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Economía

lunes, 23 de noviembre de 2009

El político y las imágenes

Por JUAN JOSÉ DOMÍNGUEZ
Politólogo y analista político


Los arrantzales vascos del Alakrana no han querido someterse a ningún sainete publicitario por razones personales, no políticas. Lo narraba el excelente periodista Mikel Otaegi en la portada de El Mundo el pasado sábado. A buen seguro, a más de un dirigente político de primera fila le habrá escocido quedarse sin la foto deseada o el momento de gloria del telediario, en el que hubiésemos visto a un séquito de autoridades repartiendo besos, abrazos y salutaciones. Pero no. Las familias han dicho que no. Es lo que sucede cuando la dignidad de las personas, incluso en situaciones emocionales de mucha intensidad, consigue zafarse de la rapiña institucional a la caza de una imagen.

La información gráfica o televisiva posee un valor enorme. No sólo porque muestra el instante de un suceso y sirve como propaganda institucional, sino, también, porque la imagen resume la visión parcial, elaborada y dirigida de un hecho. Y como decía Nietzche: “No hay hechos, sólo interpretaciones”, o lo que es lo mismo: a partir de un acontecimiento, lo demás son razonamientos individuales en función de qué ojos lo miren.

Por eso mismo, cuando la prensa o las televisiones publican o editan las imágenes, la visión es parcial. Premeditada. Y el ciudadano, de ordinario, acepta como válido lo que le ofrecen. Y si además no necesita pensar porque todo se explica por medio de imágenes, pues mejor. Es decir, la crítica y el cuestionamiento de la noticia quedan relegados a un segundo término y el espectador prefiere aceptarlo tal cual. La manipulación entra en escena.

El hecho de que los familiares pidieran meter ruido mediático por la incompetencia del Gobierno vasco y el central en la gestión del secuestro de los “piratas” somalíes, no obliga a las mujeres y a los hijos de los pescadores tras la liberación a posar con los cargos políticos delante de las cámaras como si se tratase de la pasarela Cibeles. La obligación de la diplomacia española era buscar una solución para salvar las vidas de 36 seres humanos. Nada más. Lo que ocurra a partir de ahora y la realidad de Somalia es otro cantar.

Pero volvamos a las imágenes. El principal propósito de los políticos de toda índole radica en aparecer en los medios de comunicación el mayor número de veces posibles, con el fin de proyectar su presencia pública y de este modo mostrar a la ciudadanía que los gestores públicos trabajan y cumplen las promesas. Da lo mismo que sea para inaugurar unos columpios rodeado de niños, cortar una cinta o, simplemente, para contarnos una tontería carente de interés. Se trata, pues, de ocupar una página en el periódico al día siguiente o unos segundos en el informativo de televisión. Para eso están, entre otras razones, los gabinetes de comunicación de los partidos políticos, consejerías, ministerios o alcaldías.

Pero como vivimos en “democracias de audiencias” y gestionar las emociones, aunque sea a costa de remover los más bajos instintos, da sus frutos, la clase política utiliza cualquier mecanismo de propaganda y contra información con el fin de sacar rédito electoral. Y siempre, siempre, en beneficio propio.

Como decía al principio, a veces se dan excepciones, y los familiares vascos del Alakrana han mostrado una dignidad encomiable. Habrá quien defiende la libertad de expresión para informar de todo cuanto acontece. Nada que objetar. Pero no a cualquier precio. El secuestro del atunero vasco no es el programa Supervivientes ni el plató donde Belén Esteban muestra sus miserias humanas.

6 comentarios: on "El político y las imágenes"

Anónimo dijo...

Señor Domínguez: le felicito porque además de escribir bien, no se aminala y si hay que ser incorrecto con educación, usted lo es.
Bravo

Jurdan Arretxe dijo...

En efecto. Veremos si sienta precedente con respecto a futuras desgracias de índole diversa.

Anónimo dijo...

muy bueno el post de Juajo Domínguez y fantástica la mancheta de hoy... casi me muero de la risa.....

Anónimo dijo...

Que las familias no se prestaran a fotos junto a políticos es casi cierto.

No olvidemos que Deia montó una entrega de premios a los familiares de los secuestrados, que le valió como foto de portada. En ese paripé estuvo presente y magníficamente retratado el excelentísimo alcalde de Bermeo.

Parece que al PNV unas víctimas le gustan mucho. Otras, no tanto.

Novoto dijo...

Esto me recuerda al asesinato de Isaías Carrasco en los días previos a las elecciones generales de marzo de 2008. Ciertos jerifaltes del PSOE se peleaban por salir al lado de las hijas y mujer del pobre Isaías,incluyendo polémicas victimistas de Patxi López and company. En ese empeño en sacar la cabeza junto a las hijas destacaba Chaves,que salía en "imágenes telediarias" hasta en la sopa. Chaves,como ejemplo más evidente,demostró que le importaba más rascar X votos que la dignidad de los familiares. Los peces gordos-sucios del PSOE yo creo que le siguieron el juego sucio a ETA.Si no hubieran querido rascar sucios votos,se habrían mantenido al margen,en los medios,por lo menos unos días.

Langostinos y lentejas dijo...

Si sois de amplias tragaderas podéis disfrutar en este enlace de otra visión del papel de los familiares vascos del Alakrana de un ser discreto donde los haya y de una gran categoría moral.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/20/opinion/1258722332.html

¡Qué aproveche!