Comunidades mal avenidas

Por LA TXISTORRA DIGITAL

De safari arquitectónico

La fachada de arriba no está ni en Budapest, ni en La Habana, ni en Groznik. Anda en Mendillorri. Sí, sí. No es de una casa construída en los 60, ni está en la costa atacada por la humedad y el salitre. O sea: está hecha una mierda no sólo por los condicionantes externos, sino probablemente por la calidad de los materiales, la pintura y el metal de las balconadas. Le da un toque decadente a la zona que no queda mal en foto, pero que para verlo en tu casa no es plato de gusto.

Algo similar ocurría con un bloque de Urpasa que cierra, de momento, el Boulevard del Arga, en la confluencia con la calle Arbizu. La pintura gris que decoraba en parte la fachada se desconchó apenas 2 años después de que se entregaran las casas. La constructora, eso sí, lo arregló. La pregunta es si alguien arreglará la de Mendillorri, puesto que por esa zona era Construcciones Flores una de las empresas más metidas en las obras. Y vaya usted a reclamar ahora algo a Flores. Ni flores, permítannos la broma.

Hablando de fachadas: hace unos días leíamos en prensa que las ayudas de Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de Pamplona para la rehabilitación de fachadas y tejados, el cambio de ventanas y puertas y la remodelación de cocinas había "disparado" este tipo de obras. Lo cual no significa que siempre se hagan con criterio.

La fachada de la derecha, la del antiguo Hotel El Cisne en la Plaza del Castillo, fue arreglada hace tiempo. Una mitad del edificio pintó la fachada y hasta las letras del rótulo; la otra no. En el bloque habría, imaginamos, dos comunidades mal avenidas (de ahí el título del post: no iba por Navarra y la CAV, malpensaos). Con el tiempo, la diferencia de color se ha paliado algo, aunque sea lo justo. Imaginamos que algo parecido ocurrirá en la fachada de la izquierda, en San Ignacio... pero ahora, la sensación es realmente extraña. Y más, imaginamos, para los propietarios del restaurante Casa Manolo, que tiene su local en ambas comunidades y le han pintado una parte sí y la otra no.

Suponemos que las comunidades de vecinos no se llevarán bien, o que una parte del bloque será de la cofradía del puño y la otra menos. Pero el Ayuntamiento podría pedir que, ya puestos, se arregle toda la fachada. Más que nada porque, ya que liamos los andamios y todo... hagamos aprovechamiento de recursos (¿se dice así, Jimi?) y minimicemos los gastos fijos.

Por cierto: en Cortes de Navarra, apenas a 4 portales de la casa de San Ignacio que mostramos, hay otro edificio igual. Blanco y negro, limpio y sucio, ying y yang. Quizá sea también una metáfora de esta ciudad.