Las entrevistas txistorreras

Sea con preguntas de nuestros lectores o sea respondiéndonos a nosotros, no tienen desperdicio. Y hay quien se atreve a responder...

Entrevistas

Incorrección política

El análisis y comentario político, de cuestiones navarras y del resto del mundo, nos lo da sin tapujos el politólogo y escritor Juan José Domínguez

Juan José Domínguez

Hablemos de dineros...

Con lo que nos cuentan El Filibustero y Jesús Jiménez, "Er Jimi", entendemos de fábula las cosas de la Economía navarra y del mundo

Economía

lunes, 22 de junio de 2009

Carta abierta a Jiménez Losantos

Por ELOY RABO
Telespectador sordo

Nunca bien ponderado Fedegggico (dos puntos):

La madre que me parió. Resulta que yo hacía todo lo posible por evitarte en las ondas, salvo cuando no me quedaban más narices (esto es, a bordo de algún taxi, donde aún me corto un poco para pedirle que me ponga cualquier otra cosa en la arradio). No soporto esa bilis tuya que parece dificultarte hasta la pronunciación, ni esas ganas de revolcarte en la segregación hepática que parece provocarte algo similar a orgasmos. Retozas una y otra vez en el mismo argumentario, con mínimas variaciones en función de la actualidad, creándote un lodo particular que tratas de contagiar al resto para embarrarlo todo.

Eso, en la radio. Sabía que andabas en alguna tele, y eso me llenaba de desazón ante la posibilidad de encontrarte en un momento de zapping, agazapado entre los matojos. Porque suponía que tu versión televisiva sería similar a la radiofónica. Hasta ahora, no nos habíamos cruzado. Pero, ayer domingo, quizá porque andaba con las defensas bajas, te ví. Sin sonido, pero... ¿para qué?

En un bar en el que entré, tenían puesta Veo7, que me parece es la antigua ElMundoTV. Y ahí estabas tú, con tu programa, tu micrófono antiguo de pega, tus tertulianos. En un ejercicio de ingenio, alguien decidió bautizar tu programa como La hora de Federico, acrónimamente LHDF. No te oía, pero no hacía falta. Me bastaba con verte con ese aire de autosuficiencia marca de la casa, esa media sonrisa que es más mueca ácida que otra cosa: en fin, todo tu yo. El refresco se me agriaba sólo con ello.

Pero entonces llegaron, ¡oh, mísero de mí!, los comentarios de los telespectadores. O, al menos, los supuestos comentarios, vía mensaje de móvil, de tus supuestos espectadores. Y permíteme la duda sobre la autoría real, que entenderás ya que tú sigues dudando de la autoría del 11-M. ¿Por qué no me creo que todos los mensajes sean de los televidentes? No es que dude de que haya tantos bobos en España (desde luego, tú siempre manejas la teoría de que son muchos): dudo que todos estén viendo tu programa, en una tele de audiencia residual.

Durante los 15 minutos que aguanté de la redifusión de tu programa del viernes, noche de luto tras el asesinato de Eduardo Puelles, desfilaron ante mis ojos, en sobreimpresionado rótulo blanquecino, mensajes profundamente demócratas. A saber:
- Referéndum pena capital ya.
- Que maten a un etarra por cada victima.
- La culpa es de toda la sociedad vasca por cobarde.
- Otro muerto. Q dice ahora zETA-Paro? Pena de muerte.
- Que hace el ejercito que no defiende la constitucion y manda a su casa a estos politicos?
- Soy uruguayo pero españoles apliquemos de una vez el ojo por ojo y diente por diente.
- Francia actuaria igual si atacaran a Alemania? A que no?
- Francia = ETA
(perdonen, voy a vomitar, ahora vuelvo).

(Ya estoy). Y así, Fedegggico, sucesivamente. Como ves, mensajes para la concordia, para la construcción de sociedad y de país, para el no enfrentamiento, para la paz de las almas. Sin llamadas al golpismo, a la ley del Talión o al enfrentamiento social, ¡qué va! Y todo ello, insisto, en un cuarto de hora.

Si no dudara de que los mensajes son reales, si creyera que son todos de espectadores de tu programa, primero me preocuparía del nivel intelectual de mis convecinos, y me indignaría después contigo y con tu equipo por permitir tamaños desmanes. La libertad de expresión permite que hable cualquiera, incluso tú; pero la libertad de expresión mal entendida ronda amenazas más graves que las que se supone ha descargado Alfonso Sastre. Pero es que encima creo que muchos de ellos no salen "de fuera": lo mismo que hay un regidor en los programas con público para manejar el aplauso, se pueden manejar otras cosas. Aunque sea por animar el cotarro, aunque sea por tensar la cuerda sobre la que haces el funambulismo retórico que tantas filias y tantas fobias te ha granjeado. Te importa tres bledos que la cuerda se llame convivencia.

Pagué mi refresco y me fui, dejándote con el baile de rótulos sobreimpresionados por delante de tu cuerpo. Un cuerpo pequeño, que imaginaba flotando sobre una silla elevada, con las piernas colgando, como un muñeco de ventrílocuo pero sin nadie metiéndole la mano por la espalda. Levitando encima del bien y del mal y de la responsabilidad social que se te supondría como periodista.

6 comentarios: on "Carta abierta a Jiménez Losantos"

Nerea dijo...

Cuánto amor, por Dios, cuánto amorrr!!! Y qué razón tienes...

estitxu dijo...

touché!

Anónimo dijo...

Muy bueno!!! Plas, plas, plas

Loli Carrión dijo...

Eloi Rabo:

Dios existe, te lo puedo asegurar.
Fíjate si existe que me he meado las bragas.

Atanasio dijo...

Yo,como soy jovencico,no llegué a escuchar al predecesor de Fede,Antonio Herrero,periodista por la Universidad de Navarra.¿Era tan politicamente incorrecto como dicen algunos? ¿era tan sectario como Fede? ¿era tan valiente para criticar al Poder como dicen?

Iturrameitor dijo...

Si tantos pierden tanto tiempo en criticarle, este jambo tiene que ser bueno por pelotas, si no, no lo entiendo. Nadie lo ve y todos lo ponen a parir, nadie lo escucha y todos saben lo que dice. Misterios insondables. Pero como el escrito haya despertado en más de uno lo que a mí me ha producido (gracias por el dato, tengo curiosidad de ver cómo da en tele, no sabía que estaba ahí)... vas a subirle la audiencia, y gratis.