Intereses, censuras y cintas de vídeo

Por ELOY RABO

Sin títulos (ni crédito)

Gabineteros y plumillas diversos y semovientes (dos puntos):

Sois la noticia del verano en Navarra. Como no hay grandes fichajes de Osasuna (bueno, ni grandes ni pequeños), tampoco (gracias a Dios) descomunales incendios, ni la txistorra más larga del libro Guinness de los Récords, nos dedicamos a estudiar cómo trabajáis. O cómo os dejan trabajar, que ésa es otra. Porque a los periodistas os han convertido en noticia por las barbaridades bárbaras cometidas por los jefes de gabinete, los agentes de la autoridad y los personajillos de distinta ralea a los que tenéis que hacer caso.

No sé por dónde empezar: si por las incautaciones de imágenes que hizo la Guardia Civil en el jolgorio del Gaztetxe Barañain, sobre las que Elma Saiz calla como el Ebro al pasar por el Pilar; o por la vertiente netamente de aquí, unos días después, cuando un policía foral le dijo a una redactora del Diario de Navarra que borrara las fotos de un atropello en Tafalla. Aquí, al menos, Consejero Caballero pidió disculpas (porque era el rotativo de Cordovilla y lo necesitará si asalta, al final, el Ayuntamiento de Pamplona; si les hubiera pasado a otros, habría que verlo). Pero es que no son los únicos casos en los que los periodistas van, permítaseme la bordería, como puta por rastrojo. Y no sólo en la Comunidad Foral.

Porque, ¡menudo veranito!, parece que quieren convertir al periodista en puritito recadero, en la voz del amo político y/o económico (si es que no lo era ya), pero de una manera burda, sinvergonzona y rayana en la paranoia. Dos ejemplos, dos: los vídeos de Camps y Cospedal sobre el caso Gürtel y sobre las supuestas escuchas. Francisco, mira a cámara. Dolores, cuando se encienda lo rojo hablas. Luego lo mandamos a los medios de comunicación y que emitan esto, sin posibilidad de que nos pregunten, sin posibilidad de que quieran saber más... sin posibilidad, en fin, de que los periodistas hagan el trabajo por el que les pagan. Una puta mierda en muchos casos, sí; pero les pagan.

Lo del vídeo no es nuevo, oiga, pero seguimos sin entenderlo. Vale que el Rey Borbón lo haga por Navidad, soltando el speech en vez de, por ejemplo, someterse a una entrevista anual a manos de cinco periodistas de prestigio. Pero Camps para "defenderse" y Cospedal para "contraatacar" deberían de mostrar más valor. Aquí, en Navarra, el vídeo enviado a los medios lo usa (y bastante) el PSN, que manda muchos de los cortes/totales (las declaraciones, vamos) enlataditos y grabados. Así se evitan, por ejemplo, espectáculos como el de la rueda de prensa, justo antes de Sanfermín, en la que Eduardo Val anunció lo de que reprobarían a Barcina si no se destituía a Simón Santamaría. Un periodista, del Diario de Navarra por más señas, preguntábale a Val: "Pero, oiga, ¿por qué?". Val decía: "Porque sí". Y el periodista: "¿Y los argumentos?". Y Val: "Mañana se los digo". Por vídeo, suponemos.

En fin. El repaso a cómo andan los medios debería extenderse mucho más, para recordar por ejemplo al bocachancla de Manel Fran i Trenchs (¿lo han echado ya?, ah, no, que el Ministro Corbacho encima le defendió); o para hablar del fabuloso resultado que ha tenido la externalización del servicio de prensa de la Consejería de Interior foral, que empezó con el Perrontosaurio (sí, fueron ellos) y continuó con aquella rueda de prensa frustrada sobre el asesinato de Cordovilla.

Pero, ¿pa' qué seguir? ¿Por qué echar la culpa a los Jefes de Gabinete y directores de Comunicación que no dejan preguntar... si, cuando pueden preguntar, el 99% de los periodistas callan? ¿Por qué quejarnos de que agentes de la autoridad hagan borrar imágenes de hechos noticiosos... si los medios mandan a becarios y estudiantes sin la más mínima posibilidad de levantar la voz? ¿Por qué quejarnos del trabajo de los Gabinetes de Prensa, si los medios están encantados de que les den la nota escrita, copiar y pegar, Ctrl+C Ctrl+V? Pues eso: cuando haces periodismo de calle, puede caerte una maceta desde un balcón; pero si lo haces de oficina, te arriesgas a que el falso techo del despacho se te caiga en la cabeza. Luego, no protestes.

P.D.: Quizá lo de arriba pase si algún Gabinete de Comunicación dice un día que ha pasado lo de la guerra carlista. Está el periodismo tan mal que no identifica bien ni siquiera al enemigo. Por mucho que una gran mayoría de enterados llamen "Manel Franch" al colega del Ministerio de Trabajo, en la propia web de la Moncla aparece como "Manel Fran i Trenchs". Le atribuyen el cargo de "jefe de Prensa" cuando es más: Director de Comunicación. Por comentarlo, vamos.