Os presentamos
Garrafonix,
un detector digital de alcohol adulterado, popularmente conocido como
garrafón, garrafa o garrafonazo. Resulta que el cacharro tiene un sensor químico que, de momento, es capaz de diferenciar bebidas originales (una lista en concreto, que de momento es limitada pero que anuncian será ampliada) de sus copias de calidad dudosa. ¿Que es bueno? Trago al coleto. ¿Que es garrafón? Pues te aparece una calavera en el display y más te vale no beber e ir a Consumo a poner una demanda. Pero probablemente estéis pensando lo mismo que nosotros: ¿esto existe...?
Sus promotores, que no son otros que una página de regalos curiosos para mentes originales, asegura que es "un prototipo en fase de comercialización", por lo que sería el primer experimento que se vende. Las marcas que reconoce actualmente son Johnny Walker, JB, DYC, Pampero, Brugal y Havana club, pero dicen que en próximas versiones será capaz de reconocer la composición química de 20 marcas diferentes de ron, whisky, ginebra y vodka.
Lo cierto es que parece útil, al menos para ser conscientes de qué nos sirven. Otra cosa es que a ciertas horas nos importe mucho o no si es garrafón o Jhonny Walker lo que vamos a meternos en el estómago. Pero también es cierto que con el Garrafonix podemos acabar regateando con el camarero: "Vale, ponme matarratas, pero no pienso pagarte más de 4 euros por el combinado, mamón". Por ejemplo.
Lo que es cierto es que su creador, un tal
Emilio Alarcón, esta vez la ha bordado. Decimos "esta vez" porque su anterior creación era el
Condometric. ¿Qué es el Condometric? Pues un curioso pero inútil condón que incorpora cinta métrica para que el miembro... perdón, el individuo se pueda medir el asunto.
¿Para qué sirve tamaña chorrada? Bueno... probablemente el portador no descubra nada que no sepa (el que se compra un condón así es, seguro, abonado a medírsela en la intimidad). Sin embargo, quizá al señorito o señorita que comparta experiencia sexual con el portador del profiláctico pueda meter en su currículum más datos sobre su ligue. Vamos, que casi podría ponerlo directamente en una tabla de Excell:
"Agosto 2009, dos 13, dos 14, un 15 y un 18. Septiembre: dos 13, dos 15 y un 19!".Realmente, nos quedamos con el Garrafonix. Reducir el sexo a tamaños y tallas nos parece materialismo puro (y ahora no nos vengáis con eso de que es una excusa porque la tenemos
chiquitica).
7 comentarios: on "Garrafonix, el regalito para estas fiestas"
uiuiu.. pues con este invento me parece q mas de un camarero va a salir hostiao, o se pone a repartir como haya mucho borracho tocanarices...
Garrafonix a mí me suene a galo de la aldea de Asterix jajaja
jajaja pues igual el nombre si que viene de los galos, y lo inventaron ellos para detectar si lo que tomaban era el brebaje mágico que los hacía tan invencibles..
Y con el DYC no debería salir la calavera en lugar del ok? Porque vaya whiskycito de los coj... Seguro que cualquier garrafonazo le da mil vueltas. Me juego el abono de Osasuna a que lo ha inventado un madrileño, que pa ellos no hay otro güisqui que se le compare. Seguro que es el mismo que nos quiere colar que Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo (de fútbol, que a lomojó es un hacha jugando al mus).
Este es el mismo Emilio Alarcón que diseño la "Study Ball"? Esa que estube a punto de comprarme cuando estaba opositando??? Ja ja ja!!
No, si para diseñar cosas curiosas este tio es un crak. Eso si, no se si son muy útiles.
El mismo es, pero... ¿de qué va lo de la Study Ball?
Lo de la Sudy Ball en Noruega se utiliza en las casas de citas finas para detectar la temperatura de las partes íntimas de las señoritas.
Existe otra variante, más sajona, que aplican una especie de brebaje anal, aunque no sé con qué objetivo.
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