Por EL FILIBUSTERO
Sostenido y contenido
En primer lugar les diré que pese al título, este no es un artículo machista. Mucha gente lee un título y ya se pone a pensar mal. Pues no, lo mismo podía haber puesto “los cataplines del castañero”, pero no me venía al hilo de lo que les quería contar. Otros, sólo con el encabezado, dirían que el artículo está subido de tono y que, en esta sacra comunidad, mentar prendas íntimas femeninas es prácticamente pena de excomunión. No les haría falta leer ni un párrafo más.
Pues que quede claro que no es mi intención menospreciar a las señoras, ni tampoco hablar de ropa interior femenina. En esos casos me suelo decantar más por el contenido que por el continente. Así, permitiéndome una licencia gramatical, o como se diga, entendamos por sostén al acto de poner ímpetu en sostener sus ideas con cabezonería.
Algún lector audaz ya estará comentando: “Siempre metiéndose con la Barcina. Estos analfabetos no tienen otra cosa mejor que hacer. Con la de mejoras que ha hecho en la ciudad (…)”. Pues tampoco. Esta vez la cosa no iba con la morcilla de Burgos, sino con la Rita Barberá, que aunque cualquiera que no la conozca la podría confundir con la humanización de la Castafiore, es la alcaldesa de Valencia. Una mujer de Sostén y de Sartén (por el mango).
Decidir si eso es bueno o malo se lo dejamos a los valencianos, que nosotros ya tenemos aquí bastante con las estatuas de las chicas del Sagrado Corazón; que no es por incomodarlas, pero se podían poner una chapita en la puerta de sus casas, en lugar de colocarnos otro monumento de culto en la ciudad.
Valencia. Allí al menos han hecho rima con la Ciudad de la Ciencia, mientras aquí aún están decidiendo qué hacer con Pamplona 2016.
Pues que quede claro que no es mi intención menospreciar a las señoras, ni tampoco hablar de ropa interior femenina. En esos casos me suelo decantar más por el contenido que por el continente. Así, permitiéndome una licencia gramatical, o como se diga, entendamos por sostén al acto de poner ímpetu en sostener sus ideas con cabezonería.
Algún lector audaz ya estará comentando: “Siempre metiéndose con la Barcina. Estos analfabetos no tienen otra cosa mejor que hacer. Con la de mejoras que ha hecho en la ciudad (…)”. Pues tampoco. Esta vez la cosa no iba con la morcilla de Burgos, sino con la Rita Barberá, que aunque cualquiera que no la conozca la podría confundir con la humanización de la Castafiore, es la alcaldesa de Valencia. Una mujer de Sostén y de Sartén (por el mango).
Decidir si eso es bueno o malo se lo dejamos a los valencianos, que nosotros ya tenemos aquí bastante con las estatuas de las chicas del Sagrado Corazón; que no es por incomodarlas, pero se podían poner una chapita en la puerta de sus casas, en lugar de colocarnos otro monumento de culto en la ciudad.
Valencia. Allí al menos han hecho rima con la Ciudad de la Ciencia, mientras aquí aún están decidiendo qué hacer con Pamplona 2016.
No hay que darle tantas vueltas: el día 6, bien de vino y huevos con Txistorra.
1 comentarios: on "El sostén de la alcaldesa"
No se si es mejor o peor, pero sí que se parece a la Castafiore! :))
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