Nuestros lectores son gente informada y, por tanto, no tenemos que contarles que el Ayuntamiento de Pamplona ha pintado perros y cocodrilos en 42 pasos de cebra cercanos a colegios. Quizá tampoco haya que contarles que se han pintado pasos de cebra asimétricos para que los coches frenen más lejos del lugar por donde cruza el peatón. Lo que sí será nuevo para quien nos lee son estas propuestas que el Ayuntamiento desechó a la hora de ilustrar los pasos de cebra de los colegios.
Va de coña, lo aclaramos
Pues los perros y los cocodrilos han sido la opción finalmente escogida, enfocada principalmente a los niños más pequeños. Perros y cocodrilos que acojonan y hacen recordar que cruzar la calle tiene su peligro. Pero así no se consigue concienciar a los adolescentes, que también cruzan fatal. Tras la genial exposición de ayer de Oroz sobre la diferencia entre los cocodrilos de los colegios públicos y los de los privados, nosotros les contamos el diseño que se pensaba instalar cerca de las ikastolas y enfocados hacia la chavalería de 14 y 15 años. Es que, a esa edad, y más estudiando en el modelo D, los cocodrilos y los perros te la sudan.
Del mismo modo, también les podemos dar cuenta de la opción que se barajó como forma de integración y deferencia hacia el elevado número de orientales que viven en Pamplona. Un paso de cebra dedicado a un conocido escritor...
...en efecto, Sánchez Dragó: el genio de las letras que reconoce en un reciente libro haber tenido relaciones sexuales con dos "lolitas" de 13 años en 1967, en Tokio, de las que además se permite el lujo de decir que "las delincuentes eran ellas" y no él. Un personaje del que todas las niñas, especialmente las orientales, deberían huir. Si le conocieran, claro.
3 comentarios: on "Los dos pasos de cebra que probaron"
Antonio Machado se casó con una cría de 14 años y Polanski drogó a una de 13 para zumbársela, pero claro, el primero es un icono de la izquierda y el segundo, también.
Habría que recordar los inicios políticos del señor Sánchez-Dragó, a quien admiraba en exceso. Una pena. Todos los genios patinan en su propio aceite.
Si aun ciudadano de a pie se le ocurriera pintar bichos en los pasos de cebra seguro que el Ayuntamiento le pone una multa conforme a la
Ordenanza Municipal sobre promoción de conductas cívicas y protección de los espacios públicos que tipifica como infracción muy grave "Romper, arrancar, realizar pintadas o causar daños en la señalización pública que impidan o dificulten su visión o comprensión". Pero claro, los mandamases municipales tienen bula para todo.
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