Jon Ander Crespo, Presidente de los empresarios del Valle de Aranguren

Por JAVIER DOMÍNGUEZ

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Jon Ander Crespo Ferrer (Pamplona, 1976, aunque vecino de Mélida) es, desde hace poco, Presidente de la Asociación de Empresas del Valle de Aranguren (AEVA). No oculta que nació un 20-N y, pese a todo, le siguen votando. Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Navarra, MBA por Foro Europeo Escuela de Negocios, y Máster en Alta Dirección de Empresas Agroalimentarias por la UPNA, la Universidad de La Rioja y la Universidad de Zaragoza, actualmente es socio consultor de Estrategia y Gestión de Negocios (Esyges) y Vicepresidente del Club Financiero Navarra. Además, es colega. Bueno, igual tendríamos que haber empezado por ahí...

- Presidente de la Asociación de Empresas del Valle de Aranguren. ¿Tantas empresas hay?
- Según los últimos datos de los que disponemos, en el valle de Aranguren se concentra más de un millar de empresas, fundamentalmente pymes, lo cual lo convierte en uno de los principales centros de actividad empresarial de Navarra, no tanto en volumen, sino en número de empresas. Además, hay que considerar que al tratarse de una zona con muchos polígonos, el censo corresponde prácticamente en su totalidad a empresas con actividad, y no a meras sociedades mercantiles o patrimoniales que puedan tener otras funciones.

- ¿Qué se puede conseguir desde la Asociación, cuáles son sus ideas?
- La Asociación nació con el objetivo de defender los intereses de los empresarios del Valle de Aranguren en temas básicos como el aparcamiento, los saneamientos, etc… en definitiva, armonizar los intereses de las empresas ubicadas en el valle con los de las grandes compañías de suministros o la administración. En este momento, el mundo de la empresa ha cambiado mucho y es preciso reforzar los intereses fundacionales con nuevas acciones que establezcan sinergias entre los empresarios, así como con otras que vayan en la vía de fomentar la creación de valor en las empresas, a través del impulso de la innovación o de la puesta a disposición de los empresarios de herramientas que mejoren la competitividad de sus organizaciones.

- En su opinión, ¿cuáles son los principales problemas de la empresa navarra?
- La empresa navarra tiene un conjunto de problemas que son comunes a los de las empresas de otras comunidades (y países), y otros más bien propios de su ubicación. Entre los problemas comunes, en un momento delicado de la economía como es este, me quedo con la dificultad para acceder a fuentes de financiación, sobre todo para sectores como el de la construcción, y con las dificultades para afrontar el relevo generacional.

- ¿Y problemas específicos de Navarra?
- Entre los problemas que tenemos los navarros, podemos destacar la escasa profesionalización del medio agrario, las ráfagas de terrorismo y violencia del entorno, la dificultad de recibir apoyo institucional en las relaciones empresariales con determinadas comunidades vecinas, los recortes que se están produciendo a nivel de subvenciones y una política salarial poco coherente en algunos sectores, que determina un coste de mano de obra muy elevado en comparación con otras regiones.

- Pero últimamente hay muchos paquetes de medidas anticrisis... ¿Sirven para paliar estos problemas?
- Creo que las decisiones anticrisis que afectan a la empresa navarra, y me refiero a las tomadas tanto en Madrid como en Pamplona, son de espíritu temporal y están excesivamente orientadas a la construcción, y en concreto al subsector de obra civil, lo cual me genera cierta incertidumbre en cuanto a nuestra situación económica pasado 2010. De todos modos hay que ser conscientes de que en comparación con otras regiones no estamos tan mal, ya que tenemos la suerte tener asentadas a empresas con una gran proyección que están en fase de crecimiento, como pueden ser Cinfa, Gamesa o M.Torres entre otros.

¿Responsables de la situación?
- Un tópico dice que los culpables de la crisis, o al menos de sus consecuencias, son los banqueros y los empresarios, que andan aprovechando la recesión para ocultar malas gestiones. ¿Qué piensa de ello?
- Pienso, luego existo (ríe). En fin, creo que a los banqueros se les ha ido el tema de las manos y son muchas las personas que están deseando que alguien pase factura a un modelo bancario que ha ahogado a los pequeños a la hora de concederles riesgo, pero que ha tenido la manga mucho más ancha en operaciones mucho más dudosas. Así que sin lugar a dudas los bancos tienen una gran responsabilidad al haber concedido hipotecas por el 100% del valor de tasación de los activos, o incluso por un importe mayor, pero también los consumidores deben tener cierta responsabilidad a la hora de saber en cuanto pueden cifrar su endeudamiento.

- Ha empezado por los bancos, usted que es empresario. No se escaquee...
- Pues, respecto a los empresarios, creo que la inmensa mayoría están libres de culpa de la situación actual. De hecho son los empresarios los mayores afectados por los cierres de grifo de financiación. Sin embargo sí que cabe destacar que existen empresas que puedan querer aprovechar una situación de crisis para echar toda la culpa a la coyuntura económica mundial y pedir a los gobierno de turno que les cubran las pérdidas. Este es un problema muy serio sobre el que ya actuó Obama al restringir los sueldos de los directivos de las empresas a las que se destinasen ayudas estatales.

- Vamos, que hay quien aprovecha la crisis para salvar su pellejo como pueda...
- Poniendo un ejemplo es como si una serie de promotoras hubiesen invertido en terrenos y como consecuencia de la coyuntura económica actual estos hubiesen perdido su valor, o por lo que sea no existiese la misma demanda, y solicitasen al Gobierno una compensación económica.

- Vaya, ese ejemplo en concreto me suena demasiado...

- Es algo similar a lo que llegaron a plantear los afectados por el caso Afinsa (los de los sellos). Obviamente un gobierno responsable no debe entrar a salvar a determinadas empresas porque se hayan equivocado en sus inversiones, ya que de no hacerlo con el resto de empresas que han tenido pérdidas o han perdido rentabilidad, podría considerarse como una medida injusta e inmoral. Para entendernos, es como si usted va al Casino de Donosti, pierde mil euros, y luego le va a Odon Elorza con el cuento de que ha tenido un día de mala racha, a ver si le puede devolver el dinero. En resumen, una inversión lleva implícitos una serie de riesgos que debe asumir el empresario.

De innovadores y jóvenes
- Sigamos tirando de tópicos. Se asocia tradicionalmente al empresario joven con el empresario innovador. ¿Lo asociamos correctamente? ¿Es su caso?
- No tiene porqué ser así, aunque primero deberíamos definir bien lo que es innovador (ríe de nuevo). Mira, yo una vez me cabreé un montón con un premio al que nos presentamos un grupo de estudiantes de Foro Europeo, creo que era el concurso Ideactiva de CEIN, en el cual nos dieron un premio, pero no el que nos gustaba. El caso es que nosotros presentamos un proyecto muy interesante, industrial e innovador, que para el que sepa de que va el asunto, sabe que no es una cosa tan sencilla, sobre todo por lo de poder industrializar un bien.

- Bien, le sigo. ¿Qué pasó con ese proyecto?

- Nos convocaron a la rueda de prensa para el tema de las fotos en el periódico y demás, y allí nos enteramos que el primer premio se lo habían dado a un abogado que había montado un portal de divorcios express por Internet. Sin duda un tema curioso; pero lo peor es que se consideraba innovador porque de eso no había en Navarra, puesto que, según nos dijo el jurado en la charla, este abogado había copiado un modelo de negocio de una empresa de origen inglés.

- La verdad que, si la innovación consiste en la copia de lo de fuera, mal vamos.

- De todos modos sí que en ocasiones se puede aplicar el tópico de empresario joven e innovador, como puede ser el caso de Alex Baquero, también vecino de Mélida y que hace poco ha recibido el galardón que da la AJE al joven empresario del año. Respecto a mi caso en Esyges, lo cierto es que intentamos innovar en la medida de nuestras posibilidades, puesto que la innovación requiere muchas veces un importante esfuerzo de inversión. De todos modos sí que hemos sacado un par de servicios innovadores, uno de ellos relacionado con la gestión de empresas constructoras y otro con organizaciones de economía social, que prometemos que va a ser un bombazo, pero vamos, de momento la gente que trabaja en Esyges no se tiene que quitar ningún microchip cuando se va a dormir ni nada parecido…

- Ya que hablamos de innovación... ¿Ha aparcado la crisis las ganas de innovar y las de crear nuevas empresas?
- El que es emprendedor lo es con crisis y sin crisis, y por lo que veo aún puedo decir que quien es de espíritu emprendedor ve grandes oportunidades de emprender nuevas aventuras empresariales en aquellos momentos en los cuales otros se paralizan por miedo escénico. De este modo ya hay claros ejemplos de empresas navarras que se están comiendo el pedazo de tarta de sus competidores. Lo de las ganas de innovar, igualmente va en el espíritu de la empresa y el empresario, aunque sí que, como te decía, es cierto que aquellas innovaciones que requieren de una gran inversión se han visto muy tocadas por este escenario de incertidumbre y desaceleración.

- Hala, que nos vamos. De aquí, del Valle de Aranguren... ¿a la CEOE?
- Quita, quita, ¡qué pereza! Aunque vamos, no voy a decir lo de “de este agua no beberé”, porque cada vez que me ponen en una encrucijada de estas me acuerdo de Solana con lo de la OTAN, y pienso en cómo no se le ha caído la cara de vergüenza…

- Además, esto queda guardado. Por si las moscas.