Constructoras en campaña

Sí, es verdad, terminan las inauguraciones. Inauguraciones provechosas para los cargos públicos, pero no solo para ellos. También los periodistas las echaremos de menos, porque al final permiten rellenar mucho tiempo con imágenes curiosas. Ya saben: alcaldesa dándole la patada a un balón, cura bendiciendo con el hisopo, cortinillas que no acaban de descorrerse. Y también lo echarán en falta algunas constructoras, que tienen en estos saraos publicidad gratuita.

Por JAVIER DOMÍNGUEZ

Por aquello de fijarse en algo

Sucedió en la inauguración del nuevo campo de fútbol de Soto de Lezkairu, en Pamplona, el pasado viernes. Un campo de fútbol en el que no podrán jugar los equipos hasta dentro de un tiempo, porque, en realidad, todavía no está para entregar. Desconozco qué le falta, aparte del hecho de que se asiente el terreno de juego, del que se levantaba tierra como para volver a llenar todas las excavaciones hechas en el barrio.

Los periodistas, antes de meterse en el campo, tenían que pasar por la carpa instalada junto a él, donde había unos cuantos planos para la foto de los cargos públicos presentes. Y, en la carpa, se les decía que se pusieran el chaleco reflectante. La inauguración era al mediodía, con bien de luz natural. En el campo no había ninguna zanja, ninguna grúa. Nada estaba en obras. Y no te daban casco, sino chaleco. Así pues, sorprendía la medida, supuestamente de seguridad. Sorprendía hasta que, viendo a un grupo de periodistas desde atrás, te dabas cuenta de que la imagen más repetida de la inauguración sería la de los chalecos amarillos, bien visibles ellos, con el anagrama de la empresa constructora.

Los periodistas, convertidos en hombres y mujeres anuncio. Como el chaleco de Pamplona 2016 que nos han puesto en los últimos dos Sanfermines; pero, en este caso, de una empresa privada. A la noticia de la inauguración tendrían que haberla rotulado, en las teles, como a las series de ficción: "emplazamiento publicitario".