Hasta las pelotas de burócratas
Hay que ser malnacido para joderle la vejez a un pobre anciano, con la excusa de una legislación que no entiende de nada, porque los legisladores no entienden de nada. Les voy a hablar de Juan Mari, padre de uno de mis compañeros de barra y de poteo, al que intentan dar por culo a cuenta no sé sabe de muy bien qué razones, quitándole uno de los pocos entretenimientos que le quedan.
Juan Mari tiene 82 tacos y una pequeña finca de tierras en su pueblo, allá por la Ribera. Dos robadas (término, para los poco agrarios, que no quiere decir que no fueran suyas, que lo son), equivalentes a 1.600 metros cuadrados. O sea, una cuarta parte de un campo de fútbol. En el terreno, tiene unas cuantas cepas, de las que recoge rica uva en su tiempo libre. No la vende: comen uvas en casa, ellos y algún vecino (hasta a mí me ha traido alguna banasta), y prepara vino con ellas. Un cosechero denso, oscuro, de cortar con cuchillo y masticar en boca. Cuatro botellas mal contadas, para consumo personal, para las cenas con los hijos y las nueras y poco más. Vamos: lo que viene a ser una huerta recreativa en toda regla, sin afán comercial ninguno.
Pues resulta que Evena le ha mandado una carta. En ella incluyen una foto aérea de su huerta, como cuando te meten la foto del radar en las multas de tráfico, y le dicen algo así como "hemos pillado que tiene cepas". Y le dicen que esas cepas tienen que estar registradas, y que, como no lo están, tendrá que arrancarlas. "Pa' su puta madre, las voy a arrancar", dice Jesús Mari. Y te habla de entretenimientos, de diversiones, de jubilaciones de mierda tras un trabajo abnegado en el campo que empezó casi nada más quedarse huérfano de padre, después de que se lo fusilaran en la guerra del 36.
Mierda de leyes, piensas tú, que van a por el más débil, a por el que menos tiene, y permiten sin embargo que la Duquesa de Alba y otros ricos terratenientes cobren subvenciones por olivos que ni siquiera recogen. Mierda de leyes y mierda de legisladores, piensas mientas observas las manos encallecidas del anciano, que te enseña la foto (¿cuánto habrá costado la avioneta para sacarla?; más incluso, me temo, que lo que podría sacar Juan Mari por las uvas si se diera el caso de que las vendiese). Juan Mari te mira, con ojos claros opacados por las cataratas y por cierto lagrimeo.
- Y vinieron de espías en avioneta, tú. Cagonsuleche. Si lo llego a saber, les espero en pelotas y me toco el ciruelo cuando sacaran la foto.
3 comentarios: on "La uva, p'al que la cultiva"
Pues sí...
Y yo, en lo del ciruelo, le acompaño. Como sí no nos bastara con la SGAE
La incompetencia del legislador se vislumbra de nuevo, supongo que no es algo específico de Navarra, pero yo ya empiezo a estar hasta los huevos de tanta gaita.
Pues yo si se cuanto cuesta el avionico que saca las fotos " 3 millones de euros" mas el piloto, el copiloto, etc. Así que se podian meter las fotos por alla y dejar a la gente vivir que buena falta hace.
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