Por SORAYA PÉREZ
Fotoperiodista en Portugal
Si la captura de clientes para un restaurante fuese un deporte olímpico, los portugueses se llevarían el oro en todos los Juegos. ¿Por qué? Lo explico sin problemas.
Paralela a una de las calles más importantes de Lisboa llamada Avenida da liberdade, se encuentra la Rua das portas de Santo Antão, una de las calles con más restaurantes por metro cuadrado de la ciudad, y más conocida por los lisboetas gracias al Teatro Politeama que se sitúa más o menos a mitad del recorrido. A cada paso que das por lo menos encuentras dos restaurantes a cada lado, con sus respectivas terrazas, para que puedas comer. Por tanto podéis imaginar cómo puede estar la calle cuando se llena con un poquito de gente: imposible de transitar.
Lo mejor, o peor de todo, llega cuando te das cuenta de que para cada restaurante existen dos camareros que salen en tu búsqueda para que así entres a su comedor y no al de 2 metros más allá. Es como una pequeña competición, el que más clientes reclute gana. No existen normas de control para el avasallamiento, todo vale en el mundo de la hostelería.
Y es que así lo cuenta Martins João, uno de los camareros que se sitúan al acecho de clientes en la Rua das Portas de Santo Antão. Tiene 52 años pero lleva 36 trabajando como camarero a pie de calle. “Hay mucha competencia entre nosotros. Por eso a veces somos tan pesados con los clientes, incluso no les dejamos avanzar en su paseo. Todo vale para quitarle el cliente al de al lado”.
1 comentarios: on "Retratos lisboetas: el "restaurador""
Como en Las Ramblas...., más o menos, da gusto pasearse, tranquilamente y sin prisa, observando por todos los lados y sin quitar ojo, no precisamente a los restaurantes, sinó al bolso!
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