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Incorrección política

El análisis y comentario político, de cuestiones navarras y del resto del mundo, nos lo da sin tapujos el politólogo y escritor Juan José Domínguez

Juan José Domínguez

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Economía

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Generación perdida para la política

Por CHANTREANO QUE SE DESCOJONA
En el fondo, le gusta ponerse a este lado


Somos una generación perdida. Una generación que vaga por una sociedad empeñada en relegarnos al papel de instrumentos ideológicos. La política, en la democracia que nos han montado, no es un camino ni un fin, sólo es un medio de vida, una forma de ganar dinero, de ostentar poder por grupos de personas que si no fuera por ese mecanismo, difícilmente llegarían a esa meta primera de la vanidad humana.

La izquierda, la derecha, el centro, el nacionalismo, buscan la perpetuación de un sistema en el que sólo nos necesitan una vez cada cuatro años. Fuera de esos periodos puntuales de farsa y urnas, la ciudadanía les molesta. Pero claro, para mantener la pantomima tanto tiempo, hay que saber pastorear a las masas, y para ello utilizan una serie de maniobras que se resumen todas en una, el sentimentalismo. Si se le deja pensar al populacho se corre el riesgo de que se den cuenta del engaño, mientras que si a lo que apelas para conseguir el apoyo es el sentimiento, aunque seas un autentico zoquete, te aseguras el secuestro de la voluntad: nadie deja de ser de su equipo por muy mal que juegue o por que descienda a segunda. Lo que se lleva es tener claque: carteles de risas y aplausos. Carteles de que vienen los fachas, de que vienen los rojos, de que vienen los fachas y los rojos juntos (¿qué esto es imposible? Qué va, Nabai cuadra ese círculo), carteles subidos a diario por los que nos gobiernan que así se van ganando el jornal... y las dietas, y lo que dejan de gasta en conceptos varios: trasporte oficial, viajes, regalos... Haciéndonos creer de su necesidad, por avisarnos de las plagas bíblicas que nos caerían en la cabeza el día que ellos dejaran el poder y lo cogieran los otros.

¿Qué pasaría si los partidos en vez de intentar agarrar por los cojovarios del fanatismo a la masa que vota, intentaran atraerlos por la Diosa razón (esto no es una contradictio in terminis?, siempre me lo ha parecido, pero es que yo soy un poco raro)? Sería peligrosísimo: con la razón, haciendo pensar, fomentando el espíritu crítico, se tendrían que dar explicaciones, muchas, demasiadas, todas... y si no son creídas, el enjambre estaría descontrolado y en las elecciones se podrían dar unos vuelcos imprevisibles, como hemos visto que pasa en otros países más serios de Europa... y ni contarte quiero de EE.UU., que con todas sus verrugas y venitas antiestéticas en la piel (y todo lo que se quiera poner aquí, que no se trata de que se centre el debate, de haberlo, en lo malos que son los yankis), son tan extraños que el presidente de turno puede tener en su contra a la hora de gobernar a medio partido suyo y el apoyo de parte del otro, por ejemplo; además de tener limitado el mandato a dos legislaturas, cosa demasiada higiénica para el lugar en el que nos ha tocado vivir.

"Los míos no hacen eso, los míos no son así", me podrán decir algunos, sin darse cuenta del error de principio de que los tuyos en una democracia moderna tendrían que ser "todos", votando a unos unas veces y a los otros otras, según los resultados de su gestión, según el cumplimiento de los programas, que es lo que se tendría que valorar y votar realmente.

¿Y qué hacer? Llorar, supongo... o darse de cabezazos contra la terca partitocracia, porque no hay mucho margen de actuación. Básicamente se me ocurren tres.

La primera es votar en blanco, acto que hoy tiene una trascendencia tan grande como la de limpiarse el culo con dos o tres o cuatro o cinco secciones de papel de ídem (¿habrá alguien que utilice sólo una?, seguro). No pasaría lo mismo si ese voto en blanco fuera contabilizado como un partido político más, dejando escaños vacíos que mostraran el cartón piedra del tinglado, obligando, además, a los cargos electos restantes a estar siempre al pie del cañón para que sus ausencias no fueran interpretadas como escaños vacíos por decisión popular.

Segundo: directamente pasar de ir a votar. Que se jodan, que yo, para teatro, el Gayarre. En Cataluña se viene viendo este fenómeno elección tras elección, llegando al paroxismo en el referéndum del estatuto, que votándose como se votaba una ley fundamental para el circular diario de la ciudadanía, la participación no llegó ni al 50%. ¿Ocurrió algo, una autocrítica de los partidos? Nada. Es más, hoy actúan los que abogaban por el sí como si hubieran votado el 101% del censo, y los que defendían el no ni lo mentan, por si acaso, que perro no muerde a perro, salvo Maragall con lo del 3%, pero aquello puede que fuera producto de la enfermedad que padece (para liarlo todo más está el caso de ERC, que habiendo pedido la abstención, hoy se pone al frente de la defensa del susodicho como si ya nadie fuera a recordar sus predicaciones). Pues vale.

Leo esta mañana en el Noticias, en chiquitito, que la participación en la consulta de Arenys (que se lee Areyns) fue del 33% de la población total (la censada fue del 41%, pero se podía participar desde los 16 años, con lo cual no sé cómo transpolar el dato a unas elecciones en las que es necesario los 18) aunque el titular, el gordo, es que el sí fue respaldado por el 96%. La participación, por lo tanto, a nadie ni de nada importa. ¿Qué sólo hay un voto? Pues nada, mayoría pluscuamsoluta y a cascarla.

Tercero y último, espero que por ahora, es reventar el sistema desde dentro. Ya que los partidos políticos no van a dar un paso que les reste poder (listas abiertas, por ejemplo), habría que crear un partido que como fin tuviera su suicidio... pero seguro que se nos infiltra algún elemento Txéntxico, y nunca, aunque se ganara, se daría el paso de despeñarse en beneficio de la ciudadanía.

Mientras tanto, nosotros a lo nuestro, que es seguir pagando impuestos (se anuncia subida que dicen que va a ser sólo para los ricos... más la gasolina, otra vez, más el alcohol para olvidar, más el tabaco que es cosa de yonkis, más el IVA...; que como todo el mundo sabe son impuestos que discriminan según rentas. Jua, jua) y continuar sacándoles la cara entre nuestros iguales como si nos fuera la vida en ello, controlándonos entre nosotros en realidad. Perverso sistema, pero eficaz... para ellos.

11 comentarios: on "Generación perdida para la política"

soicologo de taberna dijo...

Chantreano, te juego una entrada para la final de pelota, a que las próimas elecciones forales en Navrrra la abstención va a rondar el 45%

La vida sigue Igual dijo...

En 2011 está visto que los votantes de la derecha (UPN y PP) van a ir a votar todos. O sea que ya nos podemos dar por jodidos otros 4 años más, por lo menos.

Y NaBai como ande así se va a desintegrar. Del PSN ya hablaremos otro día porque estos si que se van a pegar una hooooooooooooooostia.

Anónimo dijo...

me parece un buen artículo, un tanto desmoralizante, de todas formas para llevar la contraria a los politicos sigo pensando que lo mejor es votar, a la "izquierda" QUE LOS DE DERECHAS NO FALLAN SIEMPRE VOTAN. En esta sociedad se ha instalado el miedo, hablar de tantas cosas, expresar opiniones contrarias a la mayoria adormecida esta hasta mal visto y te pueden tachar desde radical a imbecil, aunque no se atrevan a decirtelo a la cara, ¿comodidad? que estamos haciendo

Harvey Torriti dijo...

Sí y quien es izquierda en Navarra? El PSN? Ahhh no! Estos seguro que NO son izquierda.

Fedeguico dijo...

Tabernero, por una entrada para final de pelota, me bajo los pantalones hasta donde haga falta. Dime qué quieres que apueste para ganar que lo hago.

De todas formas, y sin que sirva de apuesta, no creo que baje tanto la participación en las próximas elecciones porque hay novedades en el horizonte como aliciente para los votantes medios.

Creo que se juegan dos partidos. Por un lado el de los votantes del PP contra los votantes de UPN. Por el otro los de Nabai (si aguanta, que yo también lo dudo, que sin tocar poder en tanto tiempo, las diferencias, que son todas, se acentúan, y las semejanzas, que es solo una, su nacionalismo vasco, no parece aglutinador suficiente) contra los del PSOE. A ver quien se lleva el gato al agua en cada encuentro y, por extensión, en la final, que es el que por más gane su propio partido. Creo que el voto se va a partir mucho, y que si no hay mayoría suficiente entre el PSOE y UPN, esto va a ser un gran jolgorio. ¿Harán la pinza Nabai y el PP? Cosas más raras se han visto.

Si no vuelve el nacionalismo a gobernar Euskadi en las próximas, o no con tanta agresividad hacia el autogobierno navarro, con esa constante política de la mosca cojonera, obligando a volver a la política de navarrismo - vasquismo, a estar más pendientes de la muga que de lo propio, como hasta ahora ha pasado; podremos disfrutar mucho viendo a los partidos más sueltos, más mirando hacia adentro, haciendo cosas muy extrañas por no tener el peligro de la retaguardia o sin la obligación de dar cuentas a ella. Veremos... a ver cómo quieren repartirse el pastel entre todos, y quién es el pringado que se queda sin repetir.

En fin... y sí, es divertido también este otro lado. Se me hace raro estar tan expuesto, como en bolas, pero te echas unas buenas risas igualmente.

Anónimo dijo...

Lo que critica el artículo, desde mi punto de vista es la visión de la política desde la derecha. La política desde mi concepción de izquierdas, es superar muchas cosas de esta sociedad tan mojigata incluido todo lo que critica. Otra cosa es que, por intereses del stablisment, se meta a todos los que están en política en el mismo saco.Yo voto a la izquierda y creo que hago algo.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que critíca la visión de la política que tienen, actualmente, TODOS los políticos. No sé, pero entre la izquierda que está de capa caída y la izquierda que se vende a la derecha, no sé qué voto "de izquierdas" consideras tú útil...

MiKeL dijo...

Claro, y luego el ácrata de m*erda soy yo... Me está empezando a preocupar que tenga tantas cosas en común con uno de la Chantrea, pero estoy de acuerdo en el análisis al 90%, y hasta en la forma de exponerlo que me recuerda a mi barroquismo bloguero.

Yo también estoy por reventar el sistema pero la cosa es más complicada de hacer que de decir. El entramado de partidos, ley electoral, los 3 poderes y hasta el cuarto poder ese de los "periolistos" están tan bien engarzados que es muy difícil hacer algo que haga tambalearse al ídolo de barro. Además si en algo se ha empeñado la clase política, desde la ultraderecha hasta la izquierda más levantisca, ha sido en desmovilizar los movimientos ciudadanos, unos desideologizando y los otros fagocitando todo lo que se ponía a mano, ecologistas, antimilitaristas, feministas y/o altermundistas.

La cosa está muy cruda y el descrédito de los que tienen poder es imparable. Los que estamos en una edad provecta hemos visto quiénes se han metido en el mundo del politiqueo, sabemos cómo eran y cómo son, y como conocemos su larva, y vimos su crisálida y ahora nos hastía su mariposeo. Que sean unos corruptos es algo que no nos sorprende, zoritxarrez!

Itzain dijo...

Txantreano ha atinado. Por añadir algo, creo que es imposible montar un sistema "democrático" basado en organizaciones oligárquicas. Luego están los amos, dueños de la mayoría de los partidos y medios de comunicación, negocios "honrados" al margen.
Y los partidos que no son clientelistas, (¿pocos? ¿Alguno?) se convierten en un fín en sí mismo, con lo cual neutralizan ellos mismos su potencial transformador.
¿Que dónde anda la izquierda? Ni p... idea.

Zaldiko dijo...

Si la izquierda no ha aprovechado esta oportunidad de oro que ha tenido con la crisis global que nos explotó en las narices a todos el año pasado con lo de Lehman Brothers, las hipotecas basura, la histeria bursátil... es que, o bien no sabe ofrecer una alternativa o es que seremos todos muy izquierdistas, pero nos ha molado esto del capitalismo, y lo que queremos es que nos lo arreglen cuanto antes para volver a la rutina anterior. Parece que todos somos muy progresistas, muy alternativos, muy... pero todo de boquilla. Y es que al capitalismo se le han visto las vergüenzas y nadie ha hecho NADA por ofrecer una alternativa. Si es que se lo han puesto a huevo y ni por esas...