolex)
Pues no ha habido manera. Como cliente de Caja Navarra, o sea, un cliente con mogollón de derechos, que en eso consiste la Banca Cívica según te cuenta una agradable señorita cuando te conectas a su web, intenté informarme sobre el asunto de los relojes. No sobre porqué la Caja regala relojes, o sobre los motivos por los cuales algunos de los políticos agraciados con el regalo de reloj los devolvieron semanas después de recibirlos, o sobre cuántos minutos transcurrieron entre que supieron que la cosa iba a salir a la luz pública y que decidieran la devolución. No; me conformaba con saber como cliente con derechos cuántos relojes de esos he contribuido a regalar en los últimos años. Caja Navarra presume de ser la entidad financiera más transparente y tiene el detalle de darme un montón de información como cliente con derechos: que cuánto han ganado conmigo el último año, que dónde han invertido ese dinero, que cuáles proyectos sociales financian, que cómo quedan las cuentas de los proyectos financiados.
Pero buscando y rebuscando por toda su web, no he conseguido saber nada sobre los relojes que supongo que junto con los demás clientes con derechos he ayudado a regalar a los políticos. Y mira que nos dan información clara y trasparente. En la Memoria de Responsabilidad Social 2009 en formato GRI elaborada según los estándares más exigentes: la Guía G3 del Global Reporting Initiative nivel “A+ GRI Checked” y el Suplemento Sectorial para Servicios Financieros del propio GRI (yo tampoco sé qué es todo esto) no se habla para nada de relojes. En el Cuadro Central de Indicadores de RSC (CCI-RSC) 2009, una iniciativa tan pionera para la comparabilidad automática entre empresas siguiendo el modelo propuesto por la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) que Caja Navarra es la primera empresa del mundo que lo realiza, tampoco hay la menor pista. Y en el Informe XBRL-RSC 2009 (?) que Caja Navarra publica por segundo año consecutivo (el año pasado también fue la primera empresa del mundo en realizarlo) nada de nada sobre relojes. El Código Ético y de Conducta sí que habla de regalos en su página 19, pero para establecer que las personas que trabajan en el Grupo Caja Navarra (¿trabajan los políticos?) no pueden aceptar regalos, servicios o invitaciones de clientes o proveedores, salvo aquellos que se consideran habituales u ordinarios, como objetos de propaganda, detalles de cortesía o que se encuentren dentro de unos límites módicos, o en su caso con autorización del Departamento de Cumplimiento Normativo. Pero nada dice de regalos de la propia Caja.
¡Albricias! Como último recurso me he ojeado la Memoria MFQM que cuenta porqué la European Foundation for Quality Management le ha concedido el “Sello a la Excelencia Europea 500+” y ahí, en la página 27, por fin aparecen los relojes. Resulta que la Caja tiene un sistema de recompensa, reconocimiento y atención al personal de plantilla y entre otras cosas al cumplir 25 años en la entidad se les ofrece una comida con el Director General y se les hace entrega de un reloj conmemorativo. Pero si mis datos no están errados ni Miguel Sanz, ni Yolanda Barcina, ni Álvaro Miranda, ni Carlos García Adanero ni Roberto Jiménez son empleados de plantilla ni llevan 25 años en la Caja. No, ni siquiera Miguel Sanz, que accedió como Consejero del Gobierno de Navarra a un sillón en la Caja allá por 1991, a algunos se nos ha hecho como un siglo pero sólo han pasado 19 años. Así que la cosa no cuadra.
Ni siquiera haciéndome amigo de Caja Navarra en Facebook he conseguido satisfacer mi curiosidad de cliente con derechos; les colgué una pregunta en el muro (“Me gustaría saber, como cliente, cuántos relojes he contribuido a financiar en los últimos años como regalo para políticos, cuánto han costado y cuáles de ellos han sido devueltos. Y ya de paso, ¿qué han hecho con los relojes devueltos? ¿Han pensado en regalarlos o sortearlos entre los clientes?”) pero de momento no me han dicho nada. Ya me gustaría que acogieran la sugerencia y que no sólo regalen relojes de lujo a los políticos que dejan el cargo, sino que los regalen también a los clientes con derechos que no se marchen a otra caja o a los que cumplan las bodas de plata como clientes con derechos. Además, yo humildemente me conformaría con que me regalaran el Rolex que ha devuelto García Adanero, que era de los más baratos, sólo 2.500 euros frente a los 4.000 euros de los Franck Müller del presidente Sanz y de la presidentesa Barcina (¿esa es la diferente valoración que han hecho de sus respectivos trabajos?). Pues eso, que sigo esperando a saber si además de cliente cívico con derechos también puedo aspirar a ser un cliente con Rolex.
1 comentarios: on "Banca Cívica, ¿con derecho a reloj?"
En general, todos los navarros y navarras, clientes o no, tendríamos que tener el derecho al relojito de las narices, aunque fuera a uno peor que el mencionado. No en vano, TODOS, a través de nuestros impuestos, hemos hecho de la Caja de Ahorros de Navarra (y la de Pamplona), luego Caja Navarra y ahora Banca Cívica lo que son.
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