Tres opiniones políticas sobre "Se puede"

Por LA TXISTORRA DIGITAL

Agradecidos a nuestros contactos

A propósito del surgimiento de la Plataforma "No digas que no se puede", por el cambio político en Navarra, hemos pedido vía Facebook a varios de nuestros contactos que reflexionaran sobre esta iniciativa. Tres de ellos ya se han animado a opinar: el presidente del PP navarro, Santiago Cervera; el parlamentario foral de NaBai y miembro de Batzarre, Ioseba Eceolaza; y el ex parlamentario de IU y colaborador txistorrero, Miguel Izu. Son tres visiones diferentes que nos pueden mostrar cómo se ve la iniciativa desde distintas posiciones políticas de nuestra Comunidad.


Caminos abiertos, vías anchas e ideas fuertes

Por IOSEBA ECEOLAZA

Parlamentario foral por NaBai (Batzarre)

Integrar, sumar, convivir, esos deberían ser los principales objetivos de la izquierda. Llevamos ya demasiados años viviendo una separación exagerada entre las izquierdas navarras, una separación que sólo ha beneficiado a las tesis conservadoras. Navarra, por suerte, es secularmente plural por eso en las dinámicas a favor del cambio nadie sobra, por eso necesitamos caminos abiertos, vías anchas e ideas fuertes.

Todos necesitamos realizar una autocrítica lo más honesta posible, para reconocernos en el presente desde otra mirada. Pero hay que tener en cuenta que en el pasado y en el presente algunos prefieren, a cambio de una mojigata paz institucional, dejar gobernar a la derecha de esta comunidad, a una derecha que no entiende ni comparte la pluralidad de esta navarra nuestra, a una derecha que recurre la ley del aborto, y sigue financiando a los centros que segregan por sexos, a esa misma derecha demasiado intransigente, a esa misma derecha que se muestra de forma cruel e inhumana insensible con los familiares de los fusilados durante la guerra civil en Navarra.

Navarra se merece otro gobierno, otra forma, otra actitud y a eso contribuiremos desde la izquierda vasquista, ya lo estamos haciendo desde ámbitos municipales, en algunos temas en el Parlamento o en movimientos sociales.

Ojalá se pueda

Por MIGUEL IZU

Ex parlamentario por IU

Aclararé de inicio que comparto los propósitos de la plataforma “No digas que no se puede”, aunque no he tenido nada que ver con su creación ni soy miembro de la misma. Me enteré de su aparición por la prensa.

Para que una democracia sea tal exige, entre otras muchas cosas, que exista pluralismo, que existan alternativas y que exista la posibilidad de alternancia (que no son lo mismo, en el turnismo de la Restauración había alternancia de liberales y conservadores, pero no había alternativa, no cabían otras propuestas fuera del régimen preestablecido; frente al franquismo había alternativa teórica, pero ni la menor posibilidad de alternancia). A través de elecciones periódicas la ciudadanía puede optar entre las diversas alternativas que le ofrecen las fuerzas políticas que compiten por lograr su confianza y puede encargar la tarea de gobierno a unas u otras, en solitario o en coalición, dependiendo la alternancia en el gobierno de la decisión de las urnas. Habitualmente la competencia se organiza entre los espacios de izquierda y derecha; o dicho de otro modo, entre quienes eligen políticas más igualitarias o menos igualitarias; entre quienes priorizan la intervención pública o la iniciativa privada como motor de la organización social; entre quienes optan preferentemente por lo social o quienes anteponen lo individual. Todo ello dicho a muy grandes rasgos y simplificando mucho; porque en ocasiones se cruzan también otras opciones, como las de identidad nacional o regional, lingüística o religiosa.

En Navarra hace años que sufrimos de una anormalidad democrática. Hubo posibilidad de alternativa y alternancia hasta 1995, y efectivamente la ciudadanía navarra pudo otorgar el gobierno primero a unos, luego a otros. Pero desde la caída del gobierno tripartito en 1996 se produce el curioso fenómeno de que da igual lo que se vote, da igual la mayoría que exista en el Parlamento de Navarra, que siempre gobiernan los mismos, es decir, UPN. Han existido mayorías alternativas tanto en 1996 como en 2007 para configurar otro gobierno más a la izquierda; pero al final la decisión de que siga gobernando la derecha se toma en algún despacho de la calle Ferraz de Madrid y por intereses estratégicos partidistas alejados de la realidad de Navarra, para desaliento y frustración de los ciudadanos navarros que desean un ejecutivo de izquierdas, y que tienen como mínimo el mismo derecho a participar y decidir que los ciudadanos que votan por un gobierno de derechas.

A que esta situación se prolongue eternamente se han dirigido los movimientos de Miguel Sanz como presidente de UPN en los últimos años. Su ruptura con el PP y su aproximación al PSOE pretende que siga funcionando el mismo método de formación de gobierno: una mayoría minoritaria de UPN apoyada por el PSN gracias al chantaje de que “vienen los vascos”, de la defensa de la identidad de Navarra supuestamente siempre en peligro y del aprovechamiento político del terrorismo de ETA (al que espero que le queden ya muy pocos telediarios) y mediante el reparto de las migajas del poder. Todo para que se sigan beneficiando los mismos intereses políticos y económicos que vienen siendo privilegiados desde hace veinte años.

Frente a este panorama creo que es positivo reivindicar algo tan democrático como que la decisión corresponde a los electores. Si eligen un Parlamento con mayoría suficiente para que se forme un gobierno de izquierdas, debe ser posible atender a esa voluntad, sin extrañas maniobras y pactos forzados; igual que si la voluntad de los electores llevara a una mayoría de derechas se formaría un gobierno de ese signo con normalidad. Una democracia madura debe pasar porque quienes queremos que tras cuatro lustros de gobierno de UPN haya un cambio podamos ir a las urnas el año que viene con la esperanza de que eso es posible. Pero para que ello suceda la pelota está en buena medida en el tejado de quienes en otras ocasiones han prometido cambio y luego han votado continuidad, se han presentado como alternativa y después han renunciado al cambio. Ojalá que, esta vez, se pueda.

Activismo de diseño

Por SANTIAGO CERVERA

Presidente del PP en Navarra

Los catalanes son innovadores en varias cosas. Una es el disseny, eso que hacen para marcar peculiares estilos gráficos en las actividades sociales. Si se te ocurre montar una panadería en Barcelona y quieres tener éxito, tienes que diseñar los rótulos y el escaparate como si se tratara de vender el pan más moderno del mundo. En materia política, hacen muy bien la cartelería de las campañas, que van décadas por delante de las tendencias que se despachan por otros sitios. En Cataluña también inventaron una manera nueva de dar soporte a una candidatura política a través del activismo civil. En la primera vez que Maragall intentó ser President, montó una plataforma llamada "Ciutadans pel canvi" en la que se agrupaban gentes diversas, inicialmente fuera de cualquier organización partidaria. Recuerdo que llegaron a tener un pisito en las Ramblas, con un neon en la ventana que algunos confundían con un local gay, tal era su colorido. Lo de la plataforma aquella sirvió para que la gente pensara que lo de Maragall era algo más que PSC, y fue importante para su victoria. Algunos de los que la componían acabaron en el Parlament, en la misma nómina que los Maragall, Nadal, Zaragoza y De Madre. Y ahí terminó aquella suerte de activismo. Fue bonito (aunque sólo bonito) mientras duró.

Al ver la plataforma esta en Navarra he recordado aquella. Seguro que algunos de sus miembros la tienen también en mente. La izquierda parece que tiene ideas avanzadas, pero creo que en el fondo se copia a sí misma. Como también copian esos eslóganes que a mi personalmente me parecen algo cansinos: "No en mi nombre", "Otro mundo es posible" o "Todos somos Maripili". Ahora aparece uno nuevo, relativamente nuevo. "No digas que no se puede punto org". Creo que desde la óptica de la mercadotecnia llama a la participación, que es lo que necesita el PSN para ganar las elecciones en Navarra. Es conocido que a los de Jiménez les obsesiona la brecha que se produce entre unas generales, en las que sacan 120.000 votos, y las forales, en las que en ocasiones se han tenido que conformar con 75.000. De manera que podemos categorizar fácilmente las intenciones de la plataforma: mover a la participación desde la izquierda, lo cual es perfectamente loable.

Sinceramente, me cuesta hablar con interés de quienes se han presentado al frente del asunto. Félix Taberna era un tipo que me caía bien, tan habitualmente descorbatado. Pero recuerdo que el día que dejó la actividad política después de morar en ella durante cuatro legislaturas dijo que los que ahí se quedaban eran "la banda de la nómina". Jo, Félix "sociólogo de CC.OO.", qué oportunidad perdida para no haberte puesto en evidencia, tron. Veo que sigues con "mono", lo cual yo también experimenté aunque ahora gane menos que cuando hace tres años trabajaba fuera de esto. Lo demás tampoco es demasiado alentador. Algún recordado sindicalista y ya veremos cómo va creciendo la cosa. Lo de Ancízar, en efecto, llama la atención. El domingo en el Noticias Sanz decía que era un empresario, así que él sabrá. Llevaba un bonito blazer con relucientes botones dorados el día de la rueda de prensa. Seguramente por eso no funcionó bien el ordenador que manejaba Taberna, le deslumbró. Patxi Mangado no estuvo ese día poniendo la cara, pero aparecía inicialmente como "abajofirmante". En cuanto se ha percatado de quienes componen la tripulación ha anunciado su abandono del barco.

Y por lo demás, pues veremos que da de sí el asunto. Mi apuesta no creo que cotice demasiado: irán juntando alguna gente más y acabarán entregando su placet electoral a los de Jiménez. Lo cual es legítimo y digno de todo respeto, siempre que no les asignen una de esas partidas presupuestarias que Miranda reparte. Si además nos deleitaran con algún planteamiento nuevo, algo tipo "tercera-vía-foral" o "social-foralismo-responsable" o "flexi-foralidad", hasta merecerá la pena su salida a la escena mediática. Los de derechas tenemos en el liberalimo la vanguardia de nuestras ideas. Aunque nos zumben a los que lo propugnamos y nos declaramos adeptos a tal credo. Tal vez la izquierda tiene más impunidad a la hora de montar estos goris. Encantado de saludarles, activistas de disseny del PSN.