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Economía

lunes, 7 de marzo de 2011

Barajas e Iberia, o el arte de dar por saco

Un fin de semana de viaje en avión da para mucho cabreo, si tu vuelo depende del funcionamiento del aeropuerto Madrid-Barajas y de la organización de Iberia. Dicen que ambas cosas son un auténtico desastre por separado, y adquieren magnitudes deprimentes cuando se dan juntas. Nuestro colaborador ha podido comprobarlo y escribe sobre ello. ¿Tiene interés? Quizá no. ¿Sirve de algo? En absoluto. Pero La Txistorra, a veces, funciona en plan terapia.


Por JAVIER DOMÍNGUEZ
Pasajero en tránsito

Les puedo jurar que, durante el aterrizaje de mi avión en Bilbao, ayer sonaba Killing me softly, que traducido es algo así como "matándome, pero suave". Y las decenas de pasajeros del avión de Iberia, vuelo 0428 Madrid-Bilbao, sentíamos que, entre la compañía y los responsables de Barajas, algo así habían hecho con nosotros.

Por resumir, y sin ánimo de dar demasiado la pelmada, contaré que me tenía que desplazar desde Bilbao a Madrid por motivos personales, saliendo el viernes y volviendo el domingo. Tenía previsto llegar el viernes a la capital del Reino (que no Reyno) a eso de las nueve y media de la noche... y llegué pasadas las once; y ayer, domingo, mi vuelo tenía como hora prevista de aterrizaje en Loiu a las 20:10... y aterrizó a las 21:37. Lo cual nos da un retraso acumulado de 180 minutos para dos vuelos cuya suma de duraciones se queda en 85 minutos. Casi nada.

Los retrasos fueron justificados de diferente manera. El viernes dijeron que se debía a los problemas en Barajas causados por cuatro copos de nieve (impresionante: nieva en una ciudad con clima continental y se vuelve aquello un caos); ayer, que habían tenido que cambiar, por motivos que no se nos especificaron, el aparato que hacía el recorrido. De todo ello sólo te enteras cuando el comandante se comunica contigo, ya en el avión, o cuando a las pobres azafatas les toca dar la cara.

Súmenle a estos retrasos el cabreo provocado por circunstancias como que que el asiento de la ida no correspondía con lo que se había cogido en Internet (una puerta de emergencia, por aquello del espacio para las piernas), porque "habían cambiado el avión a última hora" (sí, el viernes también); que las máquinas para hacer el check-in en Barajas no imprimían el billete, y tenías que acabar peleándote en la fila de los mostradores tras perder el tiempo ante la pantalla táctil; que en el control de seguridad te hacen sacar el portátil y el neceser mientras te sujetas los pantalones para que no se te caigan, porque el cinturón ya está en una bandeja pasando por el escáner; que lo que a la ida se pudo meter (30 ml de aftershave en un bote de 200 ml), a la vuelta se tuvo que quedar en el mostrador; que, después de dejar el puñetero botecito y hasta la espuma de afeitar, ves que en los duty-free se pueden comprar y meter al avión garrafas de medio litro de Eau de cologne, lo cual no deja de ser paradójico; que tienes que andar pegado a la pantalla si tu vuelo va retrasado, porque pueden mandarte embarcar en cualquier momento y en Barajas no se avisa por megafonía; o que, en el avión de ayer, los asientos no estaban numerados y cada cual se ponía donde buenamente conseguía sitio. Y todo ello, como decía, con billetes pagados a precio de Iberia. Algunos más baratos, por la cosa de Internet y la previsión, pero hubo quien se dejaría más de 100 euros en el pasaje sólo de ida o sólo de vuelta.

Agreguen a esto que los aeropuertos - a diferencia de la mayoría de las estaciones de tren, salvedad hecha con la futura estación de Pamplona -, están bien lejos del centro de las ciudades, lo cual lleva tiempo y dinero. Un taxi Bilbao-Loiu se te pone en 25 euros (normal que el autobús existente vaya hasta los topes), y la carrera Barajas-Madrid centro son otros 22, más el suplemento de final o inicio en aeropuerto (vaya jetada). Y no olviden tampoco que hay que ir con cierta antelación al aeropuerto para hacer el check-in de marras (mínimo 45 minutos antes) y/o hacer cola para el embarque. La conclusión: el viaje Bilbao-Madrid o viceversa se me ha puesto en una pasta gansa, por baratos que fueran los billetes, y casi 4 horas de tiempo desde mi casa hasta el destino.

Y todo lo narrado se queda en nada, sin embargo, comparado con historias de otros pasajeros de Iberia que las compartían en las filas, amenizando la espera: "Ayer mi vuelo se retrasó una hora y 55 minutos y perdí el enlace, sin derecho a reclamar por cinco minutos"; "llegamos tarde al aeropuerto de Granada y nos tuvieron que llevar a Málaga y de ahí en bus"; "el avión no salía porque la tripulación ya había cubierto su jornada laboral y no despegamos hasta que llegaron unos de una subcontrata", etcétera, etcétera.

Dicho lo cual, con todos esos datos, los condicionantes arriba expuestos y el globo agarrado por un servidor con Iberia, con Barajas, con los que manejan el cotarro, con los que organizan las cosas y con los que no tienen más narices que hacer cumplir normas estúpidas provocadas por la paranoia norteamericana, proclamo solemnemente que:

En cuanto la red de alta velocidad ferroviaria española esté funcionando convenientemente, y cubra lo que tiene que cubrir (o sea, todo el territorio), va a coger un avión Rita la Pollera.

He dicho. Que no vale para nada, pero te quedas agusto.

4 comentarios: on "Barajas e Iberia, o el arte de dar por saco"

Iñaki Murua dijo...

Había nevado y vete a saber cómo estaba la carretera, pero, y viviendo donde lo haces ahora en el Botxo, el viajes en autobús (y si es en supra, pocas dudas) no es descartable en viajes a Madrid.

Saray dijo...

Buenos, si no te ha tocado esperar 1h30 minutos al lado del cartel "La puntualidad es nuestra meta" o algo asi que dice una publicidad de Iberia es bastante.
Y el dibujito que acompaña el texto... a mi me paso eso. Pero con los baños al otro lado de la cinta para vuelos a USA, por lo que no dejaban ir sin billete a ese pais. Tocate los pies!!!

Para ir a Madrid, ni me lo planteo: Tren o Bus. porque entre llegar al aeropuerto a tomar por c..., el tiempo de adelanto para el check-in y llegar del aeropuerto a destino, (ademas de las emisiones extra) se te planta en el tiempo del tren o bus.

Abuelo dijo...

si ya lo dice el refran (al avion que le den por el c...)
El tren, si sales de iruña te deja en atocha (maraviloso) llegas y lo primero que haces es fumarte un pitillo en el anden(orgasmico) entras en la estacion y como todo provinciano lo primero que ves las palmeritas y las tortugitas (maravilloso) en la calle (pitillo)haces el recadito y a casita en el trenecito del amor,
que hoy en dia tambien tienes clases en el tren, o preferente o turista, con su barico, su peliculica,(maravilloso)
y casi si nunca llegas tarde (maravilloso)

Anónimo dijo...

Para ir de Pamplona a Madrid o Barca yo hace mucho tiempo que paso del atraco del avión: en tren se va de cojón, puntual, con respeto, a mejor precio y con llegada al centro de la ciudad.
En Noain te tratan como delincuente, sales cuando les da la gana -si sales-
y dejas el sueldo para pagar a los controladores.