Se busca explicación de candidato

Dicen que las aguas en UPN están revueltas a cuenta de la propuesta de Yolanda Barcina de que Enrique Maya, director de Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona, sea el candidato regionalista a la alcaldía. Quizá algunos no entienden que se proponga, para ese cargo, a un no afiliado (como lo fue la propia Barcina, dicho sea de paso). Otros argumentan, menudo argumento, que nació en Uruguay. Casi nada con el nivel. Para todo hay solución.

Por LA TXISTORRA DIGITAL

Por puro entretenimiento

Vamos a ver, oigan. Lo de que sea de nacimiento uruguayo es lo de menos, puesto que lleva muchos años por Pamplona (por la Milagrosa, más concretamente), y tampoco nos vamos a poner aquí a solicitar el pedigree a nadie. ¿O sí? Lo de que no sea afiliado puede dar más problemas, básicamente porque parece que el que paga la cuota durante años y años y encima se deja los cuernos por su partido tiene que tener alguna recompensa. Pero vamos, que tampoco sería la primera vez, ni mucho menos. O sea, que por ahí, poco parece que se pueda rascar. Otra cosa es que valoremos que su perfil es muy técnico y poco político, aunque... ¿qué es, exactamente, eso de "perfil político"?

En cualquier caso, y por si quieren tirar de nuestra ayuda, les diremos que nada mejor que crear un buen árbol genealógico para justificar la elección. Si los reyes de Israel descendían de David, y toda la explicación de sus mandatos venía por ahí, hay que hacer que Enrique Maya sea de aquí de toda la vida. Y, a ser posible, explicando de paso que provenga del otro lado del charco.

Y es tan sencillo como esto. De los mayas provienen los vascones, y con ello los primeros navarros. Un día, a un maya le dijeron que no había cojones de ponerse a nadar... y nadó hasta el Cantábrico. De ahí a Pamplona, un paseo. De ese maya provendría (misterios de la fonética) Amaya, la mítica Amaya de Navarro Villoslada, que da nombre a una calle de tanto abolengo como la calle Amaya. Y de Amaya, de nuevo misterios de la fonética euskérica, acabamos en Maya (Enrique y la abeja... esto es por aquello de captar el voto de los que se criaron con el simpático personaje). Todo concuerda, incluso la fonética, cuando se explica con el cuadro que fue paseando por la calle Amaya cuando a Yolanda se le ocurrió el candidato, y exclamó: "¡Ah, Maya!".

Como tampoco es plan de pintarlo todo tan bonito y tan fácil, y porque en toda familia hay una oveja descarriada, hubo una rama de aquellos primitivos mayas que se instaló en otras partes de la Península y que renegó de la y griega. De ahí descenderían Coque Malla y las naranjas de ídem.

Vale, esta explicación es una auténtica chorrada... pero al menos justifica una elección que, si no, y así como de primeras, parece que tiene aún menos justificación. Y, de paso, dejamos aquí un espacio para que nuestros lectores (al menos los que hayan llegado al final de este sinsentido) opinen sobre la propuesta barciniana.