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Juan José Domínguez

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Economía

martes, 17 de agosto de 2010

El estilo Zapatero

Por EL FILIBUSTERO
Conspirador en la Corte

Hay gente que tiene estilo. No se si lo crea o lo copia, ni si es bueno o malo, pero el caso es que lo tiene y que en algun momento se lo acaba contagiando al prójimo. Es el caso de Jaime Lissavetzky. No hay que pensar mucho para darse cuenta de que la última jugada del Secretario de Estado para el Deporte es del estilo Zapatero. Sucia y autosuficiente, sin categoría y tratando a la población como borregos. ¿Cómo puede decir Lissavetzky públicamente y delante de Tomás Gómez que apoya a Trinidad Jiménez en unas primarias? En primer lugar, eso no es elegante; en segundo lugar, conociendo la repercusión mediática, no me parece ético. Ni elegante ni ético, muy propio del estilo de Zapatero, Pepiño y demás adláteres, que más que humanos parecen hijos del viento, porque todo se la sopla.

Parece que la frase de Tomás Gómez “Yo apoyo a Zapatero, pero no me apoyo en Zapatero” ha provocado sarpullidos. Un acto de rebeldía contra el mallazo de Ferraz, que como comentaba Lluis Foix el otro día en La Vanguardia (y en su blog), puede traer cola. Y ¿qué quiere decir traer cola? Significa que en el PSOE no hay unidad; de hecho sería peligroso que la hubiese porque significaría que no quedaría alternativa para el socialismo de pedorreta que gobierna este país. ¿Se imaginan que todos los socialistas estuviesen de acuerdo con las decisiones que ha tomado el gobierno durante la crisis? Las consecuencias serían nefastas, puesto que la primera conclusión sería que son todos unos necios.

Nunca me resulta agradable tener que darle la razón al Partido Popular, aunque sea en la cosa más insignificante, pero este gobierno se ha acostumbrado tanto a mentir, a dar una opinión y después cambiarla, que ya no tiene credibilidad ni para sus propios votantes, siendo lo más ofensivo la prepotencia que destilan, seguramente debida a que el mediocre es incapaz de ver y/o entender lo que tiene por encima. No sé, me da en la nariz que la política española, si se puede definir de alguna manera poco indecorosa, podría decirse que no está a la altura de las circunstancias.

La cosa todavía es más graciosa, puesto que, en cuanto se critica al gobierno (algo que les molesta mucho, pues parece que creen que todo lo que hacen lo hacen bien), últimamente han optado por la estrategia de la comparativa, al estilo de “estamos mal, pero otros países europeos están igual que nosotros o peor, han tomado las mismas medidas, etc…” Con todos mis respetos, esto es lo que hacen los niños en el colegio, socializar el error, para intentar diluir la culpa e incluso convertirla en un acierto.

Desde aquí les ruego que no se esfuercen más en dar explicaciones que luego no sirven para nada. Es una pérdida de tiempo. Seguramente las mentes brillantes de Ferraz estarán dándose palmaditas en la espalda por la candidatura de Lissavetzky a la alcaldía de Madrid; pensarán, supongo, que tantos éxitos del deporte español son alguna especie de garantía para este señor, e intentarán vendernos que realmente fue él, a pase de Villar, quien metió el gol de la final del Mundial.

A mi este fulano ni me va ni me viene, pero lo poco que sé de él es está relacionado con Alfonso Arroyo, el famoso personaje calvo que aterrizó en Navarra supuestamente de mano del difunto Carlos Chivite para “ayudar” a Fernando Puras en las negociaciones del agostazo, tras cuyo descalabro apareció un tiempo después en medio del tinglao de Construcciones Flores para ayudar igualmente a hundir el barco con la colaboración de unos extraños socios ingleses. No nos extrañaría verlo en el caso de J.C.Flowers. Pa’ temblar.

8 comentarios: on "El estilo Zapatero"

Demóstenes Navarro dijo...

Paseaté por aquí y echate unas risas:

http://www.angelgimeno.com/

Unknown dijo...

Esta es nuestra clase política en estado puro: mediocre, prepotente, autoritaria, irrespetuosa, servil y distante. A esta cuadrilla le damos el voto.

Anónimo dijo...

Oh adorado alsasuado, siento reconvenirte. Oh, tu que cuentas con el plácet de los dioses txistórricos, y nada te es discutido porque eres el verbo, o el sustantivo, o el punto y coma, aunque estés de régimen, que igual da. Oh amado sakanero o sakanarzo o sakabril, espero que sepas perdonarme.

¿Servil? Te falta un espacio: ser vil.

Redacción LTXD dijo...

Anónimo, como si a ti te lleváramos mucho la contraria... ;-) Menos lloros, hombre (o mujé).

Unknown dijo...

El anónimo es pro PSOE, por eso un un día le voy a tirar los tejos a ver si nos echamos un airico.

Anónimo dijo...

Follalunas (lo mire por donde lo mire suena a doloroso del copón), lo que te ha dado es un aire.

Unknown dijo...

Ano, yo también ya te echaría unas tejas, majetón...

Anónimo dijo...

A la cabeza, y desde lo alto. Que a burricos en La Barranca no os ganan ni los del encierro del pilón.