Ante la detención de Assange: ¡Insumisión!

Quizá alguno, al leer el primer párrafo, piense que éstas son unas batallitas más de un militante y activista antimilitarista, paradójicamente curtido en mil batallas. Sin embargo, tal vez algunas de aquellas pequeñas triquiñuelas empleadas fueran una especie de manera casera de intentar lo que hoy hace, con más medios y en muchos más medios, un periodista australiano.

Por MIKEL ORTIZ DE ETXEBARRIA

Replicado inmisericordemente de Eztabai

Hace años convivíamos bajo el mismo techo los antimilitaristas insumisos y los que por circunstancias personales estaban haciendo la mili. Cuando a los que pasaban por los cuarteles les propusimos apropiarse de información sensible que nos pudiera venir bien para el movimiento, unos cuantos se postularon como adecuados ya que estaban en puestos donde los documentos sobre los tejemanejes de lo militar pasaban sin demasiado control (nuestros Manning en el ejército español). En aquellos principios de los 90 casi todo se basaba en lo escrito mediante mecanografía y en los cuarteles donde podíamos meter mano los ordenadores eran vetustos y no acumulaban más allá de polvo, así que fotocopiar documentos (con fotocopiadoras controladas) y sacar legajos junto con el petate se convirtió en misión imposible. ¡Una pena!

Podíamos boicotear la incipiente herramienta informática de que se estaban dotando los milicos pero la cosa no era sencilla. Yo mismo manipulé el virus Brain de origen pakistaní para que en el nombre del volumen del sistema contaminado no pusiese Brain sino miliKK pero no creo que llegase a infectar ninguno de los ordenadores de Mungia, al fin y al cabo Brain, cerebro, y militar son términos contrapuestos. Hoy con Wikileaks, independientemente de la figura Assange al que le van a crucificar ya sea con la verdad o la patraña (más de lo último que de lo primero viniendo de quien viene), se ha convertido en lo que nosotros hace 20 años queríamos hacer: descubrir la verdad y publicitarla.

Estoy más que harto de que el estado nos consideré estúpidos y poco maduros para entender que hay negociaciones, acuerdos y directivas de estado que han de mantenerse en secreto por narices "porque, si no, el estado de derecho se resquebrajaría" y además "no las entenderíais, queridos ciudadanos". ¡Yunamierda! Estamos hartos de mentiras. Queremos que esa gente que parece dirigir los destinos de las naciones se presenten como lo que son, mafias, y no que nos consulten cada 4 años a ver si queremos mantener el statu quo.

Wikileaks es sólo el inicio de una filtración masiva, o eso espero, y dada la potencia de esta Red que aún no controlan del todo y de la herramienta informática que ídem del lienzo, pues igual se van a caer muchas caretas. ¡Ojalá! Y que los siguientes sean los banqueros, ¡please!