El Palacio de Diputación incumple la ley

Por LA TXISTORRA DIGITAL

Apatrullando la capital

Suponemos que, si nos referimos a la Ley Foral 24/2003, del 4 de abril, pocos lectores sabrán de qué hablamos. Es lo que tienen las leyes: que nadie las conoce por su nombre oficial, número-barra-año, sino por el oficioso. Pues bien: el nombre oficioso de la ley arriba mencionada es "Ley de Símbolos de Navarra". Sí, ésa que vale, sobre todo, para evitar que aparezca una ikurriña en un Ayuntamiento o cerca, y permitir que el hecho sea sancionado. Porque, de lo que es la parte referente al Franquismo, se preocupaba lo justico.

Dice esa ley que "en el exterior de todas las sedes administrativas y edificios de servicios de las Instituciones Forales y de las Corporaciones de derecho público en Navarra" deberán ondear la bandera de Navarra y, de forma preeminente, la de España "en los términos establecidos en la Ley 39/1981, de 28 de octubre". También "la de Europa cuando así se establezca formalmente". Pues bien: ayer, en el Palacio de Diputación, en la fachada que da al Paseo Sarasate, se incumplía flagrantemente la legalidad.

En la imagen principal de este post pueden ver cómo estaban los mástiles ayer a eso de las seis y pico de la tarde. La bandera de Navarra, mástil vacío, y la bandera de Europa. ¿Por qué? Resulta que, por la mañana (sobre las doce del mediodía), el balcón lucía tal como vemos en la foto de la izquierda: la enseña española estaba caída (¿toda una metáfora?), probablemente descosida del mástil. Prácticamente se podía tocar desde la calle. Entre ambas fotos pasó, suponemos, una de estas dos opciones:

OPCIÓN A: Siendo día de fiesta, no hubo forma de que nadie remendase la bandera y la colocara convenientemente, por lo cual algún empleado de Diputación optó por quitarla para que no quedara así de cutre.

OPCIÓN B: Alguien aprovechó que la bandera estaba al alcance de la mano para llevársela a casa, delante de las narices de la Policía Foral ubicada en el lugar (opción más dudosa).

Si ocurrió lo segundo, es de risa. Y si ocurrió lo primero, también: ¿acaso resulta que no hay en el Palacio de Diputación, sede del Gobierno de Navarra, una bandera española de repuesto para estas contingencias? Sea como sea, durante esas horas desapareció la bandera española del edificio que es sede del Gobierno foral. Suponemos que no habrá multa. Pena. Sería gracioso.