Gorilas tras la niebla

Eloy Rabo, recién salido de una clínica de desintoxicación (la misma que Amy Winehouse, creemos), vuelve a nuestras páginas para hablar de la resolución final del breve, pero intenso, culebrón político tras el 22-M. La tournée socialista para conformar un gobierno de izquierdas, con tan poco convencimiento como credibilidad, terminó con un gobierno UPN-PSN de 5 consejerías para unos y tres para otros. Y los hay encantados. Eloy Rabo, parece, no es de ellos.

Por ELOY RABO

Proponiendo luto el 1 de julio

Se disipó la niebla política de la Comunidad, y salieron los gorilas. Gorilas que conducen Phaeton, tal como anhelaban los dirigentes del PSN y, según parece, sus afiliados (más que nada porque, viendo el respaldo que el cogobierno tuvo en sus comités y demás reuniones seudodemocráticas, las bases también andaban por la labor). Contubernio habemus, y gobierno también. Guten Appetit, y que con su pan se lo coman. Que les aprovechen el Gobierno y los sapos que, tanto en Sarasate como en Príncipe de Viana, van a tener que tragarse si quieren que la grosse koalition dure algo más que un caramelo en la puerta de Ursulinas.

Antes de cerrar el pacto deseado, hubo fintas, recortes y toreos. Roberto Jiménez, El Niño de la Laguna, empezó a practicar para la Feria del Toro (ya falta menos) toreando al respetable. Se permitió hasta una espantada cuando el toro Maiorguero, de la ganadería de Bildu y 7 parlamentarios de peso en canal, acudió al capote. Jiménez, henchido e hinchado de orgullo pero siempre falto de valor, se fue al burladero. El toro de la merienda, para otros. Él quería cerrar plaza, reír el último, y sacar tajada. Apoyado, como no, por voces que decían que al PSN se le había visto poco separado de UPN en la última legislatura; y que, ya puestos a que les vieran poco, por lo menos tenían que tocar pelo. Si nos fagocitan definitivamente, parecían decir, que sea después de saborear las mieles del gobierno (que no del éxito). Hemos descubierto que hay un material más duro que el diamante: el jeto de algunos. Porque hace falta jeta, virgensanta, para semejante ejercicio de ilógica política.

Así que tocaron pelo. Les adjudicaron coches, y gorilas. Y, engorilados, hay algunos que no solo se muestran contentos (lo cual puede ser incluso normal, razonable y respetable) sino que se descojonan de los demás porque se creen con la verdad absoluta, con la razón total, con el soplo divino de inteligencia para interpretar la realidad que los demás no alcanzaremos, ni en esta vida ni en la otra. Están volando hostias, y a algunos se les pone cara de aeropuerto en las que hacerlas aterrizar. Pero ellos, y ellas (que no se nos queje Aído) siguen dándole duro al raca-raca.

Desafiantes los veo, oigan. Demasiado desafiantes. Y están las cosas como para ir de chulos por la vida, con Bildu venido para quedarse, y los indignados del 15-M/19-J a cacerolada limpia, cuando no a hostias y sprays como en Catalunya. ¿Se montará algo en Pamplona, con motivo del nuevo Gobierno? Si me quedase vello en los testículos, hoy o mañana me plantaría con los indignados en la puerta del Parlamento. Con una camiseta negra, de luto riguroso. Luto por la lógica política, desaparecida en combate; luto por el CDN, mártir de la patria navarra; y luto preventivo por el PSN, que se ha metido en una caja de pino y le ha dado a Superyoli 20 clavos y un martillo.

Pero resulta que no, que ya tengo los huevos pelados. Y que no tengo camisetas negras limpias. Y que, francamente, no me sale de las pelotas ir a pasar calor delante del hemiciclo floral y floreado. Estoy tan indignado que no tengo ganas ni de indignarme. Anda, Manolo, ponme una cerveza y unas palomitas, que después de ver lo del aborto del otro día, esta legislatura promete ser como el Mortal Kombat. Aunque, una vez más, no tendremos los mandos de la consola. Una vez más, los mandos estarán donde siempre.