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El análisis y comentario político, de cuestiones navarras y del resto del mundo, nos lo da sin tapujos el politólogo y escritor Juan José Domínguez

Juan José Domínguez

Hablemos de dineros...

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Economía

martes, 22 de junio de 2010

Fragancias de tiempos difíciles

Por EL FILIBUSTERO
Entre campanas y campanazos

Quería compartir con vosotros un par de anécdotas que me ocurrieron la semana pasada. No se trata de un caluroso romance ni de un épico episodio en busca de la pareja de uno de mis calcetines preferidos. Son cosas normales, corrientes, que nos pueden pasar a cualquiera, pero que de un modo u otro incitan a la reflexión en los tiempos que vivimos.

El jueves fui a una entidad bancaria, de cuyo nombre no quiero acordarme, a pedir un crédito al consumo para unos asuntillos personales. El caso es que fui a pedir 3.000 euros con toda mi buena voluntad de devolverlos, y me encontré con el siguiente escenario:

Servidor: Buenos días, venía a por un crédito al consumo de 3.000 euros.
Banco: ¿Tiene usted cuenta aquí?
Servidor: Sí.
Banco: Si, ya la veo; dice que quería 3.000 euros...
Servidor: Efectivamente.
Banco: En esta cuenta tiene usted más de 3.000 euros.
Servidor: Claro, pero el préstamo lo quiero para financiar una compra concreta.
Banco: Bien, le podemos hacer un préstamo de 3.000 euros, con una condición.
Servidor: Ya me dirá
Banco: La única condición es que le pignoramos 3.000 euros de su cuenta
Servidor: ¿Mande? Me dice usted que me da un préstamo de 3.000 euros con la condición de que me retienen 3.000 euros de mi cuenta… ¿está seguro?
Banco: Es lo que hay. Usted no tiene aquí la nómina…
Servidor: Vaya, que interesante, déjeme que me lo piense porque igual vengo también a hacerme un plan de pensiones…

La conversación duró algo más, pero es prácticamente literal. Menos mal que el gobierno ha dicho que las entidades financieras iban a abrir el grifo…

El sábado tuve la fortuna de que se me estropeara la campana de la cocina. No había manera de apagar el extractor sin dejar al frigorífico sin luz. Se ve que los problemas de la centralización superan el ámbito político. Dada mi incapacidad para remediar el asunto, opté por llamar por teléfono a algún servicio técnico, de esos que anuncian Servicio 24 horas, todos los días de la semana”. Sale más caro, pero como estoy concienciado con la economía sostenible, no iba a dejar funcionando el cacharro todo el fin de semana. Pues eso; llamar, llamé... incluso me atendieron:

Servidor: Buenas tardes, es el servicio técnico de tal y pascual…
Serv.Técnico: Aquí es, ¿cómo ha encontrado nuestro número?
Servidor: Por el listín telefónico.
Serv.Técnico: Muy amable, ¿qué deseaba?
Servidor: Se me ha estropeado la campana de la cocina (…) y necesito que venga alguien a arreglarla
Serv.Técnico: Veré lo que podemos hacer, espere un momento...
Servidor: De acuerdo
---- un par de minutos ---
Serv.Técnico: ¿Oiga?
Servidor: Sí, aquí sigo, dígame
Serv.Técnico: Le comunico que lamentablemente no tenemos ningún técnico disponible hasta el lunes por la mañana. Vuelva a llamar, gracias

Bien, no sé como sonarán las vuvuzelas en directo, pero el ruido del extractor debía ser parecido al del circuito de Los Arcos en una exhibición. Claro que la cuestión es otra: ¿dónde estaban los 5 millones de parados?. Seguramente unos cuantos estarían en Los Arcos.

Y mientras tanto aquí seguimos con un junio que parece noviembre, aunque al menos nos podemos ir contentando con pequeñas cosas, como el ridículo de Francia en el mundial de fútbol o que apenas queden 2 semanas para San Fermín.

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