Hace bastantes meses el Ayuntamiento de Pamplona cambió el nombre de veintiuna calles de la Chantrea por su carácter franquista (bien es cierto que por obligación legal, y como muchas otras veces para no meter la pata no aplica la ley hasta que no hay más remedio al ser requerido por el órgano judicial o administrativo competente, así de prudentes son nuestros ediles) pero no el de la Plaza del Conde de Rodezno que adolecía de parecida tara. Bueno, sí, se cambió un poquito, sólo las placas que ahora en vez de recordar al séptimo conde, ministro franquista, rinden homenaje al título nobiliario establecido en 1790, e indirectamente a los ocho condes que han sido y a los futuros que lo sean.
Se alegaron por el equipo de la señora Barcina las innumerables molestias que supone para los vecinos tener que sufrir un cambio de nombre para justificar el cambio/no cambio del Conde de Rodezno por el Conde de Rodezno. Algunos deslenguados ya dijeron que no se quería molestar a los 680 vecinos de Conde de Rodezno pero en cambio no importaba molestar a los 3.604 vecinos de la Chantrea afectados, probablemente mucho menos estusiasmados en votar a UPN y mucho menos encariñados con los nombres anteriores.
Pues bueno, tenemos la prueba de que tal acusación era falsa y bien falsa.
A pocos metros de la Plaza del Conde de Rodezno, en el mismo barrio, con vecinos del mismo perfil sociológico y seguramente electoral, para el Ayuntamiento no ha sido problema ninguno el provocar las correspondientes molestias de cambiar el nombre de una calle. Tal como se prueba con la placa cuya fotografía mostramos, no ha tenido contemplaciones con ellos y les ha condenado a perpetuidad a tener que dar un exceso de explicaciones. Queda acreditado que los vecinos son iguales vivan en la Chantrea o en lo más selecto del Segundo Ensanche.
1 comentarios: on "Cambios de nombre"
Juan Pablo II obra milagros como éste. Por tener una calle en loor de santidad, algunos pamploneses hacen y aceptan lo que sea.
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