Por ELOY RABO
Perifrástico de rotonda y autovía
Si algo me quedó claro en la vez anterior que pasé por aquí es que estamos de acuerdo en que la DGT mete tanta caña en lo de la velocidad porque le resulta mucho más fácil pillar al rápido que al cabrón. Esto es: proporcionalmente sale mucho más rentable cazar al infractor del límite cinético que al hijodeperra que adelanta sobre una continua, hace un cambio de sentido donde no puede o te pisa los cojones por simple hobby.
Bueno, también me quedó claro que a alguien le parecía una gracieta infantil que Pere se pronuncie Pera. Pues nada, oiga, le pregunte a Ramón Llull. A mí me la trae floja y pendulona. Lo que sí me importó de aquella crítica es lo picajosa que anda la gente, y eso que todavía no ha empezado el curso. Miedo me da, endeluego, llegar a marzo.
Por eso, por esa indefectible sensibilidad a flor de piel, que salta a la mínima que alguien es un poco tocapelotas, no me atrevía a llamar "hijos de tal" a los protagonistas de esta columna, que no son otros que esos cabrones que se creen que van solos en la carretera. Temía que el calificativo grueso relativo a su procedencia por parte de madre me fuera a granjear la enemistad de algún colectivo de defensa de las auténticas prostitutas, mujeres que bastante tienen con aguantar a sus chulos y a las mafias que las traen de Guinea o de Nigeria, que les hacen hasta vudú para que paguen las supuestas deudas. Bastante tienen, digo, para echarles la culpa también de la imbecilidad de otros.
Así que vaya por delante que lo de hijo de puta no es descalificativo para las prostitutas, sino resultado de un porrón de siglos de castellano, culto y barriobajero, literario y tabernario, que ha venido por elevar el concepto hasta identificarlo con (valga el juego de palabras) lo más bajo de la calaña humana. Que, de por sí, ya anda por los suelos en general. Dicho lo cual, que lo es, al tema.
A ti, valiente hijo de puta que con un Skoda Octavia familiar azul eléctrico tragas millas por la A-15 sin abandonar el carril izquierdo, a 160 o más cuando ya es noche cerrada, y te sientes macho dando luces a quienes adelantan a 120 o incluso a 140, a los cuales les pisas el culo, el parachoques trasero y los mismísimos huevos. A ti, valiente hijo de puta de Escort XR3i rojo con lunas tintadas, que no entiendes que la línea del ceda el paso en una rotonda está puesta para que dejes pasar a quienes circulan por la rotonda, que no deberían sentirse recortadores de vacas cuando ven el morro de tu chatarra acercándose peligrosamente a su aleta trasera. A ti, valiente hijo de puta del Saab 95 azul que te dedicas a hacer trompos y a tomar curvas de noventa grados a 90 por hora en urbanizaciones que a ti te parecen ideales, lo mismo que se lo parecen a gente con niños que cualquier día te cargarás, en una de éstas. A ti, a ti y a ti, y a todos los valientes hijos de puta como vosotros, a los que nunca pillará la DGT porque es mucho más fácil recordar el "no corras papá"; a todos vosotros, sólo os pido que, si queréis emociones fuertes, os vayáis a hacer puenting sin goma. Por poner un ejemplo.
Y habrá algún lector que diga: "pues vaya mierda de amenaza final, con lo duro que iba". Es que, ¿saben qué?, decir pecados contra estos valientes hijos de puta relaja. Y ya he llegado al final taaan agustito... que para qué ir a más. En serio: prueben, prueben. No vale de nada, pero desestresa.
12 comentarios: on "A ti, valiente hijo de puta"
Esta palabra, hijo de puta, no debe desaparecer de nuestra vida, de nuestras calles, de nuestras escuelas.... es un concepto como mucho más global, veáse, este enlace
Pues sí que la amenaza es un tanto moñas cuando les podrías haber deseado cualquier cosa igual de desestresante, como que se la pique un pollo, que Rajoy les contagie de gripe A con sus "esputitos" cuando habla, que les quiten todos los puntos y se los dejen en negativo, que sean los próximos protagonistas de los anuncios de la DGT, o cualquier otra maldad, pero lo del insulto gratuito y barribajero despreciando el acervo popular:
Zote, Botarate, Repámpano, Mastuerzo, Zapapico, Espantajo, Majadero, Estuerzo, Imberbe, Comeuvas, Cenutrio, Inepto, Espurio, Memo... y así ad infinitum
Pues a mi no me gusta la palabrita y, es más, creo que sobra del post. No olvidemos que las palabras no son simplemente el “resultado de un porrón de siglos de castellano, culto y barriobajero, literario y tabernario” sino la expresión de una realidad social. Y mucho me temo que, a pesar del tiempo transcurrido, expresiones como ésta son producto de una estratificación de género que subsiste hoy en día. ¿Cambiaría el mensaje si utilizásemos, por ejemplo, la palabra “cabrón”? Mucho me temo que sí…
Soy consciente de que la intención del post no es centrar el debate en esto pero es lo que me ha venido a la cabeza cuando lo he leído.
Marquesa, que desde que me dejaste por el de El Baztán se te ha ido la olla exprés, el molinillo y la batidora.
Volverás a mí, ladrona.
A mí una frase que me deja relajadíssima es "a tomar por el culo". Más ancha que larga me quedo.
Por cierto, a veces me da un gusssto no tener carnet ni intención de sacármelo hasta dentro de un par de años...
Gran texto, Rabo.
Loli, mi olla sigue estando en el mismo sitio en el que tu la dejaste..... y a colación de nuestra intesa pero fugaz relación y de lo que he escrito en el comentario anterior, te dejo una reflexión que un día leí en un blog que me pareció tremendamente interesante.....
http://lagramaticaparda.blogspot.com/2009/08/pon-una-trompetista-en-tu-cama.html
Creo que en este post a Eloy le pesa demasiado el rabo....
Coño... si es por frases, casi que me quedo con las consecuencias beneficiosas de esta otra: Por favor, me haces una mamada? Gracias, eres muy amable. Qué desahogo, redios... pero qué desahogo.
A Nerea una frase de Rabo la deja relajadísima y luego la Marquesa de los Martes dice que a Eloi Rabo le pesa mucho el Rabo.
Entonces, la conclusión es que Eloi es mucho Rabo para tanta señorita decente.
Jajajaja!
Y "a tomar por culo", ¿no podría ser considerada una frase homófoba?
Decirle a alguien "cabrón", ¿no es poner en duda la ligereza de cascos de su señora?
Llamar a alguien "tontolaba" o "gilipollas", ¿podría ser visto como denigrante contra quienes sufren disfunción eréctil?
Y gritarle "mamón", ¿podría enfadar a las defensoras de la lactancia materna?
A tomar por culo homófobo? Pero si las tías tienen también culos... y qué culos señores.
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