Es probable que alguno de nuestros lectores piense que esta historia de lo ocurrido con la Ley de Policías ya la ha leído. Y no. Ocurre que la historia es la que es, y probablemente ya se conozca; pero cada testimonio, cada visión de la misma, puede agregar algun dato nuevo, o muchas sensaciones diferentes, según quién la escriba. La que aquí presentamos denota una gran decepción con la clase política. Esta nota la publicó Maite, amiga nuestra en Facebook, y nos ha permitido compartirla con nuestros lectores.
Un texto de MAITE GONZÁLEZ GABARI
Con mucha indignación
Hace ya más de 30 años que un grupo de demócratas convencidos hicieron el esfuerzo de intentar hacer llegar los derechos que el franquismo había coartado a toda la sociedad española. Para que este sueño se hiciera realidad estudiaron y crearon una Ley de Partidos, que incluía a todos los partidos demócratas, incluyendo al comunista, algo impensable hasta aquel entonces. Aquellos políticos de entonces, comprometidos con la sociedad, con esa sociedad hambrienta de derechos, se esforzaron por sacar adelante un nuevo Sistema, creado de la nada, con el Rey Don Juan Carlos y Adolfo Suárez como protagonistas, además de un equipo seleccionado de personas cautas, serias y que deseaban la libertad ante todo.
Desde aquellos tiempos hasta ahora, el panorama político ha cambiado radicalmente. Aquéllos políticos que vivían por y para el país y el ciudadano, que lucharon para conseguir un Estado de Derecho y Bienestar, han sido sustituidos por un corrillo de vividores que viven del país y del ciudadano.
Los políticos de hoy en día, llegan al poder y ya por el mero hecho de llegar a esta posición, disponen de una serie de privilegios, presentes y futuros que, para el resto de la sociedad son impensables, totalmente desacordes con la situación de crisis que copa todas las portadas de los periódicos. Pero para ellos es como si esta situación no existiera, vemos cada día cómo siguen viviendo a lo grande mientras el ciudadano de a pie hace frente a su economía a duras penas, observando cómo además, derechos que habían sido conseguidos tras duros años de negociación colectiva, el Gobierno se los birla con sólo publicar un Decretazo, véase la Ley de Pensiones, la futura jubilación a los 67, el 5% de disminución de sueldo de los funcionarios, contraviniendo en ocasiones el Estatuto de los Trabajadores, Ley por excelencia de todos los trabajadores, sin que les tiemble siquiera el pulso.
Políticos navarros y la ley de Policías
Los políticos han pasado a ser esos chupópteros, gorrones e impresentables que, haciéndose valer de su puesto, aprovechan para, con el dinero del contribuyente, vivir como faraones, cobrando sueldos que pueden llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes (recordemos que el SMI en España es de 624 €/mes), con servicio de chófer y aparcamiento en la puerta del restaurante de lujo, sin gastarse un solo euro en gasolina para realizar quehaceres que nada tienen que ver con su cargo público, ya que los coches oficiales los utilizan para todo menos para lo que deben, véase las sesiones del hemiciclo en las que falta la mitad de sus señorías…, por no hablar de la exención de tributar, ni de los 7 años que les bastan a los diputados para percibir la Pensión de Jubilación, esta última en su cuantía máxima por el mero hecho de jurar el cargo. Hace poco Rosa Díez propuso una votación para que dicha cuantía no fuera en su grado máximo y… sorpresa, salió mayoría de NO. Ellos no tienen sistema de incompatibilidad por puesto de trabajo, ellos pueden cobrar todos los sueldos, dietas, prebendas, regalos de entidades financieras, etc… que deseen, faltaría más.
Y ahora, como no quieren perder nada de esos privilegios, deciden con cara de compungidos, que la crisis va a correr a cargo de los trabajadores y, sobre todo, de ese colectivo tan privilegiado que es el funcionariado.
En Navarra, no contentos con bajarles el sueldo en mayo, deciden apretar un poco las tuercas y aprovechando la manía que el Consejero de Presidencia, Justicia e Interior, D. Javier Caballero tiene a las Policías de Navarra, este se pone manos a la obra y decide ahorrarse también alguna convocatoria de policías, haciendo a los que están, trabajar cómo y cuándo los jefes esos que han puesto en las comisarías desean, para ello, se saca de la manga una nueva Ley de Policías de Navarra, que “moderniza” según él la anterior, de 2007, y así, por arte de birlibirloque, comienzan a desaparecer derechos constitucionales y derechos adquiridos vía negociación colectiva, y además, como las elecciones están muy cerca y UPN no tiene mayoría para poder aprobar dichas modificaciones por sí sola en el Parlamento de Navarra, se reúne con el PSN y le promete unas cuantas porciones del pastel para que le ayude a “poner en su lugar a estos policías tan vagos”. Y con esos apoyos, sin que nadie de PSN se leyera siquiera las enmiendas, aprueban la nueva Ley de Policías, con el resto de partidos democráticos en contra, negándose por primera vez en la historia del Parlamento de Navarra a que las enmiendas pasaran por el Consejo de Navarra, órgano de gran prestigio, no vinculante, de dicha Institución. Pero no se dan cuenta de que han abierto la Caja de Pandora y todo lo que los policías, sobre todo en Policía Municipal de Pamplona, llevaban sufriendo desde que Simón Santamaría llegó a Jefatura, sale disparado, provocando una unión sin límites ni fisuras, tanto en el colectivo como en el 100% de los representantes sindicales.
El PSN, ante las concentraciones de los policías en la calle, las críticas, las filtraciones a la prensa y la guerra sin cuartel a coches oficiales, etc…, decide leerse el texto y, cual es su sorpresa, cuando descubren que hay vulneraciones flagrantes a derechos, acuerdos sindicales y que, si siguen por este camino, el descalabro en Cataluña no va a ser nada con el que van a sufrir en Navarra. Por ello, camuflan tres enmiendas a los puntos más conflictivos de la nueva ley en la Ley de Presupuestos, que, finalmente se aprueban en sesión del Parlamento el pasado día 22 de diciembre.
En ese punto estamos ahora, a la espera del siguiente movimiento de ficha, con las elecciones a la vuelta de la esquina y con todo el colectivo policial en pie de guerra, dispuesto a sacar a la luz pública todo lo que los políticos quieren tapar. Quizás este sea el final de una era y podamos volver a ver políticos íntegros y comprometidos, que vivan por y para el ciudadano, no lastrándolo y utilizando su poder para hacer y deshacer a su antojo. Espero que así sea, por el bien de todos.
Desde aquellos tiempos hasta ahora, el panorama político ha cambiado radicalmente. Aquéllos políticos que vivían por y para el país y el ciudadano, que lucharon para conseguir un Estado de Derecho y Bienestar, han sido sustituidos por un corrillo de vividores que viven del país y del ciudadano.
Los políticos de hoy en día, llegan al poder y ya por el mero hecho de llegar a esta posición, disponen de una serie de privilegios, presentes y futuros que, para el resto de la sociedad son impensables, totalmente desacordes con la situación de crisis que copa todas las portadas de los periódicos. Pero para ellos es como si esta situación no existiera, vemos cada día cómo siguen viviendo a lo grande mientras el ciudadano de a pie hace frente a su economía a duras penas, observando cómo además, derechos que habían sido conseguidos tras duros años de negociación colectiva, el Gobierno se los birla con sólo publicar un Decretazo, véase la Ley de Pensiones, la futura jubilación a los 67, el 5% de disminución de sueldo de los funcionarios, contraviniendo en ocasiones el Estatuto de los Trabajadores, Ley por excelencia de todos los trabajadores, sin que les tiemble siquiera el pulso.
Políticos navarros y la ley de Policías
Los políticos han pasado a ser esos chupópteros, gorrones e impresentables que, haciéndose valer de su puesto, aprovechan para, con el dinero del contribuyente, vivir como faraones, cobrando sueldos que pueden llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes (recordemos que el SMI en España es de 624 €/mes), con servicio de chófer y aparcamiento en la puerta del restaurante de lujo, sin gastarse un solo euro en gasolina para realizar quehaceres que nada tienen que ver con su cargo público, ya que los coches oficiales los utilizan para todo menos para lo que deben, véase las sesiones del hemiciclo en las que falta la mitad de sus señorías…, por no hablar de la exención de tributar, ni de los 7 años que les bastan a los diputados para percibir la Pensión de Jubilación, esta última en su cuantía máxima por el mero hecho de jurar el cargo. Hace poco Rosa Díez propuso una votación para que dicha cuantía no fuera en su grado máximo y… sorpresa, salió mayoría de NO. Ellos no tienen sistema de incompatibilidad por puesto de trabajo, ellos pueden cobrar todos los sueldos, dietas, prebendas, regalos de entidades financieras, etc… que deseen, faltaría más.
Y ahora, como no quieren perder nada de esos privilegios, deciden con cara de compungidos, que la crisis va a correr a cargo de los trabajadores y, sobre todo, de ese colectivo tan privilegiado que es el funcionariado.
En Navarra, no contentos con bajarles el sueldo en mayo, deciden apretar un poco las tuercas y aprovechando la manía que el Consejero de Presidencia, Justicia e Interior, D. Javier Caballero tiene a las Policías de Navarra, este se pone manos a la obra y decide ahorrarse también alguna convocatoria de policías, haciendo a los que están, trabajar cómo y cuándo los jefes esos que han puesto en las comisarías desean, para ello, se saca de la manga una nueva Ley de Policías de Navarra, que “moderniza” según él la anterior, de 2007, y así, por arte de birlibirloque, comienzan a desaparecer derechos constitucionales y derechos adquiridos vía negociación colectiva, y además, como las elecciones están muy cerca y UPN no tiene mayoría para poder aprobar dichas modificaciones por sí sola en el Parlamento de Navarra, se reúne con el PSN y le promete unas cuantas porciones del pastel para que le ayude a “poner en su lugar a estos policías tan vagos”. Y con esos apoyos, sin que nadie de PSN se leyera siquiera las enmiendas, aprueban la nueva Ley de Policías, con el resto de partidos democráticos en contra, negándose por primera vez en la historia del Parlamento de Navarra a que las enmiendas pasaran por el Consejo de Navarra, órgano de gran prestigio, no vinculante, de dicha Institución. Pero no se dan cuenta de que han abierto la Caja de Pandora y todo lo que los policías, sobre todo en Policía Municipal de Pamplona, llevaban sufriendo desde que Simón Santamaría llegó a Jefatura, sale disparado, provocando una unión sin límites ni fisuras, tanto en el colectivo como en el 100% de los representantes sindicales.
El PSN, ante las concentraciones de los policías en la calle, las críticas, las filtraciones a la prensa y la guerra sin cuartel a coches oficiales, etc…, decide leerse el texto y, cual es su sorpresa, cuando descubren que hay vulneraciones flagrantes a derechos, acuerdos sindicales y que, si siguen por este camino, el descalabro en Cataluña no va a ser nada con el que van a sufrir en Navarra. Por ello, camuflan tres enmiendas a los puntos más conflictivos de la nueva ley en la Ley de Presupuestos, que, finalmente se aprueban en sesión del Parlamento el pasado día 22 de diciembre.
En ese punto estamos ahora, a la espera del siguiente movimiento de ficha, con las elecciones a la vuelta de la esquina y con todo el colectivo policial en pie de guerra, dispuesto a sacar a la luz pública todo lo que los políticos quieren tapar. Quizás este sea el final de una era y podamos volver a ver políticos íntegros y comprometidos, que vivan por y para el ciudadano, no lastrándolo y utilizando su poder para hacer y deshacer a su antojo. Espero que así sea, por el bien de todos.
5 comentarios: on "Policías indignados (¿otra más?)"
Vaya...o sea que "amenazan con hablar" si no atienden a sus reivindicaciones. Y si les atienden, entonces calladitos.
Vaya vaya.
Los policías quieren mostrar al ciudadano los privilegios que los políticos navarros tienen, está a la vista de todos, pero hay gente que no quiere verlos. Hay policías que llevan años denunciando a coches oficiales, aunque sea ahora cuando sale a la luz pública, aun a costa de ser expedientados.
me sumo a mikel..
* "Vaya...o sea que "amenazan con hablar" si no atienden a sus reivindicaciones. Y si les atienden, entonces calladitos.
Vaya vaya."
Se te ha visto el plumero, eres el mismo, vaya vaya, jajajaj
Pero qué dííííse, pisha!?
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