Si es que hay veces que los anuncios explotan tanto la erótica que se olvidan de la física y de la lógica. Lo decimos porque entendemos que nalgas y pechos, especialmente femeninos, venden mucho y pueden ser un buen cebo a la hora de hacer negocio. Pero claro: si caemos en absurdos como el que detecta nuestro amigo Syldavo, el que sea capaz de pensar con la cabeza y no con la bragueta puede echarse unas buenas risas.
A lo mejor os ha pasado alguna vez como a mí, navegando por Internet os habéis encontrado con el anuncio de arriba. Realmente parece un invento magnífico; descargando algún tipo de programa tu teléfono móvil se convierte en un aparato de rayos X.
Comprendo que los posibles usuarios se dediquen, en lugar de a hurgar visualmente en las cajas fuertes de los bancos, a investigar debajo de la ropa de las chicas. Lo que no entiendo es lo siguiente: ¿por qué los rayos x penetran por el tejido de los pantalones y, en cambio, no por el del tanga? ¿Qué misteriosas propiedad tiene la ropa interior? Por favor, que algún experto en física me lo explique.
Comprendo que los posibles usuarios se dediquen, en lugar de a hurgar visualmente en las cajas fuertes de los bancos, a investigar debajo de la ropa de las chicas. Lo que no entiendo es lo siguiente: ¿por qué los rayos x penetran por el tejido de los pantalones y, en cambio, no por el del tanga? ¿Qué misteriosas propiedad tiene la ropa interior? Por favor, que algún experto en física me lo explique.
3 comentarios: on "Misterios de la técnica"
Al señor Syldavo:
La explicación resulta sencilla. De la misma manera que cuando a usted le hacen una placa y los tejidos, piel y músculos desaparecen y solo se ven los huesos, con lo que usted plantea sucede lo mismo. Me explico: si a usted le hicieran una radiografía en la misma posición que a la señorita que sale con ese trasero espectacular, seguramente la placa mostraría la misma foto. El tanga cubre una hoquedad, y da igual si es Syldavo que Syldava, prueba de ello es que si usted pide pasar por rayos x le dicen: "Levante bien ( el brazo o la pierna). En fin, que se trata de huecos y agujeros; he ahí la explicación.
Le aseguro que si me hicieran una radiografía en la misma posición que a la señorita la placa sería bastante distinta...
Pues sí...
Siempre a vueltas con el sexto mandamiento, ¡pillines!
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