Violencia pasada... sí mueve molino

Las pretensiones de legalidad de la izquierda abertzale podrían verse frustradas si se ejecuta la doctrina propuesta por algunos juristas. Aseguran que Batasuna no fue ilegalizada por no condenar la violencia, sino por formar "un todo" con ETA. Por lo tanto, la condena de la violencia no bastaría si no se echa la vista atrás y se condena expresamente la violencia pasada. Un revisionismo histórico al que nuestro colaborador le saca punta.

Por ELOY RABO

Sin pasado violento

Decía un profesor comunista que tuve, para explicarnos el marxismo, que siempre ha habido clases. Y nosotros pensábamos entonces que sí, que las había: estábamos los de A, los de B y los de C, y luego los cursos superiores y los cursos inferiores. ¿Clases? Muchas, y todas con pupitres verdes. Luego, con el paso de los años, ví que el profesor tenía razón, y que siempre ha habido clases y siempre las habrá. Y de todo, oiga. Hasta clases de violencia.

Porque resulta ahora que a los de Sortu, a quienes no votaría ni borracho (no es nada personal, chavales, es que sé qué pensáis y no me va), no les basta con cambiarse el logo, cambiar las formas, cambiar incluso las palabras... y hasta condenar expresamente el uso de la violencia. Pero, ¿no se decía que era eso? Pues no, oigan, no basta: van y dicen un montón de tertulianos, otros tantos políticos y unos cuantos juristas, que lo que tiene que haber es una condena expresa de la violencia pasada. Porque, entre las clases de violencia, resulta que una cosa es el uso de la violencia y otra cosa es la violencia pasada. Y, sin condenarla, aquí no hay nada que rascar. Porque claro, añaden tan sesudos comentaristas, "al fin y al cabo, son los mismos que ayer estaban en Batasuna".

Vale, bien: que condenen la violencia pasada. Que se mojen. Que digan que vaya hijoputez lo de Hipercor, y que unos cabrones los que le pegaron unos cuantos tiros a Yoyes. Y, si no, ilegalizados. Punto pelota. Pero hurgar en el pasado es complicado. Muy complicado. Vayan a partidos de intachable proceder democrático en los últimos 30 años y pídanles a algunos de sus dirigentes que condenen los disparos que hicieron los polimilis, o incluso que hicieron ellos cuando eran polimilis. Que hubo gente de los de las pistolas que luego acabó, muy formal, con chaqueta de pana o pin feminista ("son los mismos que ayer...", ¿les suena el argumento?). Vayan también a formaciones de innegable trayectoria pacífica y saquen de allá a los que repartían hostias como Guerrilleros de Cristo Rey ("son los mismos que ayer..."). O sigan hacia atrás y exijan que el PCE condene lo de Paracuellos; y que el PP, heredero de AP y por tanto de Fraga, ministro con Franco ("los mismos que ayer..."), condene el Franquismo y su violencia de Estado. Ítem más, habría que pedirle a sindicatos hoy legales que condenaran, por ejemplo, la quema de iglesias y las violaciones de monjas de los tiempos de la Guerra Civil. Y, si no, ilegalizados.

Condenado todo ello, amigos juristas, exijan a los partidos que se identifiquen como monárquicos que condenen todos los golpes militares que mantuvieron o restauraron en el trono a los Borbones decimonónicos. Y, ya terminado, vayan a Estrasburgo todos los partidos que en sus estatutos figuren como españoles, y reconozcan expresamente su condena de la kale borroka que los andaluces serranos les montaron a los gabachos hacia 1810. Por oponerse con violencia armada y asesinatos a la primitiva semilla de la Unión Europea. O revisamos todos, o la puta al río. Porque, para más inri, muchos de los juristas y de los políticos que piden ahora la condena retroactiva de los batasunos serán de los que se niegan a abrir zanjas en las cunetas de este país.