KOLDO MÉNDEZ GALLEGO
Concejal de Bérriz por el PSE
Quiero explicaros los hechos sucedidos el martes por la tarde, saliendo al paso de la versión falsa que difunden casi todos los medios de comunicación. Y quiero pediros que defendáis mis derechos más elementales, y mi integridad física.
Cuando salía del Corte Inglés acompañado por mi nieto pequeño, y por mis escoltas ya que soy concejal del PSE de Bérriz, me tropecé con el dispositivo que abría paso a la comitiva de los Príncipes de Asturias. Mandé a los escoltas con mi nieto a que se retirasen de la zona. Siguiendo mis convicciones republicanas encabecé gritos secundados por buena parte de los asistentes, del tenor de “viva la república, monarquía franquista, monarquía asesina este pueblo tiene memoria histórica”. En ningún momento proferí las expresiones que algunos medios de comunicación me atribuyen ni otras semejantes. Ejercí el derecho a la libertad de expresión que como ciudadano me corresponde y que cualquier institución democrática respetaría.
Cuando hubo pasado el cortejo monárquico, un agentes de la Ertzaintza se dirigió a mi diciéndome si estaba contento, le respondí que estaba ejerciendo mi derecho de expresión, se abalanzaron sobre mí sin mediar palabra, asiéndome por el cuello y arrastrándome hasta la entrada de la iglesia de los Jesuitas, donde me golpeaban cuando se agolparon ante la puerta numerosos ciudadanos indignados por el proceder policial.
Sin duda para cubrir esa vergonzosa actuación policial, alguien difundió a las agencias EFE, Europa Press y medios de comunicación la versión falsa que se ha publicado, inventando que los agentes me pidieron que me callase, luego me pidieron la identificación, y ante mi supuesta negativa me detuvieron. Ésa sería la actuación democrática de una policía, pero la intervención policial de la que fui víctima no tuvo nada de democrática. Esos métodos continuaron en la comisaría de la Ertzaintza de Deusto, donde fui arrojado al suelo y golpeado reiteradamente.
Como resultado de esa brutalidad, me trasladaron al ambulatorio de Deusto primero y luego en el hospital de Basurto. Resulté con los ligamentos del hombro y de la rodilla severamente castigados (tengo el hombro “dislocado”) y con lesiones en el abdomen que tienen tanta mayor gravedad cuanto que estoy operado recientemente. De hecho, he estado durante horas alimentado mediante sueros.
Por mi parte, estoy preparando una denuncia contra la actuación policial.
Compañeros, yo respeto el derecho de cualquiera a tener convicciones monárquicas, no pido a nadie que comparta mis ideas republicanas, de tan honda raigambre en el movimiento socialista y obrero y tan difundidas también entre la juventud actual.
Lo que sí pido a mi partido y a mi sindicato, a todas las organizaciones democráticas es que defiendan mis derechos democráticos, que son los derechos democráticos de todos. Frente a la brutalidad policial y frente al linchamiento en algunos medios de comunicación que inicialmente no verificaron los hechos como corresponde a medios libres, aunque luego he recibido muchas peticiones de información.
Convendréis conmigo en que la difícil situación del País Vasco requiere ante todo el respeto de los derechos democráticos. Si no, no hay salida, eso es lo que defendemos jugándonos la vida los cargos socialistas.
Cuando salía del Corte Inglés acompañado por mi nieto pequeño, y por mis escoltas ya que soy concejal del PSE de Bérriz, me tropecé con el dispositivo que abría paso a la comitiva de los Príncipes de Asturias. Mandé a los escoltas con mi nieto a que se retirasen de la zona. Siguiendo mis convicciones republicanas encabecé gritos secundados por buena parte de los asistentes, del tenor de “viva la república, monarquía franquista, monarquía asesina este pueblo tiene memoria histórica”. En ningún momento proferí las expresiones que algunos medios de comunicación me atribuyen ni otras semejantes. Ejercí el derecho a la libertad de expresión que como ciudadano me corresponde y que cualquier institución democrática respetaría.
Cuando hubo pasado el cortejo monárquico, un agentes de la Ertzaintza se dirigió a mi diciéndome si estaba contento, le respondí que estaba ejerciendo mi derecho de expresión, se abalanzaron sobre mí sin mediar palabra, asiéndome por el cuello y arrastrándome hasta la entrada de la iglesia de los Jesuitas, donde me golpeaban cuando se agolparon ante la puerta numerosos ciudadanos indignados por el proceder policial.
Sin duda para cubrir esa vergonzosa actuación policial, alguien difundió a las agencias EFE, Europa Press y medios de comunicación la versión falsa que se ha publicado, inventando que los agentes me pidieron que me callase, luego me pidieron la identificación, y ante mi supuesta negativa me detuvieron. Ésa sería la actuación democrática de una policía, pero la intervención policial de la que fui víctima no tuvo nada de democrática. Esos métodos continuaron en la comisaría de la Ertzaintza de Deusto, donde fui arrojado al suelo y golpeado reiteradamente.
Como resultado de esa brutalidad, me trasladaron al ambulatorio de Deusto primero y luego en el hospital de Basurto. Resulté con los ligamentos del hombro y de la rodilla severamente castigados (tengo el hombro “dislocado”) y con lesiones en el abdomen que tienen tanta mayor gravedad cuanto que estoy operado recientemente. De hecho, he estado durante horas alimentado mediante sueros.
Por mi parte, estoy preparando una denuncia contra la actuación policial.
Compañeros, yo respeto el derecho de cualquiera a tener convicciones monárquicas, no pido a nadie que comparta mis ideas republicanas, de tan honda raigambre en el movimiento socialista y obrero y tan difundidas también entre la juventud actual.
Lo que sí pido a mi partido y a mi sindicato, a todas las organizaciones democráticas es que defiendan mis derechos democráticos, que son los derechos democráticos de todos. Frente a la brutalidad policial y frente al linchamiento en algunos medios de comunicación que inicialmente no verificaron los hechos como corresponde a medios libres, aunque luego he recibido muchas peticiones de información.
Convendréis conmigo en que la difícil situación del País Vasco requiere ante todo el respeto de los derechos democráticos. Si no, no hay salida, eso es lo que defendemos jugándonos la vida los cargos socialistas.
El presente comunicado nos ha llegado a través de redaccion@latxistorradigital.com, y lo publicamos de forma íntegra, sin extractarlo.
3 comentarios: on "Habla el concejal acusado de insultos a los Príncipes"
MUY MUY INTERESANTE. ESTO ES MUY DISTINTO DE LO QUE NOS ESTABAN HACIENDO CREER. MUY OPORTUNO SI SEÑOR.
Ya estamos con el abuelo rojeras de turno. La entrevista seguro que la habéis sacado del Público, el panfleto infame ese. Con tal de enredar...
Pues tiene merecidos los palos que se llevó. ¿Insultar a los Juankartarras, a quién se le ocurre? Si no te infla la poli, te inflan los escoltas...
Y aluego, endemás, engrede a los ertzainas que se vieron obligados a reducirlos (a él y a su nieto, que viene fino también).
Aupa Juankar, aupa Leti!
Campanario, herria zurekin!
Patética la actuación del señor funcionario con presunción de veracidad por decreto ley.
De lo malo malo, me alegro que el afectado sea concejal, ya que seguro que le meten un puro al madero de la hostia, no es que me alegre por que sea concejal, si no que desde su posición, le será mas facil pedir justicia que a un ciudadano de a pié.
Un saludo y mi mas sincera solidaridad.
¡Viva la República!
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