Ciudad de la Innovación: aparca como puedas

Dicen que andar es cardiosaludable. Cinco kilómetros al día será, entendemos, una buena cantidad. Pero quizá no sea tan saludable si lo haces rumiando en tu interior que te estás pegando esa caminata para aparcar "cerca" de tu trabajo sin dejarte el sueldo en aparcamientos. Es lo que ocurre en la Ciudad de la Innovación, muchos de cuyos trabajadores protestan porque tienen que aparcar en Sarriguren ante la falta de sitio en su lugar de labor. Y también protestan porque el Ayuntamiento del Valle de Egüés, conocedor de la situación, muestra su solidaridad... a base de multas de la Policía Local.

Por LA TXISTORRA DIGITAL
Haciéndonos eco de las quejas

Cuando diseñaron la Ciudad de la Innovación, se construyó un parking privado cuya gestión la lleva NASUINSA. Al principio, el parking estaba abierto al público, pero el 1 de octubre de 2008 comenzó a ser de pago con las tarifas del cuadro de la izquierda (nada bajas, por cierto, para tratarse de un polígono “industrial”). A partir de ese momento, los trabajadores comenzaron a aparcar en la campa que Acciona tiene nada más entrar a la Ciudad de la Innovación, que es de su propiedad; ante la saturación del lugar, Acciona cerró la campa con una valla, reservando el lugar para sus trabajadores.

Otras empresas hicieron precios especiales para sus empleados en el parking. Algunos cogieron plaza, pero no los suficientes como para que el aparcamiento fuera rentable. Conclusión: éste ha cerrado, y ahora los currelas del lugar tienen que aparcar en el pueblo de Sarriguren y caminar unos 15 minutos entre su coche y su lugar de trabajo. El parking, mientras tanto, permanece sin utilizar... salvo el día que se inauguró el nuevo edificio de Gamesa, cuando el aparcamiento se abrió de siete de la mañana a siete de la tarde, y gratuito para todo el público. Cosas de los invitados VIP.

Robándose las plazas

Lo más curioso del caso es tanto la actitud que muestra la Policía Local del Valle de Egüés, como la actitud de los trabajadores de las empresas que coinciden en la Ciudad de la Innovación. Comencemos por esto último, que nos explica una trabajadora de Cener: "Nosotros tenemos un parking de unas 40 plazas, para unas 150 personas, de las cuales unas 10 nos las quitan los de Gamesa que llegan a las 8 ,porque no tienen su parking pequeño abierto. Así que los del Cener que llegan a las 8 y cinco, y ya tienen el parking lleno, aparcan en el parking libre de Acciona Energía o en el de Acciona Solar… Estos parkings son suelo público, con lo cual se supone que no se pueden poner vallas, pero vamos, que los de Gamesa nos quitan el sitio a nosotros y nosotros a Acciona… Muy triste".


Pero, ¿cómo es posible que haya trabajadores de Gamesa que aparquen en el sitio de Cener, si Gamesa tiene un parking subterráneo? Muy fácil: en él tienen preferencia los que van en coche compartido. Y, además, los trabajadores subcontratados no tienen derecho de aparcar ahí. El problema de esta empresa se corregirá con el segundo edificio de Gamesa, para 1.300 trabajadores: se comenta que, aparte del posible parking en superficie que se construya (el subterráneo no está asegurado), la empresa podría comprar parte del parking de NASUINSA.

La simpática fuerza del orden

Y aquí viene la parte de la Policía. Conocedores de las dificultades de los trabajadores de la Ciudad de la Innovación, el Ayuntamiento del Valle de Egüés está mostrando su cara más amable. La Policía Local del lugar, según los empleados, se dedica a poner multas a diestro y siniestro. "Multan a todos los coches que aparcan en el arcén de una carretera sin salida que da a un monte, o encima del escalón de una acera, tapando parcialmente la misma...", cuenta otra trabajadora. "Y no se está perjudicando la circulación en absoluto, porque los coches que por ahí transitan, solo lo hacen para aparcar".

Hay días, según una tercera empleada, en este caso de Gamesa, en que se llega a multar a "30 ó 40 coches". "A mí, un día de nevada, me multaron porque aparqué en una plaza de parking que tenía un montón de nieve pegado a la acera, lo que me obligó a dejar mi coche con el culo 15 cms fuera. No entorpecía el paso a nadie pero los municipales no lo vieron así. Y muchos de mis compañeros han sido multados por estar pisando una raya continua que a nadie molesta".

Al final, y para evitar problemas, se aparca a un buen trecho del lugar de trabajo. La Avenida Europa de Sarriguren es uno de los lugares preferidos, pero, como se ve en el mapa, el trecho recorrido es considerable. Y esto se hace con frío y con calor, en seco y con lluvia, e incluso con nieve. "En Gamesa se ha organizado una recogida de firmas masiva para presentar al ayuntamiento y que hagan algo al respecto ya que la situación es insostenible. Somos cientos los firmantes afectados, no sé si nos tendrán en cuenta", se pregunta una de las afectadas.

Agudizar el ingenio

No faltan los trucos, en cualquier caso, entre los trabajadores, intentando ahorrarse los 15 minutos de caminata de la ida y los 15 de vuelta. En el Cener, por ejemplo, se han creado un sistema que facilita el aparcamiento en doble fila. Como explica un trabajador, "apuntamos en una hoja de cálculo todas las matrículas de los coches y el propietario, de manera que si tú aparcas en doble fila y bloqueas a alguno, cuando entras a la oficina puedes avisarle". El problema es que ahora, como apuntábamos antes, muchos trabajadores de Gamesa también aparcan... y ésos no están en la hoja de cálculo si son los bloqueados. "Y, además, tampoco avisan cuando ellos nos bloquean", asegura el trabajador.

Pero esos trucos tampoco valen cuando en el Cener se organizan cursos o conferencias, y los invitados al lugar se encuentran con la sorpresa de que no hay aparcamiento. "Se quedan alucinados cuando les dices que tienen que aparcar en el pueblo de al lado y venir andando", dice una contratada del Cener.

Desde luego, no parece que la planificación urbanística y dotacional de la zona sea la mejor, por mucho que se llame Ciudad de la Innovación. Y, a eso, se añade la poca cintura del Ayuntamiento del Valle, a través de su Policía Local. Una trabajadora indignada lo resume así: "Se están forrando a costa de unos miserables currelas que no tenemos donde aparcar o a los que nos obligan a pagar para venir a trabajar a un polígono donde se podían haber previsto parkings públicos... pero claro, eso no interesa. Sobre todo ahora, que hay que pagar las facturas de Galipienzo".