No tan prietas las filas

Malos tiempos en Ferraz. Una encuesta de hoy pone al PSOE a 14 puntos del PP. El presidente castellano-manchego, Barreda, está en el ojo del huracán tras unas declaraciones sobre el liderazgo de Zapatero que no han gustado a la dirección de su partido. No es el único dirigente autonómico que intenta sacar pecho, ya que otros más se unen para pedir cambios en el Gobierno nacional. Los que quieren ganar "en su pueblo" tratan de desmarcarse de una marca que está en caída libre: la del PSOE. Sea por los resultados de los sondeos, por la crisis, o por lo ocurrido en las primarias de Madrid, las filas no están nada prietas.

Por LUIS FERNÁNDEZ
Comentarista y comentador

Se atribuye a Konrad Adenauer la frase de “en política hay adversarios, enemigos y compañeros de partido“. La victoria de Tomás Gómez en las elecciones primarias en Madrid no ha hecho sino abrir la caja de los truenos en el PSOE. La derrota de Trinidad Jiménez, candidata de Zapatero, Blanco y Rubalcaba –el triunvirato socialista–, no ha sentado nada bien en el entorno cercano al presidente del Gobierno. Por mucho que el discurso oficial socialista repita que, tras la victoria de Gómez, ha ganado la democracia interna.

Nada más lejos de la realidad. Miembros de la ejecutiva socialista han aceptado el resultado de las primarias del PSM con la boca pequeña. Personas del círculo del presidente han amenazado sotto voce al candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid con un “cuando te gane Aguirre a ver como lo explicas, amigo, ahí te esperamos”. Un arrieritos somos y por el camino nos encontraremos, aunque mucho menos sutil. En el PSOE, ya lo dijo Alfonso Guerra hace casi treinta años, “el que se mueve no sale en la foto”. Todo un aviso a los navegantes que van contra la corriente oficial.

No sería la primera vez. Un candidato socialista ya fue amenazado por un miembro de la dirección nacional del PSOE en 1999. Si no sacaba buenos resultados electorales en su autonomía, se podía ir despidiendo de su puesto. El resultado electoral fue discreto, pero permaneció como dirigente en su federación. Ocho meses después, Almunia perdía estrepitosamente las elecciones generales del 2000 y, la misma noche electoral, dimitía de su cargo y con él toda su ejecutiva. El asunto quedó así. Pero unos años después, con Zapatero ya como secretario general, el dirigente autonómico fue abandonado a su suerte por Ferraz. Con unos años de retraso, alguien se cobró la pieza.

Lo mismo que Ferraz, Prisa no olvida. La noche de las primarias socialistas madrileñas el diario El País titulaba “Gómez gana a Zapatero”. El pasado martes el diario madrileño también hizo pública una información sobre la tensa reunión de la Comisión Ejecutiva del PSOE del día después a la victoria de Gómez. Estos movimientos indican que Prisa ha abandonado a su suerte a un gobierno socialista cada día más debilitado, en claro declive y con todas las encuestas en contra. A esto se añade que Prisa quiere cobrar el apoyo del entorno del Presidente Zapatero a Mediapro en la enésima “guerra del fútbol”, entre los dos grupos mediáticos próximos al socialismo.

Los dieciocho meses que quedan hasta el final de la legislatura –que posiblemente agotará Zapatero– serán los más duros desde que fue nombrado Secretario General del PSOE hace diez años. El divorcio de la ciudadanía con el PSOE es total. Al hasta ahora incuestionado líder se le añade un nuevo problema: la paz interna en las filas socialistas.

Este problema lo había solventado bien, ganando las elecciones generales 2004 y 2008. Con las autonómicas de 2007 y, a pesar de haber obtenido un resultado discreto en algunas Comunidades, no hubo ninguna fisura en las filas socialistas. En 2009, la pérdida de la Xunta de Galicia se equilibró con el acceso del candidato socialista vasco a la Lehendakaritza y no se escuchó ninguna voz crítica. Como tampoco tras la victoria del PP en las europeas de ese mismo año. Eran otros tiempos. Después de las elecciones catalanas de noviembre y, con más fuerza, tras las municipales y autonómicas de 2011, todo apunta hacia una nueva lucha en el PSOE para posicionarse en las generales de 2012. Es muy posible que, tras su salida de la Moncloa, ZP abandone la Secretaria General del PSOE.

Por ello, las veladas amenazas a Gómez pueden volverse en contra de la ejecutiva socialista, tras la más que previsible debacle de ZP –si finalmente decide presentarse– en 2012, a tenor de una encuesta conocida la semana pasada.

Las navajas, ya ven, están en todo lo alto.