Miguel Sanz, a la conquista de África

Por EL FILIBUSTERO

Preocupado por los experimentos

Dios salve al rey de Navarra. No hemos tenido otras santas narices que irnos a negociar con Caja Canarias. Al parecer, como el coste de mantenimiento de la operación de expansión de Caja Navarra era insostenible, nos hemos sacado del sombrero la idea de crear una empresa común con cuantas cajas se quisieran apuntar, de tal manera que, bajo una misma marca, consigamos diluir los costes estructurales en los que nos habíamos metido.

El caso es que la idea parece buena, y al menos no canta tanto como el lease-back de las oficinas centrales de la entidad; pero no termino de entender cómo después de haberlo ofrecido a múltiples entidades, tan solo ha aceptado Caja Canarias, y se han quedado en el camino Cantabria, Baleares, Granada y Galicia.

La estrategia, sin duda, es interesante para alguien que tenga fuera de sus fronteras un agujero económico que se hace cada día más grande, pero también contempla los riesgos inherentes a vender un modelo de negocio basado en la banca cívica - que, como cualquier persona con algunos estudios sabe, es un modelo basado en la ineficiencia de la gestión de la obra social - . Véase: “mira, mete tu dinero aquí y podrás elegir en qué nos gastamos el dinero que ganamos contigo”; da igual que quien lo meta no tenga criterio alguno, ni tan siquiera para pedirle a la caja que, en lugar de ganar tanto dinero, le recorte un poco los intereses... o para sugerirle que la primera obra social que podrían hacer es abrir la financiación a tantas y tantas empresas que se la han solicitado. Eso sí que hubiese sido un ejercicio de solidaridad.

El otro factor que defiende M. Sanz es la complementariedad de la operación. Para él, es ideal, porque Caja Canarias tiene su modelo de negocio orientado al turismo y Caja Navarra a la Industria y al mundo empresarial. Claro, amigo, claro. Canarias: Sol, turistas, playas. Navarra: Sanfermines y el resto del año a currar. Aunque suponemos que en el curso del IESE que te regalaron, no acabarías de pillar el concepto de que la sinergia se aprecia cuando 2 + 2 suman más de 4. Pero, en fin, no vamos a aburrir a los lectores txistorreros con conceptos del management empresarial. A no ser que descubramos más complementariedades entre nuestras cajas y regiones, como la de la existencia de partidarios de la independencia regional... Dos ejemplos: "Canarias Africana" one y two.

La cuestión es que, como siempre, la cosa igual les sale bien y todo. Resulta increíble, puesto que nuestros personajes vuelven a demostrar que son unos aldeanos, que antes se van a las Islas Canarias que a alcanzar un acuerdo con una entidad francesa, que les pudiera abrir otro tipo de mercados. O igual es que los franceses tienen miedo de juntar los duros en una misma cartera.

Nuestros ilustres vuelven a emplear razonamientos ilógicos, como el decir que a ellos no les interesa la territorialidad, cuando precisamente ellos viven de la territorialidad, y no de sus poderes sobrenaturales (aunque quizás esto deberíamos recordárselo más a menudo). Parece que han eludido cualquier negociación con cualquier entidad que les pudiese hacer sombra, lo cual no es más que una versión del famoso complejo de “la tengo pequeña”: la cuenta, claro. Así, tenemos el lujo de vivir otra de las operaciones del Sr. Sanz antes de escapar del Gobierno y desaparecer. Primero nos puso a Jiménez, después a Barcina y después a Caja Canarias; ¿quizás la Isla de Lobos sea el destino de su jubilación? Pero la gran pregunta no es otra que... ¿por qué cuando todo parecía estar hecho, no han entrado las otras cajas? Indagaremos sobre ello, pero por favor, que alguien le ate las manos a la perla de Corella antes de que nos lleve a la autodestrucción.