Revolución

Por EL CAPITÁN TRUENO
Utópico desfacedor de entuertos

No es que a estas alturas quiera alardear de canas, entre otras cosas porque no las tengo. Qué más quisiera, eso significaría que tendría más pelo del que realmente tengo. Sin embargo, uno va acumulando experiencias y conocimientos que le son útiles para comprender el mundo en el que nos movemos y no perecer de desesperanza ante la realidad.

Con el paso del tiempo uno no deja de asombrarse de cómo las Administraciones y los políticos son capaces de encontrar chivos expiatorios para todas y cada una de las situaciones que les afean el gesto. Así, ante la situación económica actual han encontrado un chivo expiatorio en el sistema capitalista. MUERA EL CAPITAL. MÁS MADERA, ESTO ES LA GUERRA. REFUNDEMOS LA ECONOMÍA.

Y hay que reconocer que, al menos esta vez, el chivo expiatorio sí tiene algo que ver con el tema. Y mucho. Sin embargo no podemos admitir que no se mencione la implicación de políticos y Administraciones en la especulación inmobiliaria, que no se asuman responsabilidades por su parte en el incumplimiento de la ley de costas. Claro que hay promotores sinvergüenzas, pero cada sinvergonzonería capitalista debe ir acompañada de una sinvergonzonería política y/o administrativa. Si no, el sistema no funciona.

Y si vamos a nivel financiero, a las grandes finanzas, no olvidemos que las agencias de calificación de riesgo daban la máxima calificación de solvencia a lo que luego se ha convertido en activos tóxicos y a pájaros como Madoff. No sólo eso. Las Administraciones no actuaron ante las denuncias puestas contra Madoff. MUERA EL CAPITAL. MÁS MADERA, ESTO ES LA GUERRA. REFUNDEMOS LA ECONOMÍA

Y para emprender esta ardua labor, nuestro presidente del Gobierno el Sr. Zapatero realiza una remodelación de gobierno para implicarse en la candidatura de Madrid 2.016 como sede de los Juegos Olímpicos. ¿Mande? Este quiere hacer lo mismo que Felipe González que nos montó unos Juegos Olímpicos y una Expo. La diferencia es que Felipe González lo hizo para que el ciudadano estuviera entretenido y no se diera cuenta de la que se venía encima; y éste, con bastantes menos luces que aquel, lo hace con todo el fiasco montado y sin pasta para organizar el evento.

Lo único bueno de la remodelación del gobierno (no seáis mal pensados, no es la salida de Solbes) es la incorporación al Gobierno de Manuel Chaves. A ver si de una vez aprenden el resto de presidentes autonómicos como se mejora una comunidad, tomando como ejemplo lo que el señor Chaves ha hecho con Andalucía (perdón por mis escasas dotes narrativas, esto pretendía ser una ironía). MUERA EL CAPITAL. MÁS MADERA, ESTO ES LA GUERRA. REFUNDEMOS LA ECONOMÍA.

Y hablo de éstos porque son los que están ahora en la pomada. Y para que no me tildéis de partidista voy a dar un poco a los que están aquí en la pomada. Pero para empezar con ellos, necesito un nexo de unión. Y para nexo, podemos usar al PSN, que sin estar en el Gobierno ya pretende montar otro jaleo con la VPO y los sindicatos. Coño, como Felipe González. Bueno, vamos a centrarnos.

Ya establecidos en el paraíso Foral, son dignos de mención los esfuerzos de nuestro presidente, el más ecológico y renovable de todos los presidentes autonómicos, en pro de la mejora en concreto del empleo y de la economía en general. Medalla de Oro a sindicatos, ampliación de las partidas presupuestarias gestionadas por los sindicatos, foto con Patricia Botín ya que parece que Banesto va a regalar dinero. Que no, que todo ese dinero no es de Miguel Sanz. Que lo ponemos los ciudadanos y el lo reparte. Lo importante es que lo reparta bien. MUERA EL CAPITAL. MÁS MADERA, ESTO ES LA GUERRA. REFUNDEMOS LA ECONOMÍA.

La última que están maquinando es Guenduláin. Pero no entiendo. Si los malos son las promotoras, los especuladores y el capital. ¿Por qué tenemos que salvarles el c… con dinero público? Que no, que este dinero tampoco lo pone Miguel Sanz, que lo ponemos los de siempre (debemos ser ricos si somos capaces de aportar tanta pasta).

Qué digo yo la última. La última es la Facultad de Medicina. Chapuzas aparte de alguna consultora, por cierto, fundadora de ANEC (Asociación Navarra de Empresas de Consultoría) que según figura en su página WEB “nace con la misión de representar y defender los intereses del sector y de sus asociados en Navarra. Su finalidad es impulsar y desarrollar la imagen de la consultoría, promoviendo y protegiendo el interés de sus miembros e impulsando estándares de profesionalidad, ética y calidad”.

Me temo que este asunto terminará como el Campus de Tudela: representando un gasto más que no aporta nada a la sociedad Navarra. ¿Qué podemos esperar si nuestro súper presi califica a docentes y alumnos de la Universidad de Navarra como “buen ganado”? Porque, díganme una cosa. ¿Cuantas de las facultades de la UPNA son punteras, a nivel internacional, o al menos a nivel nacional? ¿No será mejor concentrar los esfuerzos en formar los mejores profesionales en alguna materia en lugar de formar profesionales normales en todas las materias?

Por todos estos motivos, creo que lo que realmente necesitamos es una revolución social que elimine a toda esta gente de parcos talentos de los puestos que ocupan. Revolución social que parta de la ciudadanía misma, al margen de los profesionales del chanchulleo (políticos, funcionarios de carrera, sindicalistas, promotores, especuladores, consultoras arrimadas al poder, etc.). Aunque me temo que esto es soñar. Por ello, me consolaré tarareando la canción de Asfalto:

Si el Capitán Trueno, pudiera venir,
nuestras cadenas saltarían en mil,
monstruos gigantes, princesas encantadas,
el malo siempre palma, la chica se salva...

Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno,
ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno,
ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno,
que el mundo está... al revés...

Y si no ponen ustedes pegas, adoptaré dicho seudónimo.

(Esta colaboración ha sido recibida a través del mail redaccion@latxistorradigital.com, donde todo aquel que lo desee puede enviarnos sus escritos y serán publicados, en la medida de lo posible. Pues eso: que gracias. Y que no compartimos necesariamente lo dicho por los colaboradores, habituales o esporádicos).