Entrevista: Mikel Urmeneta, "Vasco Universal"

Por JAVIER DOMÍNGUEZ

Plumilla y "flan"

Mikel Urmeneta es de la cosecha del 63. Pamplonés de nacimiento, neoyorkino de emigración y Vasco Universal 2009 por reconocimiento, su nombre y el de su empresa, Kukuxumusu, son ya una pata más de los Sanfermines. Y no sólo: la imaginación de esta gente, cuya cara más visible es la de Urmeneta, no tiene fin. Sólo el y los suyos son capaces de llenar los balcones de toros de cartón o convertir al propio Mikel en una silueta para impartir una conferencia. Podría ser definido como un Dalí a la navarra: eso, claro está, si fuera definible. Temprano y desde la Gran Manzana, responde a esta entrevista mandando a todos los txistorreros un fuerte "abraZoo", escrito así, tal cual.

- Recién nombrado “Vasco Universal”, ¿qué le supone este reconocimiento?

- En el colegio y el instituto, si me hubieran dado el “Vago Universal”, no me hubiera extrañado. Más adelante podría haber recibido el “Baco Universal” y tampoco sería de extrañar. Recibir el de “Vasco Universal” me causa ilusión, sorpresa y respeto, más aún sabiendo con quién lo comparto y quiénes lo han recibido en años anteriores.

- Seguramente no se lo podía imaginar cuando en segundo de BUP le echaron del Instituto. ¿Volvería ahora a enseñarles el premio a sus ex profesores?

- La verdad que yo de estudiante fui bastante hijodeputa, y aunque hubo algunos profesores a los que este mismo calificativo se les quedaría corto, en general, había buena gente que me suspendía porque no tenía otro remedio.

- Habrá a quien se le estremezcan las carnes viendo a un pamplonés nombrado “Vasco Universal”. Diga algo que zanje la polémica (si le da la gana y si puede).

- Bueno, lo de haber nacido en Iruñea y llamarme Mikel Urmeneta Otsoa Errarteko Ajarnaute Goienetxe debería ser suficiente.

- Hay quien pensará que este premio es poco más que publicidad para Kukuxumusu. Pero... ¿le hace falta publicidad a estas alturas?

- El premio no es publicidad, supongo que es un reconocimiento a mí como cabeza perturbada y visible de una empresa que lleva currando 22 años y que, por desarrollar un producto visual y creativo, se ha hecho notar.

Orígenes
-Nació el día de Navidad. En su infancia, ¿no le jodía no tener dos días de regalos, como los demás niños?

- Odio la Navidad por múltiples razones, y ésa es una de ellas. Sentir que el día de mi cumpleaños lo tenía que compartir de igual a igual con mis hermanos y, encima, al ser vacaciones, no poder celebrarlo con mis amigos en el colegio me tocaba las bolas.

- Que un personaje tan irreverente como Mikel Urmeneta estudiara en dos colegios de nombre “Sagrado Corazón” y “Cristo Rey”, ¿dice mucho de cómo es Pamplona y los pamploneses?
- Lo de estudiar es mucho decir. De todas formas, a pesar de sus nombres, eran dos colegios muy enrollaos. Sin ir más lejos, Cristo Rey era el único colegio mixto que existía en Pamplona por aquel entonces. Sí es verdad que Pamplona es una ciudad muy carca y conservadora. Lo es tanto, que a mi me divierte. Es como cuando algo es tan hortera que se convierte en kitsch y mola, pues a Pamplona le pasa un poco eso. Luego en Sanfermin, cuando el vecino del Opus te suelta un muerdo, la ciudad te descoloca un poco.

- Hay cierta leyenda urbana sobre que, cuando ganó el concurso de carteles de San Fermín, su familia le echó un capote para montar la empresa, a ver si sentaba la cabeza. ¿Verdad o bulo?

- Yo nunca me he llevado muy bien con las instituciones, y menos cuando gané el cartel de Sanfermin, que, aparte de que el jurado no sabía a quien pertenecían las obras (igual que ahora), por el estilo y la técnica pensaron que se trataba de un artista extranjero de la escuela alemana de patatín y patatán. Gran chasco cuando abrieron el sobre y leyeron mi nombre. Para empezar con Kukuxumusu extorsioné a mi abuela para que me avalara un préstamo de un millón de pesetas. Mi padre se había muerto el año anterior y, a pesar de quién fue, heredé de él una pluma. No tenía mucho más.

Empresario internacional
- ¿Qué le pasa por la cabeza cuando ve a extranjeros de todos los países luciendo los dibujos de Kukuxumusu?

- Que nuestro lenguaje es universal (como el premio), y que hay determinadas cosas que hacen reír de igual manera a un tipo de Sydney o a una tipa de Alaska. Me hace ilusión.

- Camisetas, tazas, llaveros, cascos, bolis, sartenes, tapas de retretes... ¿hay algún producto que Kukuxumusu aún no se haya atrevido a hacer suyo?

- Estamos abiertos a todo, sólo queremos que los soportes en los que se plasmen nuestros dibujos tengan calidad. Pero a partir de ahí… encantado de hacer fajas ortopédicas, porrones o bolas chinas.

- ¿Cómo sería el Museo de los Sanfermines si lo tuviera que diseñar, también en su contenido, Mikel Urmeneta?

- Es un tema complicado. Lo que no haría es copiar ideas de cosas que ya se están haciendo en Sanfermin. Por ejemplo, plantean potenciar el concepto Fiesta, invitando representaciones de otras fiestas internacionales de prestigio, y esto lo lleva desarrollando Kukuxumusu desde hace muchísimo tiempo con el Guiri Day y desde hace un año con el Jai Day. El año pasado hicimos un hermanamiento con La Tomatina de Buñol, vino hasta el alcalde. Este año vienen del Oktober Fest, el año que viene… secreto.

- Por cierto, y ya que ganó el concurso de carteles en 1990 y 2004... ¿a favor o en contra del sistema actual de jurado y votación popular?

- Me parece bien la votación popular, pero entonces la primera selección de carteles la debería hacer un jurado técnico 100%, y los concejales votar con el pueblo, así siempre ganaría un buen cartel y dentro de eso, el más popular. El sistema híbrido es lo que no mola.

- Repasamos el catálogo y no lo vemos. ¿Para cuándo un pincho de txistorra como imagen de una camiseta de Kukuxumusu?

- Hicimos una de pintxos, pero en este momento no recuerdo si había alguno de Txistorra. Pero os prometo que txistorrearemos una camiseta.