Por unos Sanfermines originales

El programa de los Sanfermines 2011, presentado hace unos días, tiene pequeños recortes presupuestarios - sin que esto suponga, según el Ayuntamiento, una merma en la calidad - y la sensación de que nada cambia en estas fiestas. ¿Por qué? ¿Está todo inventado? ¿O hay miedo a la innovación? Demostramos que aún quedan cosas por incluirse en el programa que pueden ser muy beneficiosas, en diferentes aspectos, para la ciudad y sus ciudadanos.

Por LA TXISTORRA DIGITAL
Regalando ideas (once again)

Tras varios meses... bueno, semanas; mejor dicho, tras varios días... ¡Qué coño! Tras un par de minutos dándole vueltas a la cabeza, porque tampoco nos da para más, hemos conseguido un programa de fiestas innovador, que fomenta el empleo (especialmente de algunos que lo han de menester) y que garantiza diversión y jolgorio para todos.

- A las 7:00, dianas foraleadas: Miguel Sanz, por aquello de buscarle una ocupación, ameniza con su guitarra la espera antes del encierro. No faltan las rancheras, las jotas y el repertorio más clásico, amén de versiones de grandes éxitos como Yolanda, Qué le estará pasando al pobre Miguel o Navarra así (la canción de la precampaña de UPN).

- A las 8:00, en el encierro: "El tótem". Consiste en convencer al guiri más borracho de todos de que le ha tocado estar atado a un tótem, mientras sus compañeros de viaje danzan alrededor, como homenaje a los harapajoes. El tótem se coloca estratégicamente en la parte exterior de la curva de Mercaderes. Unas risas.

- A las 9:00, el Baile de la (persecución de la) Alpargata. Angelita Alfaro persigue a los presentes con la amenaza de regalarles un par de alpargatas. Sólo los más fuertes sobreviven y aguantan de pie.

- A las 10:00, juegos infantiles. Hinchables en Carlos III, enfrente de la sede del PP. Los hinchables tienen la cara de algunos de los gestores del partido en Navarra, como Eloy Villanueva. Cuidado, que se deshinchan rápido (a la primera de cambio) . Los karts... en el Circuito de Navarra. Pilla un poco a desmano, pero se monta un tren chuchú desde Echavacoiz. Más que nada, para ir ensayando para cuando, allá por el 2065, tengamos el TAV.

- A las 12:00, Gigantes y cabezudos salen por ahí a pasearse, mientras kilikis y zaldikos reparten hostias. Varias novedades en esto: los Gigantes los llevan antiguos concejales del Ayuntamiento de Pamplona, como Eduardo Val, Eradio Ezpeleta o Javier Iturbe; y las vergas de los kilikis las rellenamos de pepinos, para promocionarlos (y para que hagan más pupa).

- A las 12:00, pero en este caso en la plaza de los Fueros, herri kirolak. Diferentes pruebas. Txentxo Jiménez, acostumbrado al himalayismo, se dedica a eso de poner cuñas en un tronco vertical para crearse una especie de escalera. Al lado, sokatira pelotazale: varios representantes de Aspe y Asegarce tiran de un lado, y 27 pelotaris firmantes de la carta a favor de Xala tiran del otro. Gana el que aguanta más tiempo de pie. Para que no falte la música, Maiorga Ramírez toca la armónica.

- A las 13:00, abren las txoznas en la Plaza Consistorial. Sí, han leído bien: vuelven las txoznas. Sólo que, como ahora están de moda las tiendas de campaña, con esto de los indignados, las txoznas se colocan en ese tipo de tiendas. A la hora del aperitivo, pedir es un auténtico descojono: es como jugar al Twister, pero sin tener debajo el papel de los círculos de colores.

- A las 15:00, comidas populares, servidas por el Ayuntamiento en Alemanes (sin camión cisterna jodiendo la manta, que para eso es un acto oficial). Según el día, cambia el menú de las comidas populares: un día, los ciudadanos se tienen que comer la pasarela del Labrit; otro día, se comen una estatua de Juan Pablo II; el tercero, se la comen a alguien, directamente. Al cuarto, no va nadie, y eso que se ahorra de presupuesto el consistorio.

- A las 17:30, desde la Plaza Consistorial, las mulillas arrastran a la oposición en el Ayuntamiento hasta la Plaza de toros, donde sus concejales son encerrados en los toriles junto a los bichos. A continuación, Yolanda Barcina se pone un sombrero rastafari y se camufla en los tendidos de sol. Ah, todas las corridas las presiden los socialistas: también lo han pedido en los acuerdos de gobierno.

- A las 18:00, en la Plaza del Castillo, "El juego del sillón": es similar al de las sillas, pero con escaños o sillones del Ayuntamiento. A los sones de La Pamplonesa, varios políticos de diferentes formaciones bailan, con la intención de quedarse sentados en el sillón cuando la música pare. Una diferencia con el juego tradicional: cada vez que la música para, un sillón se retira... pero no para dejarlo fuera del juego, sino para que se lo queden UPN y PSN.

- A las 20:00, en la Plaza de la Cruz, verbena para los mayores. Para que no se nos amuermen los viejos con Fórmula V o Bertín Osborne, y para de paso promocionar a los grupos de rock navarros, se les pone a éstos a versionar. Así, Barricada ofrece sus versiones de Manolo Escobar (Mi carro me lo follaron y otros grandes éxitos), Dickers hace lo propio con las canciones de María del Monte, y así sucesivamente.

- A las 23:00, fuegos artificiales... y, después, todos a la cama. Eso sí que es lo realmente original de los Sanfermines. Al menos, de momento: entre lo que se recortan los dineros y el empeño que algunos tienen por velar por nuestra integridad moral, cualquier día esta idea se la toma alguien en serio e intenta desalojarnos de las calles justo después de que salgan Los Lunnis.